Aumenta la adicción al alcohol, la droga más presente y más invisible
Desde hace cinco años, el Projecte Home Catalunya detecta un aumento progresivo y constante del alcohol como principal causa del inicio de tratamiento de adicciones en sus centros. En 2023 supuso el 42% de los casos, la cifra más alta al menos desde 2014. Es una cifra que se corresponde también con lo que explicaba en el último informe, aún con datos de 2022, el Observatorio Catalán de Drogas y Adicciones . Ese año supuso el 45% del total de inicios de tratamiento en los centros públicos y también es la droga que provoca más urgencias en los hospitales, sin contar con que uno de cada tres conductores fallecidos en accidente de tráfico habían bebido más de lo permitido.
Son datos que hacen pensar, porque muestran hasta qué punto tenemos una visión sesgada del mundo de las adicciones y de las drogas. Por lo general, somos muy permisivos con el abuso del alcohol y nos fijamos casi siempre sólo en las drogas ilegales, que efectivamente tienen unos efectos devastadores también entre muchos de sus consumidores. Sin ir más lejos, en Projecte Home, aunque los tratamientos por cocaína han disminuido siete puntos en los últimos cuatro años, todavía son el 45% de los ingresos, ligeramente por encima del alcohol, que, sin embargo, suele estar en ellos ligado, porque sus consumidores suelen ser policonsumidores.
La prevalencia del consumo de alcohol entre la población catalana es muy alta. Según la encuesta Estudes, con datos de 2021, el 61,7% de la población catalana de entre 15 y 64 años había consumido alcohol en los 30 días previos y el 6% reconocían haberse emborrachado, un porcentaje que aumentaba en el 13% entre los más jóvenes. Al igual que ocurre con los usuarios de los centros de desintoxicación públicos o privados, la mayoría de los consumidores son hombres, aunque entre los más jóvenes el consumo es similar o incluso más elevado entre las chicas.
En este contexto, la ONG dedicada a la rehabilitación de drogodependientes quiere poner el énfasis en el papel de las familias. No por culpabilizarlas, sino por ayudarlas a afrontar unos problemas que, especialmente en el caso del alcohol, las hacen sentir muy solas, ya que el entorno social no ayuda: más bien a menudo pone bastones en las ruedas incentivando el consumo. Por eso incluso han abierto un nuevo servicio de orientación familiar a través del cual quieren ofrecer soporte, acompañamiento y sobre todo herramientas para gestionar la relación con los familiares drogodependientes. Es importante porque, por muy buena voluntad que haya, hace falta apoyo profesional para hacer frente a lo que supone esta adicción.
Este año, en este nuevo servicio han atendido a 1.131 familiares. Y un dato importante es que el perfil de los usuarios es mayoritariamente de mujeres. Dos de cada tres personas que realizan acompañamiento y cuidado de los drogodependientes son mujeres, un 65%. Podría parecer lógico en el caso de las parejas, porque hay muchos más hombres ingresados que mujeres, pero en el caso de la familia las madres, hermanas e hijas doblan exactamente el número de padres, hermanos e hijos. hacen cargo. Se reproducen roles que vienen de lejos, pero que demuestran también que hay una parte de la sociedad, la masculina, que vive con mayor irresponsabilidad tanto el consumo de drogas como el cuidado de sus consecuencias.
