La violencia de ultraderecha obliga a cancelar la marcha del Orgullo LGTBI en Georgia

La sede de la entidad convocante ha sido asaltada y una cincuentena de periodistas han sufrido agresiones

4 min
Manifestantes anti-LGTBI protestando contra la celebración de la Marcha de la Dignidad, este lunes a Tbilisi

SabadellLa capital de Georgia, Tbilisi, tenía que acoger este lunes por primera vez una marcha del Orgullo LGTBI. Pero, finalmente, los organizadores del acto lo han cancelado a raíz de las protestas violentas de grupos de ultraderecha (que han asaltado la sede de la entidad y han agredido a periodistas) y después de constatar que el gobierno, las fuerzas de seguridad y la influyente Iglesia ortodoxa georgiana les daban la espalda.

La Marcha de la Dignidad, que estaba concebida como la culminación de cinco días de actos de reivindicación de los derechos del colectivo LGTBI, tenía que recorrer el centro de Tbilisi a partir de las 18 h, pero durante la mañana numerosos grupos de manifestantes, entre los cuales había sacerdotes, han ocupado la zona. La mayoría se han concentrado en el entorno del Parlamento, al lado de la iglesia de San Jorge, donde el patriarcado de la Iglesia ortodoxa había convocado una contramanifestación a las 17 h para "demostrar al mundo" que "cualquier intento de degenerar" a la población georgiana es "inaceptable" para la institución religiosa.

Algunos de estos contramanifestantes han agredido a los periodistas que pretendían cubrir la Marcha de la Dignidad. Al menos 48 trabajadores de varios medios de comunicación han sido atacados, según un recuento del portal MediaChecker, y como mínimo cuatro han tenido que ser hospitalizados, según Efe. A algunos les han roto las cámaras u otros aparatos. Un vídeo difundido a través de las redes sociales muestra un hombre en moto embistiendo intencionadamente a un grupo de reporteros.

A mediodía, un gran número de manifestantes anti-LGTBI se han concentrado delante de la sede de Tbilisi Pride, la entidad que había convocado la marcha, y algunos de ellos han escalado por la pared hasta el balcón, de donde han arrancado las banderas arcoiris ante los aplausos y los gritos de ánimos de los que lo miraban desde la calle.

A continuación, han entrado en los despachos y los han destrozado, tal como evidencia un vídeo que ha publicado en Twitter el cofundador de Tbilisi Pride, Tamaz Sozashvili. Según varios medios, la policía estaba presente en la zona mientras esto pasaba, pero no ha hecho nada para evitarlo.

Antes de que se produjeran estos hechos, el primer ministro de Georgia, Irakli Garibashvili, había hecho un llamamiento a los organizadores para que suspendieran la Marcha de la Dignidad, un acto que ha calificado de "no razonable" y que, en su opinión, podía dar lugar a enfrentamientos, porque la mayoría de los georgianos no la consideraban aceptable. Por su parte, el ministerio del Interior ha avisado que la celebración de la marcha implicaba "riesgos para la seguridad de las personas implicadas". "Hacemos un nuevo llamamiento público a los participantes de Tbilisi Pride para que se abstengan de celebrar la Marcha de la Dignidad en un espacio público, debido a la magnitud de las contramanifestaciones planificadas por grupos opositores", ha añadido el ministerio en un comunicado. Posteriormente, en una segunda nota, Interior ha condenado los actos violentos y ha anunciado que se habían abierto investigaciones.

También se ha posicionado el patriarcado de la Iglesia ortodoxa georgiana, que ha pedido parar las actitudes violentas, a pesar de que ha señalado la homosexualidad como "un pecado que es inequívocamente inaceptable para las enseñanzas cristianas" y que "propaga la inmoralidad".

Denuncia de la "inacción" del gobierno

En este contexto, Tbilisi Pride ha anunciado a las 15 h la cancelación de la Marcha de la Dignidad. "No podemos salir a una calle llena de una violencia que tiene el apoyo del gobierno, el patriarcado y las fuerzas pro-rusas", han dicho los organizadores del acto. En un comunicado, han denunciado "la guerra declarada a la sociedad civil, los valores democráticos y el rumbo europeo del país" y "las vergonzosas, crueles y antioccidentales declaraciones del primer ministro", que "ha trasladado la culpa y la responsabilidad por las agresiones a los activistas". La entidad remarca que los ataques a su sede y a los periodistas se han producido "en presencia de la policía" y por eso afirma que "la enorme oleada de odio" que se ha podido ver este lunes en Tbilisi "está inspirada por y tiene el apoyo del gobierno y la policía".

Manifestantes anti-LGTBI bailando ante el Parlamento  de Georgia después de que se anunciara la cancelación de la Marcha de la Dignidad

La comunidad LGTBI ha recibido el apoyo de la presidenta georgiana, Salome Zurabishvili, que ha denunciado los actos de violencia de este lunes y ha remarcado que los miembros de este colectivo tienen los mismos derechos que cualquier otro ciudadano, un hecho que considera "muy importante para el país y para su unidad".

Por su parte, las embajadas de 18 países (incluidos 14 estados miembros de la Unión Europea, el Reino Unido y los Estados Unidos) han emitido un comunicado conjunto de "condena" a los ataques violentos contra "activistas cívicos y periodistas", así como "la falta de condena de esta violencia por parte de los líderes gubernamentales y religiosos". "Pedimos a los líderes georgianos y a las fuerzas del orden que actúen rápidamente para proteger a aquellos que ejercen sus derechos constitucionales y la libertad de expresión y de reunión, que protejan a los periodistas que ejercen la libertad de prensa y que condenen públicamente la violencia", concluye el comunicado.

Según ILGA (Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuals, Trans e Intersexuals), Georgia ocupa el 32º lugar entre los 49 países europeos en cuanto a la protección de los derechos de la comunidad LGTBI. El 2018 se aprobó una reforma constitucional para definir el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer y aquel mismo año una encuesta del Pew Research Center indicaba que el 94% de los georgianos de entre 18 y 34 años estaban en contra de legalizar los casamientos homosexuales. El año siguiente Tbilisi Pride ya intentó celebrar la marcha del Orgullo, pero la acabaron cancelando también por motivos de seguridad.

stats