'The woman in me'

Britney Spears: décadas de secretos de una vida truncada por los abusos

Salen a la luz fragmentos del libro de memorias de la cantante americana, que saldrá publicado el próximo 24 de octubre

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Britney Spears en la actuación de los MTV Video Music Awards de 2000

BarcelonaBritney ya lo advirtió: "¿Are you ready?" La lacónica locución publicada en X el pasado julio era el anuncio de la publicación de su libro The woman in me. Definitivamente, nadie estaba preparado. Su libro de memorias verá la luz este martes 24 de octubre, pero no hace falta esperar a la fecha para conocer algunos de los secretos mejor guardados de la artista. Esta semana la cantante estrella de la década de los 2000 ha concertado una entrevista con la revista estadounidense People y, por si fuera poco, también se han hecho públicas algunas de las exclusivas que se esconden entre las páginas del libro. La vida de Britney Spears no ha sido plácida: abusos, control, explotación laboral, tres divorcios y una tutela de 13 años que hizo temblar las redes con el movimiento #FreeBritney. Pese a ser uno de los relatos más explotados por la cultura pop, siguen saliendo a la luz secretos guardados durante décadas.

Como era de esperar, uno de los temas principales que se abordan entre las páginas de The woman in me es la tutela de su padre y cómo Britney se libró de 13 años de sumisión personal, laboral y económica. Pero antes de que todo esto ocurriera, la estadounidense era la representación del modelo de éxito y, mientras se dejaba llevar por la fama, también tuvo tiempo para mantener una relación durante tres años con otro referente de los 2000: Justin Timberlake.

La pareja de América

Parecía una historia de amor hecha a medida. El chico de la banda juvenil NSYNC coincidió por primera vez con Britney en el plató de la serie infantil The Mickey Mouse Club. Dos años más tarde, la cantante que batía récords con el hit que hoy todavía resuena en los locales, Baby one more time, fue elegida como telonera del grupo de música de Timberlake. Entre las bambalinas de ese concierto se encendió la chispa de algo más que una amistad, y pronto los titulares les anunciarían como "la pareja de América". Pero a pesar de la vida pública que llevaban entre los estrenos de películas, las entregas de premios y entrevistas a la prensa internacional, nunca llegó a salir a la luz que en el 2000 Britney Spears se quedó embarazada.

Britney Spears y Justin Timberlake en Beverly Hills en 2001.

"Él no quería ser padre", afirma Spears. Y después de distintas discusiones, la joven pareja de entonces 19 años tomó la decisión de abortar. Fue un momento muy duro para la cantante, ya que en diferentes momentos de la relación ella se refería a Timberlake como "el amor de su vida" y confiaba en que en algún momento de la vida podrían formar una familia. Pero la idea solo quedó en un sueño de juventud. Dos años más tarde, la pareja rompía definitivamente, y no de la mejor forma. La ruptura volvió a llenar las portadas de las revistas del corazón y los telediarios, pero una vez más un detalle importante no trascendió a los mass media: el cantante de NSYNC dejó a la estrella del pop con un simple SMS.

Víctima del modelo de éxito abusivo

Hoy en día la frase "si Britney pudo con el 2007, puedes superar cualquier cosa" todavía resuena como mantra social. Pero la situación que vivió la estrella estadounidense está lejos de ser banal o anecdótica: fue víctima de un modelo abusivo comercial y patriarcal. Para huir de las presiones discográficas y del control desmedido de la familia, empezó a refugiarse en locales nocturnos y en compañías ajenas que la condenarían a adiciones nocivas. Ese mismo 2007, las imágenes de Britney con la cabeza rapada simbolizaban el final de la imagen de la chica perfecta que el sistema comercial había creado.

James Spears hablando con dos policías en el 2008.

Los medios tampoco fueron demasiado respetuosos: titulares burlones, violaciones a la intimidad para conseguir fotografías de la cantante y banalizaciones constantes de las enfermedades de salud mental, entre muchas cosas más. "Había estado en el punto de mira durante toda la infancia. Me miraban de arriba abajo, había gente diciéndome qué pensaban de mi cuerpo desde que era una adolescente. Raparme la cabeza y portarme mal era mi forma de contraatacar". El relato de la nueva persona en la que la Britney se había convertido fue alimentado, en gran medida, por su padre James Britney, que más tarde asumiría la custodia de su hija durante 13 años.

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