Terremoto a la derecha francesa: el líder de Los Republicanos, expulsado del partido por querer pactar con Le Pen
Macron acusa a Los Republicanos de hacer "un pacto con el diablo" y carga contra las alianzas "contra naturaleza" de izquierda y derecha
ParísLa crisis de la derecha ha vivido momentos esperpénticos este miércoles, inéditos en la política francesa. El presidente de Los Republicanos, Éric Ciotti, ha sido expulsado por unanimidad de su propio partido después de que ayer propusiera hacer un pacto electoral con la extrema derecha de Le Pen para las elecciones legislativas anticipadas del 30 de junio y del 7 de julio . Ciotti, que ha recibido un alud de críticas internas en las últimas horas por la propuesta, ha confirmado este miércoles su intención de aliarse con la extrema derecha de Reagrupament Nacional, que obtuvo una amplia victoria en las elecciones europeas del pasado domingo. La decisión de Ciotti ha provocado un cismo a la derecha francesa, que le puede pasar factura a las elecciones.
Tras el anuncio, que provocó una rebelión interna en el partido con varias peticiones de dimisión por parte de pesos pesados de la formación política, Ciotti decidió clausurar la sede oficial de Els Republicans (LR), situada en la plaza del Palau Bourbon, alegando cuestiones de seguridad. Se quedó atrincherado sin dejar entrar a nadie. Esto obligó a los miembros de la ejecutiva, entre ellos el presidente del Senado, Gérard Larcher, varios presidentes regionales y el ex ministro y ex comisario europeo Michel Barnier, a reunirse en una fundación privada llamada Musée Social, donde van tomar la decisión de cesar a Ciotti.
El hasta ahora presidente de la derecha tradicional ha reaccionado con un comunicado a las redes en el que asegura que la decisión de la ejecutiva del partido es "ilegal" y ha afirmado que la recurrirá ante la justicia. "Soy y sigo siendo el presidente" de Els Republicans, ha dicho ten una entrevista en CNews. Ciotti ha cerrado con llave la sede del partido por la mañana, pero la secretaria general de LR, Annie Genevard, tenía una copia de las llaves y finalmente por la tarde ha podido abrir las oficinas de Els Republicans, acompañada de otros miembros del partido y en medio de una gran expectación mediática, pero Ciotti ya no estaba. La imagen era surrealista.
El pacto entre Le Pen y los conservadores, por tanto, queda en el aire. Pero hoy por hoy sólo lo defienden Ciotti y otra diputada de Los Republicanos, Christelle de Intorni, mientras que 59 de los 61 diputados electos del partido se oponen. La comisión de investidura del partido ha decidido este miércoles, de hecho, incluir en la candidatura para las elecciones de junio a estos 59 diputados que quieren mantener el cordón sanitario y han excluido, pues, a Ciotti y D'Intorni. "Habrá un candidato de Los Republicanos contra Eric Ciotti en su circunscripción", advirtió el jefe de los diputados del partido, Olivier Marleix, en la Agence France-Presse. La noche del martes, en cambio, Reagrupament Nacional anunció que "algunas decenas" de diputados de Los Republicanos sí se sumarían al pacto.
La crisis política se ha extendido también al otro partido de extrema derecha, Reconquista, en el que la número dos del partido, Marion Maréchal (sobrina de Marine Le Pen), ha roto con el líder del partido, Eric Zemmour, para unirse, ha dicho, a la alianza electoral entre LR y el Reagrupament Nacional (RN) de su tía. Pero una alianza que sólo da por hecha ya la extrema derecha. En una declaración a la prensa, flanqueada por otros tres eurodiputados de su partido que fueron elegidos como ella el pasado domingo (de un total de cinco), Maréchal criticó a Zemmour por querer presentar candidatos que compitan con lo que ha llamado la "coalición" de derechas" de Le Pen con una parte de Los Republicanos. Maréchal, que rompió políticamente con su tía Marine Le Pen y se marchó de RN en el 2017, volvió a la política activa en el 2022 en apoyo de la candidatura de Zemmour al Elíseo. El pasado domingo, ya como vicepresidenta del partido, encabezaba la lista en las europeas de Reconquista, que se llevó el 5,5 % de los votos.
Macron dice que es "pactar con el diablo"
El seísmo a la derecha francesa llegaba el mismo día que Emmanuel Macron lanzaba también la campaña por las elecciones legislativas. Tres días después de haber disuelto la Asamblea Nacional, el presidente de la República hizo este miércoles la primera comparecencia con aires de mitin, defendiendo su legado y, sobre todo, cargando contra las alianzas electorales que se están tejiendo a la derecha ya la izquierda francesa. "Son contra natura", ha resuelto Macron en referencia al pacto anunciado entre los partidos de izquierda para concurrir juntos las elecciones del 30 de junio y el 7 de julio y también a la hipotética alianza entre Los Republicanos -la derecha tradicional, el partido de Sarkozy– y la extrema derecha de Marine Le Pen, Reagrupament Nacional.
El presidente de la República ha criticado duramente la posible alianza de la derecha con Le Pen. El jefe del estado ha acusado a Ciotti de haber hecho "un pacto con el diablo" y de "dar la espalda en pocas horas al legado del general De Gaulle, Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy". "Desde el domingo caen las máscaras", proclamó. Según Macron, las elecciones "son una prueba de verdad entre quienes deciden hacer prosperar sus propios intereses y quienes quieren hacer prosperar Francia".
Si finalmente hubiera una alianza entre algunos diputados conservadores y el partido de Le Pen, por primera vez en Francia se rompería el cordón sanitario. Ha ocurrido en muchos países europeos –incluso en España–, pero hasta ahora ningún partido en Francia había pactado con la extrema derecha. Esto podría cambiar en cuestión de horas o días. En cualquier caso, una alianza a derecha e izquierda dejaría a Macron aislado y con pocas posibilidades de conseguir la mayoría en la Asamblea.
Encuestas favorables a Le Pen
Aunque todavía no están cerradas todas las alianzas ni se saben los nombres de los candidatos a los comicios, las encuestas de intención de voto le dan la victoria a Le Pen. Se convertiría en primera fuerza en la Asamblea, aunque difícilmente obtendría la mayoría absoluta. Algunos analistas consideran que la decisión del presidente de la República de convocar elecciones supone dar poder político a Le Pen, que podría terminar en el Elíseo en las próximas elecciones presidenciales, previstas para dentro de tres años. "No quiero dar las claves del poder a la extrema derecha en el 2027. Quiero un gobierno que pueda actuar para satisfacer las demandas de los franceses", aseguró.