Alimentación

Codorníu hace ya todo su cava ecológico y aumenta ventas y beneficios

El grupo cierra el ejercicio con una facturación de 227 M€

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Entrada principal de las cavas de Codorníu en Sant Sadurní d'Anoia, en una imagen de archivo.

BarcelonaLa marca de cava Codorníu ya sólo produce cava ecológico. Así lo ha anunciado este martes el grupo productor Raventós Codorníu, que ha anunciado que ha cerrado el ejercicio 2022-2023 (la compañía cierra sus cuentas anuales en junio) con unas ventas de 227 millones de euros, un 4% más en un año.

Además, el crecimiento de los beneficios antes de impuestos e intereses (ebitda) aumentó un 16% respecto al ejercicio anterior y se sitúa así en torno a los 33 millones de euros. La compañía no ha dado a conocer el beneficio neto, que publicará en diciembre cuando celebre la junta anual de accionistas. Sin embargo, el consejero delegado de Raventós Codorníu, Sergio Fuster, aseguró que los números de la compañía estarán "claramente en territorio verde".

De los 227 millones de volumen de negocio, el cava de todas las marcas representa aproximadamente un 55 % mientras que el 45% restante son vinos tranquilos. Aproximadamente dos tercios de la facturación proviene del mercado español, mientras que el resto son exportaciones.

Más costes por la sequía y la inflación

El grupo vitivinícola ya había convertido en 100% ecológicas otras dos marcas del grupo, Parxet y Raimat, y tiene viñedos orgánicos que abastecen algunas de las 14 bodegas de la compañía, como Scala Dei, Abadia de Poblet, Legaris y Bodegas Bilbaínas. El objetivo de la empresa es realizar toda su producción con uva orgánica. En total, actualmente todas las marcas del grupo venden unos 11 millones de botellas de cava orgánico cada año, un 35% del total mundial, una cifra superior al 13% que el grupo tiene de todas las ventas globales de cava de cualquier tipo.

La transición de Codorníu empezó en 2013 con unos 60.000 kilogramos de uva ecológica, que en 2023 ya eran 5,5 millones de kilos y este último curso han sido unos 18 millones. La producción de uva ecológica es más costosa, porque al no utilizar fertilizantes ni pesticidas químicos se reduce el rendimiento de los viñedos y, además, las alternativas ecológicas son más caras. Según Fuster, el grupo ha añadido a los contratos con los proveedores un "plus de sequía" del 37% de media al precio que paga por la uva, a fin de hacer "sostenible" la actividad de los agricultores. Así, el grupo está pagando entre 0,6 y más de un euro por la uva, en función de la variedad.

La sequera ha sigut un dels problemes més greus que ha afrontat tota l'agricultura aquest any, juntament amb la inflació, que ha disparat alguns costos de producció, com combustibles, electricitat o fertilitzants. La manca de pluja ha retallat de manera molt notable la producció de les vinyes fins a uns 4.500 quilos de raïm per hectàrea de rendiment mitjà, quan en anys normals pot superar els 10.000 quilos.

La sequí ha sido una de los problemas más graves a los que ha hecho frente toda la agricultura este año, junto con la inflación que ha disparado algunos costes de producción, como combustibles, electricidad o fertilizantes. La falta de lluvia ha recortado de forma muy notable la producción de los viñedos hasta unos 4.500 kilos de uva por hectárea de rendimiento medio, cuando en años normales puede superar los 10.000 kilos.

Más ventas a la restauración

La empresa ha asegurado que la campaña publicitaria de estas próximas Navidades (el momento de más ventas de cava del año) será una continuación de la de 2022. Raventós Codorníu ha hecho "una apuesta por la gama media y alta", lo que explica el "crecimiento significativo" de la facturación, ha indicado Fuster.

En este sentido, Codorníu quiere huir del modelo de negocio basado en volumen de ventas y apostar por el "valor", ha añadido el consejero delegado de la empresa. "Nuestros competidores no son el resto de cavas. Tenemos un gran competidor que es el champán", ha dicho, en relación con la apuesta por subir la calidad y, por extensión, el precio de los espumosos del grupo.

En este sentido, Fuster ha valorado positivamente que las ventas a la restauración ya supongan un 52% del total. La hostelería es el canal donde tienen más salida los vinos de mayor calidad, lo que refuerza la apuesta de Codorníu.

Teniendo en cuenta la buena marcha del grupo, Fuster ha dejado la puerta abierta a nuevas compras. A pesar de los beneficios, también ha asegurado que el accionista mayoritario, el fondo estadounidense Carlyle, no se plantea por el momento vender su participación a corto plazo y tampoco "no prevé un reparto de dividendos" este año, sino reinvertir las ganancias en la empresa.

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