Consultorio empresarial

¿Cómo explico a mis trabajadores que no puedo subirles el sueldo?

La consultora Alexandra Masó plantea cómo encarar una negociación salarial cuando la empresa no puede permitírsela

2 min
Imagen de archivo de una oficina en Barcelona.
  • Con la subida de costes, mi empresa ha visto caer los márgenes hasta el límite. Los trabajadores me piden una subida de sueldos para hacer frente a la inflación, pero esto nos dejaría en pérdidas y, por tanto, no puedo hacerlo. ¿Cómo se lo cuento?

Si se trata de una subida salarial pactada, por convenio o que se haya instaurado y se haga cada año, lo más adecuado es hablar con un asesor laboral para decidir cuál es la mejor manera de proceder. Por el contrario, si estamos hablando de una petición puntual hecha por las trabajadoras y trabajadores, existen dos herramientas que te facilitarán transformar esta conversación nada agradable en una oportunidad de unir al equipo.

Por un lado, crea una propuesta. ¿Qué les ofrecerás? Una subida de sueldo queda claro que no, pero un acuerdo satisfactorio implica que todas las partes ganen algo. Pregúntate por qué quieren la subida de sueldo. Quizá por pagar las facturas, por no renunciar a su ritmo de vida o por conseguir ahorrar. Por cada respuesta a la que llegues vuelve a preguntarte el porqué. Por ejemplo, ¿por qué quieren ahorrar más? A esta técnica se la conoce como mayéutica y la instauró Sócrates. Te interesa encontrar una respuesta con la que puedas llegar a un acuerdo. Quizás no puedes subir sueldos, pero sí puedes ofrecer unas horas de asesoramiento con tu gestor a los trabajadores que lo deseen. Tienes que ganar tú, pero también ellos.

La segunda herramienta que tienes es el discurso emocional. La relación de los humanos con el dinero es compleja y sobre todo... emocional. Por muy buenas razones que tengas para negarte a la subida de sueldos debes adaptar estos motivos a un registro emocional. Por tanto, enumera todas las razones objetivas por las que sabes que no es factible un incremento de salarios. Por ejemplo, porque implica un aumento del 7% de los costes o porque significa prescindir de una persona. Por cada uno de estos argumentos plantea qué ganan los trabajadores o qué pierden. Algunos argumentos serán contundentes, otros rebuscados. Ten preparados unos cinco argumentos emocionales que te satisfagan y utilízalos para abrir y cerrar la conversación.

En definitiva, adáptate para ganar y para ganar todos.

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