La familia de Pedro Rodríguez pide cinco años de cárcel para Peral por sortear las indemnizaciones
López comienza el tratamiento para obtener permisos y Peral pide su expediente para saber si ha admitido el crimen
BarcelonaLa condena por el crimen de la Guardia Urbana, de 25 años para Rosa Peral y de 20 para Albert López, incluía también una indemnización de 885.000 euros que entre ambos debían pagar a la familia de la víctima, el agente Pedro Rodríguez . Cuatro años después de esa condena, Peral se enfrenta a una nueva acusación por supuestamente esconder su patrimonio en un intento de evitar pagar esa indemnización. A la acusación presentada por la fiscalía, que reclama una pena de cuatro años y medio por un presunto delito de levantamiento de bienes, se suma la de la acusación particular, que ejerce la familia de la víctima. Fuentes jurídicas han explicado al ARA que la familia de Rodríguez eleva su petición de condena hasta cinco años de cárcel.
Las acusaciones también señalan al padre de Peral, que supuestamente accedió a poner a su nombre su mitad de la casa de Vilanova y la Geltrú, comprada a medias con su exmarido y donde en el momento del crimen convivía con Rodríguez . Esta mitad de vivienda tiene un valor aproximado de unos 100.000 euros. Peral y su padre presuntamente hicieron lo propio con el coche y la moto de ella, por lo que Peral se quedó formalmente sin patrimonio. Para realizar el traspaso, pidieron que un notario se desplazara a la cárcel de Mas de Enric, cuando Peral ya estaba condenada por la Audiencia de Barcelona ya la espera de que el Tribunal Supremo resolviera los recursos que, finalmente, confirmaron la sentencia.
Los permisos del otro condenado
Mientras, Albert López, el otro condenado por el crimen de la Guardia Urbana, ha comenzado un tratamiento preliminar en la cárcel de Quatre Camins antes de entrar en el programa específico de delitos violentos, un curso que podría abrirle la puerta a permisos penitenciarios, salidas puntuales e incluso un tercer grado. La polémica estuvo servida a finales de abril de ese año, cuando desde la defensa de López confirmaron que el condenado había reconocido los hechos que había negado durante el juicio, un importante paso (pero no definitivo) para acceder a permisos. Sin embargo, a las pocas horas la misma defensa lo desmintió. Lo hizo después de que la otra condenada, Rosa Peral, preguntara exactamente qué había admitido López y cómo le afectaba esto a ella, ya que la sentencia concluye que ambos planificaron y ejecutaron el asesinato de Pedro Rodríguez. Incluso desde la defensa de Peral apuntaron a una revisión de la sentencia.
De hecho, la defensa de Peral ha enviado un escrito a la conselleria de Justicia para acceder al expediente penitenciario de López y saber si realmente admitió los hechos. ¿López lo reconoció ante su equipo de tratamiento? Ésta es una pregunta que sigue sin respuesta. Lo que sí sabemos ahora es que López está haciendo la parte previa al itinerario especializado en delitos violentos, formado por varios programas psicosociales. Si logra superar esta parte previa, el condenado por el crimen de la Guardia Urbana podría acceder a ese itinerario que busca la rehabilitación y reinserción del preso. Por eso, hacer este curso es un elemento que las juntas de tratamiento valoran positivamente a la hora de otorgar permisos. "Nada es automático", avisan fuentes penitenciarias.
En resumen, haciendo este curso López está ganando puntos, pero no todos, ya que hay otros elementos, como el comportamiento dentro de la cárcel, que también pueden jugar a favor del condenado y que por sí solos (habiendo cumplido la proporción necesaria de la pena, que en el caso de López es una cuarta parte, y ya la ha cumplido) pueden suponer la obtención de un permiso sin la admisión de los hechos. López fue condenado a veinte años de cárcel por el asesinato de la pareja de Peral y lleva siete encarcelado. Ella tampoco ha accedido a permisos desde que ingresó en prisión.