La expulsión del Swift, la sanción que puede desconectar temporalmente la economía rusa
La desactivación de este sistema de transferencia en Rusia cortaría gran parte del comercio con Occidente
Barcelona / BruselasLa desactivación de Rusia y Bielorrusia del sistema de transacciones financieras Swift (Society for World Interbank Financial Telecommunication) está siendo uno de los puntos calientes de las negociaciones entre países occidentales sobre qué sanciones hay que imponer al régimen ruso a raíz de la invasión de Ucrania. La expulsión de este sistema tendría un impacto directo importante, sobre todo a corto plazo, sobre las economías de estos dos países, puesto que sus ciudadanos y sus empresas tendrían prácticamente imposible hacer y recibir pagos con Occidente y otros muchos estados del mundo.
Swift es un sistema que "pone en contacto a los bancos mediante códigos", explica el catedrático de economía financiera de la UPF Xavier Freixas. Es decir, se trata del sistema que se usa para transferir dinero entre bancos de países diferentes. Dejar a las entidades financieras de un país fuera de este sistema implica que las empresas no pueden comerciar con el extranjero, puesto que se les dificulta mucho comprar y vender en el extranjero, porque no pueden hacer pagos.
El sistema Swift lo gestiona una compañía cooperativa con sede en Bélgica y tiene tres centros operativos, uno en los Países Bajos, uno en Suiza y uno en Estados Unidos. Swift, pues, es un sistema de mensajería electrónica para validar transferencias bancarias, no es un banco donde se puedan abrir depósitos ni una institución internacional, como el Banco de Pagos Internacionales, el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.
Vetar el uso del Swift en Rusia y Bielorrusia es "el arma nuclear financiera", ha dicho este martes el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, que ha añadido que "todas las opciones están sobre la mesa" en las conversaciones sobre posibles sanciones y que "en las próximas horas" los estados europeos lo discutirán. Según el ministro galo, expulsar a Rusia del sistema "servirá para bloquear a todas las instituciones financieras rusas". "Ningún pago que venga de Rusia o que vaya a Rusia" estaría permitido, ha explicado.
Coste "importante" a corto plazo
En efecto, dejar a la industria financiera rusa sin posibilidad de acceder a Swift tendría "un coste importante" para el conjunto de la economía del país, pero Freixas considera "bastante excesivo" hablar en términos de sanción "nuclear". Según Freixas, el efecto será destacable, sobre todo inicialmente, pero recuerda que Rusia es "un país que se ha estado preparando durante un año" para sanciones de este tipo.
"Swift no tiene el monopolio universal, pero sí que tiene la mayoría de transacciones" financieras del planeta, detalla Freixas. De hecho, Rusia tiene un sistema alternativo propio, denominado SPFS, y también China ha desarrollado el suyo, denominado CIPS, pero están mucho menos extendidos a escala mundial que Swift. En caso de prohibir el acceso a Rusia, es previsible que los países occidentales también veten el uso del SPFS, pero aun así las empresas rusas todavía podrían hacer pagos en Europa y en Estados Unidos "indirectamente" a través del CIPS chino.
Es decir, una empresa rusa podría hacer un pago a una occidental con el sistema chino, utilizando un banco chino como intermediario, a pesar de que el coste y el esfuerzo de la transacción aumentarían. Además, "algunas fintechs, de manera muy minoritaria", también ofrecen sistemas propios alternativos al Swift, pero tienen todavía menos usuarios.
"Es como si de repente cortan una autopista –indica Freixas–; se puede acabar derivando el tráfico, pero al principio se nota". Se adopte la alternativa que se adopte, siempre se tratará de "otro sistema" y la gran mayoría de los bancos del mundo ya están "acostumbrados" a utilizar Swift, comenta el economista.
"En Irán fue muy efectivo", con un efecto directo sobre la economía: el producto interior bruto (PIB) iraní –el indicador que mide la medida de una economía– se hundió un 30%, recuerda el catedrático. Irán fue suspendido del Swift en 2018, dentro del paquete de sanciones impuesto por el gobierno norteamericano después de que Teherán mantuviera su programa de enriquecimiento de uranio.
Ahora bien, "Rusia es otro país", más desarrollado que Irán, y además, en el caso del régimen de los ayatolás, la desconexión del sistema internacional de transferencias estuvo acompañada de otras sanciones, añade el catedrático de la UPF. De momento, las sanciones en Moscú y Minsk aprobadas por la UE y los EE. UU. no son tan graves como las que se impusieron sobre Irán. Los países de la OTAN han impuesto dos rondas de sanciones que ya prohíben a un 70% de los bancos rusos operar con empresas occidentales, además de otras medidas sobre la industria de defensa y activos de oligarcas y dirigentes políticos, incluido el presidente ruso, Vladímir Putin.