¿Un carné para los ciclistas?

El presidente del RACC, Josep Mateu, ha planteado que en Barcelona sea obligatorio un carné o permiso específico para poder circular en bicicleta o patinete, en el marco de la presentación del tercer Barómetro del Ciclista Urbano de Barcelona.

Esta propuesta, que ha levantado mucha polvareda entre los usuarios de bicicleta y patinete en la capital catalana, tiene origen en el hecho de que este barómetro ha concluido que cuatro de cada diez (un 38% del total, para ser más exactos) usuarios de bicicleta o patinete en la ciudad no conocen la normativa vigente, ni las normas básicas de circulación, ni las ordenanzas municipales que afectan a estos vehículos.

El tercer Barómetro del Ciclista Urbano de Barcelona es el resultado de una encuesta realizada a más de 600 usuarios de bicicletas en los nueve distritos de la ciudad, y aporta algunos datos interesantes, como por ejemplo que el 36% de los entrevistados reconocen que circulan con auriculares puestos, o que el 24% de los ciclistas usan el móvil mientras circulan. Estos porcentajes se disparan en la franja de edad de menores de 20 años, en que el 55% reconoce que utiliza los auriculares mientras circula y el 42% afirma que usa el móvil durante los trayectos. Además, el 21% de los encuestados en este barómetro no tienen timbre en la bicicleta, el 29% no dispone de luz delantera, el 22% no lleva luz posterior y el 56% no usa elementos reflectantes por la noche. Ahora bien, no todo son malos datos, puesto que el uso del casco se ha ido generalizando los últimos años hasta llegar al 56% actual.

En cuanto al uso del vehículo, el 77% de los encuestados aseguran que usan la bicicleta para ir a trabajar, estudiar o hacer compras cotidianas, y el 40% del total asegura tener un aparcamiento seguro en el trabajo donde dejar la bicicleta. El estudio del RACC también concluye que la pandemia ha sido un elemento clave para extender el uso de la bicicleta, puesto que el 12% asegura que la usa para evitar posibles contagios. Este barómetro también apunta que hay que mejorar la seguridad de los ciclistas, mejorando los carriles bici para evitar la sensación de vulnerabilidad que tienen, y segregarlos del tráfico. Curiosamente más del 50% de los ciclistas también creen que la convivencia con los patinetes eléctricos en los mismos carriles bici les genera más inseguridad.

Cristian Bardají, director del área de movilidad del RACC, también pide que, además de las mejoras de las infraestructuras, se ofrezca un Bicing con mejor cobertura y con disponibilidad de vehículos electrificados, sobre todo en los barrios con orografías más complicadas.

Según Josep Mateu, el desconocimiento de la normativa y las imprudencias a la hora de circular se podrían deber al hecho de que el 50% de los usuarios de bicicletas o patinetes provienen del transporte público, y el 32%, de peatones, y que por lo tanto tienen poca formación y experiencia en circulación viaria. En este sentido, pide formalmente a las instituciones responsables, como el Ayuntamiento de Barcelona, la dirección general de Tráfico (DGT) y el Servicio Catalán de Tráfico (SCT), mejoras en la formación de los ciclistas, que podrían pasar por este permiso o carné específico o por programas de educación viaria en los centros educativos catalanes.