Ni Brasil ni Bartomeu habían podido convencer a Xavi

El técnico confirma que la CBF quería que se encargara de la 'canarinha' después del Mundial de 2022

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Joan Laporta y Xavi Hernández

Barcelona"Lo llegaron a negar, pero el Barça me vino a buscar dos veces", comentaba Xavi el día de su presentación como técnico azulgrana. Fue durante los últimos meses de Josep Maria Bartomeu como presidente. Primero en enero, para sustituir a Ernesto Valverde, y después en verano, cuando se buscaba recambio para Quique Setién. En ninguno de los casos quiso ir al Camp Nou porque "sentía que no era el momento". Ahora bien, antes de dar el sí a Joan Laporta, Xavi tuvo otro pretendiente: la selección de Brasil. Una propuesta que también declinó porque, como dejó muy claro en el regreso a Barcelona, él solo quería subirse al tren del Barça.

La historia de la canarinha no era muy conocida, aunque Tite hubiera confirmado que habían hablado con Xavi. Se remonta a antes del verano. La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) todavía tenía que disputar la Copa América, pero ya empezaba a planificar el futuro de la selección a largo plazo. Pensaron en Xavi como relevo de Tite, el actual seleccionador brasileño. La propuesta consistía en convertir a Xavi en la mano derecha de Tite desde la Copa América hasta el Mundial catarí. Su rol sería el de segundo entrenador, pero no tanto para asesorar al técnico como para empezar a familiarizarse con los jugadores y con las rutinas de trabajo de la seleção. De este modo, a principios de 2023, una vez acabado el torneo, Xavi pasaría a ser el primer entrenador de Brasil.

"Mi única ilusión era venir al Barça", respondió en el momento de justificar la negativa a la CBF, que le ofrecía un contrato hasta el Mundial de 2026. Xavi confiaba en que tarde o temprano volvería a Barcelona y sabía que, con Laporta en el palco, y a pesar de la negativa inicial del presidente, se empezaban a mover las piezas para acabar ocupando un lugar en el banquillo del Camp Nou.

Calabazas a Bartomeu

Un lugar que no quiso ocupar antes, a pesar de la insistencia de Bartomeu para que volviera al Barça, ya a principios de 2020. Eran momentos de horas bajas de la directiva, que vivía en un conflicto latente con el vestuario, sobre todo con algunos pesos pesados. "Sentía que no era el momento, que era demasiado pronto", respondía Xavi, evitando dar más detalles. De hecho, recibió en Doha una representación azulgrana formada por Òscar Grau y Éric Abidal, que entonces eran CEO y secretario técnico del club, respectivamente. Xavi declinó la oferta, como también en verano, cuando la junta lo fue a buscar, otra vez, después de comprobar que el fichaje de Quique Setién como relevo de urgencia de Valverde había sido un fracaso estrepitoso. "No era el momento tampoco. Y, además, había unas elecciones de por medio", justificaba el entrenador. Unos comicios en los que el candidato Víctor Font contaba con Xavi como estandarte de su proyecto, a pesar de que el tarrasense optó por no intervenir directamente durante la campaña y acabó restando votos a Font.

Pero ¿por qué llega tan tarde su fichaje? Laporta habría podido contratar al técnico en verano, cuando buscaba un recambio para Ronald Koeman. La versión oficial es que el presidente "quiso dar un margen de confianza" al neerlandés. Ahora, fuentes del club aseguran que detrás de aquella decisión se escondían los problemas económicos para echar a Koeman –más de 10 millones de indemnización– y, también, que no acababa de ver claro que Xavi estuviera preparado para asumir el cargo. El mismo Laporta llegó a decir que lo veía "verde". El proceso se aceleró en septiembre y culminó en noviembre, cuando la situación deportiva pasó a ser "insostenible". "Me gustaría que se hubiera encontrado las cosas más fáciles, pero sabe que tiene toda nuestra confianza. Y si se tuercen las cosas, tendrá nuestro apoyo. Y si se tuercen más, todavía tendrá más", afirmaba el presidente. Dos años después, empieza finalmente la era de Xavi Hernández en el Camp Nou.

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