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Matriotismo de la Segarra

Matriotismo de la Segarra

NOEMÍ VILASECA
2 min
La escritora, traductora y editora segarrenca Anna Punsoda relata el regreso a casa en La terra dura (Pòrtic, 2023).

PeriodistaEs la matriota de Poniente. Una de las tres impulsoras del proyecto intelectual y político que llaman matriotismo, preconizado en el manifiesto Por un nacionalismo feminista, que ha cristalizado este año en el libro colectivo Matria o barbarie (Ángulo Editorial). Periodista, escritora, traductora y editora, Anna Punsoda y Ricart (Concabella, 1985) es una mujer comprometida con el independentismo, la lucha feminista, la lengua y sus raíces.

Leyendo Maria-Mercè Marçal llegó a un texto que “opone a la patria que los hombres defienden con urco de guerra una matria que provee y cuida”. ¿Hasta qué punto el patriotismo y la articulación teórica del catalanismo habían sido sólo algo de varones? Esto le llevó a coincidir con las demás matriotas, Júlia Ojeda y Marta Roqueta, cuando buscaban “maneras de reconstruir el fracaso del Proceso”. Una de las vías con las que ella confía trabajar es a través de Al mismo tiempo, “un partido sin las servidumbres propias del sistema autonómico” que empuja desde el equipo de dirección.

Esta militancia la ejerce desde los Plans de Sió, en la Segarra, donde ha decidido volver para instalarse con su familia, después de una década en Barcelona. Como decía Guillem Viladot, tal y como Punsoda recoge enLa tierra dura. Regreso al corazón de Cataluña (Pórtico, 2023), sólo somos libres si nos reconciliamos con nosotros mismos. Al tener hijos, buscaba estabilidad y una red, "una comunidad un poco fuerte, que no tenía en Barcelona", y una vida con mayor horizonte que el pago del alquiler. Lo cuenta en el libro con el que la escritora quiso tejerse "un relato que no fuera de derrota".

“Está claro que había dinámicas patriarcales y de cierto cierre en el lugar donde me crié, como se encuentra todo el mundo que ha crecido en un entorno rural en los años 90”. Era un mundo al que ella quería volver a su manera, quedando al margen de los vicios de todo pueblo. A veces necesitamos distanciarnos del propio universo para releerlo, al igual que Claustro, protagonista de su premiada novela Las camas de los demás (Amsterdam, 2018), que empezó a digerir lo que llevaba dentro cuando se alejó de Lleida. "La independencia emocional te da la libertad creativa y ahora tengo la sensación de que soy emocionalmente independiente", asegura. En cada libro, esta segarrenca hace un duelo.

Desde las Pallargues, donde vive, brega también para que en su comarca pasen cosas que valgan la pena. Con la Asociación Cultural Amigos del Castillo de Concabella, participa en la organización de una programación cultural estable. Para la Espitllera Fórum de Estudios Segarrencs, recoge maneras de criar y vivir la sexualidad de los años 50, 60 y 70 en la comarca por medio de entrevistas a personas mayores. Paralelamente, colabora con el premio literario 7lletres de relats breus, el mejor dotado de los Països Catalans... En su reportaje literario sobre la Segarra, Anna Punsoda habla de francotiradores culturales que combaten la degradación del patrimonio local, pero se deja un nombre. En paz con su propia esencia, ella es una que su tierra ha recuperado.

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