Mojón tecnológico gerundense: manzanas que se conservan de un año para otro

GeronaUna de cada tres manzanas de Cataluña y una de cada cinco del Estado se producen en las comarcas gerundenses. Son la manzana de Girona, una indicación geográfica protegida (IGP) que agrupa a tres empresas: Girona Fruits, de Bordils, Giropoma Costa Brava, de Ullà, y Fructícola Empordà, de Sant Pere Pescador. Pese a la sequía, los ochenta productores que agrupan la IGP han logrado este 2023 casi mantener la producción respecto al año pasado. Esto es, sobre todo, gracias al incremento de la superficie con manzanos, mientras que, año que ocurre, menos productores se dedican al negocio –hay una concentración de la propiedad–. Pero el aumento de producción planteó hace una década un problema: ¿cómo conseguimos mantenerlas en perfectas condiciones durante más tiempo?

Fructícola Empordà encontró la solución hace ocho años haciendo prospección por Europa: una tecnología pionera y única en el Estado que les permite mantener "todas las cualidades de la manzana" durante un año. Se trata de la tecnología de Control Avanzado de la Respiración de la Fruta (ACR, en inglés), un sistema de control de oxígeno monitorado que mantiene la fruta "al límite de la vida". Así lo explica Miquel Roig, director de la empresa de Sant Pere Pescador, quien señala que "la manzana es una fruta muy agradecida porque tiene mucho tiempo de vida". Ahora bien, con cámaras frigoríficas hace 50 años sólo conseguían alargar su vida unos dos meses. Después entraron hace 20 años los sistemas de reducción del oxígeno, pero tenían el problema de que no controlaban si una manzana estaba o no estresada y era inviable hacerlas durar un año en buenas condiciones.

Capacidad para guardar 25.000 toneladas de manzanas

Con la tecnología actual, Fructícola Empordà tiene una capacidad de almacenamiento de 13,5 millones de kilos de fruta. Es el doble de hace ocho años. Fue entonces cuando inauguraron los primeros 24 cuartos para 7,5 millones de kilos de manzanas. Y ahora, con una inversión de 6,5 millones de euros en la construcción de una nueva nave, tienen otras 17 cámaras para conservar 6 millones de kilos de manzanas. "A nosotros, más que manzanas, lo que nos compran es el servicio -puntualiza Roig-. Nos interesa poder dar servicio a nuestros clientes durante todo el año y que no haya una pérdida de la calidad".

Este aumento de espacio de almacenamiento y conservación ha llevado a la empresa a poder duplicar su producción en la última década: pasando de cosechar 12 millones de kilos de manzanas, a una cosecha anual cercana a los 25. Esto significa que alrededor de la mitad de la producción puede durar de un año para otro. El resto, se conservan en 31 cuartos restantes con otros tipos de tecnologías de conservación. Fructícola Empordà se inspiró en el sistema implantado por la compañía Van Amerongen, en los Países Bajos, pionera en el sector de la conservación de frutas y verduras.

La tecnología ACR permite ajustar de forma automática los niveles de oxígeno del interior de la cámara frigorífica y es capaz de medir la respiración de toda la fruta almacenada en ella. A diferencia de la tecnología de atmósfera dinámica, a partir de la cual se baja la concentración de este elemento químico al mínimo para ayudar a la conservación del producto, el ACR trabaja con un algoritmo que cada día determina y regula la cantidad necesaria de oxígeno, que está a niveles muy bajos. De esta forma, la manzana no se oxida y se puede conservar más de un año. Una de las principales ventajas, además, es que esta tecnología reduce de forma considerable los gastos energéticos de refrigeración porque la manzana produce tres veces menos calor de lo habitual.

Un sector "bien vivo"

Para el presidente de Fructícola Empordà, Agustí Heras, tener capacidad de almacenar una producción de 23.000 toneladas de manzanas significa "que el sector de la manzana está bien vivo" en las comarcas gerundenses. Cree que la inauguración de la nueva nave también es "la consolidación de la empresa dentro del territorio en cuanto a superficie y volumen de producción". La empresa se creó hace 50 años y cultiva cerca de 550 hectáreas en torno al espacio de influencia de los Aiguamolls de l'Empordà, una zona protegida.

En los últimos años, se ha hecho una tarea activa para intentar mitigar los efectos del cambio climático, con la implantación de riego automático para gastar menos agua, la reducción de productos fitosanitarios, la implantación de mallas en torno a las plantas y aplicando normas técnicas de producción integrada.