Todo lo que no sabías sobre la macroplanta fotovoltaica que reducirá 250.000 toneladas de CO₂

Una superficie de 290 hectáreas, 300 MW de potencia pico y una producción anual de unos 515 GWh de energía renovable –el equivalente al consumo eléctrico de 157.100 hogares–. Éstas son tan sólo algunas de las cifras que hay detrás de la nueva planta fotovoltaica que Naturgy está construyendo en el municipio extremeño de Campo de Arañuelo, que simboliza asimismo la gran transformación de la compañía, que tras destinar 1.730 millones de euros en 2023 a la generación de energía renovable, de cara a 2025 busca alcanzar un 48% de potencia instalada renovable. También destaca el hecho de que durante la fase de obras y para la operación de la planta (que se prevé que empiece a funcionar en 2026) se crearán más de 1.000 puestos de trabajo directos e indirectos.

442 MW renovables sólo en Extremadura

Con esta nueva infraestructura, que se une a los parques eólicos Merengue y Merengue II (en Plasencia) ya las plantas fotovoltaicas Miraflores (Castuera) y Puerta del Jerte (Plasencia), la compañía gasista sumará un total de 442 MW renovables en Extremadura. A la cartera de proyectos de la firma en la comunidad autónoma aún hay que sumar otras tres plantas fotovoltaicas –Encinar I, Los Naipes y Los Naipes II–, que se encuentran en período de construcción y cuentan con una potencia instalada conjunta de 150 MW.

Es un total de nueve proyectos en tierras extremeñas, en diferentes fases de desarrollo pero que suman una potencia de 651 MW y que se prevé que alcancen una producción global de más de 1.300 GWh al año, que se corresponde con el electricidad que consumen cerca de 400.000 hogares.

Extremadura se convierte, por tanto, en uno de los territorios donde Naturgy ha decidido materializar su apuesta por la neutralidad climática, un hito en el que lleva años trabajando, haciendo énfasis sobre todo en el avance hacia un mix energético más sostenible, fundamentado en su cartera renovable. Por ello, en este sentido, la estrategia de la compañía para los próximos años se centra en seguir creciendo en energías renovables, tanto en generación eólica y solar como desarrollando proyectos de biometano e hidrógeno verde. Y es que Naturgy ha logrado el compromiso de ser uno de los actores clave en la transición energética hacia un modelo de economía circular y descarbonizado, lo que promovió que, durante 2023, el grupo destinara un 90% de su inversión a proyectos de transición energética.

La transición energética como oportunidad

Naturgy ha asumido la transición energética como oportunidad, priorizando siempre el equilibrio que debe existir entre suministrar una energía limpia y garantizar el suministro a un precio asequible. De ahí que haya enfocado su modelo de negocio en garantizar el suministro de energía competitiva, segura y sostenible que apuesta por las energías y los gases renovables. Y dado que los objetivos también hay que alcanzarlos de puertas adentro, desde 2017 la multinacional ha reducido un 39% sus emisiones directas de gases de efecto invernadero, un 36% la intensidad de CO₂ en generación de electricidad y un 39% % el consumo de agua. En 2023, el 37% de su potencia instalada era renovable.

Se trata sin embargo de un compromiso con la neutralidad ambiental que va más allá de los requisitos legales marcados por la directiva europea de comercio de emisiones, tal y como prueba la puesta en marcha en 2014 de la Iniciativa COmpensa2, a través de la que la compañía compensa las emisiones producidas en sus diferentes centros de trabajo y durante los viajes de empresa de sus trabajadores, en cuyo marco durante 2023 se compensaron más de 15.900 toneladas de CO₂ equivalente.