Energía

Nueva York descubre la bomba de calor contra el cambio climático

Los edificios producen un tercio de las emisiones de la ciudad

ARA
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El centro de Manhattan, en Nueva York, con el Empire State Building en medio.

BarcelonaLa ley municipal de Nueva York establece que los grandes edificios, de más de 2.320 metros cuadrados –hay unos 50.000 en la ciudad–, deben reducir un 40% sus emisiones en el 2030. La solución que se está imponiendo en la ciudad son las bombas de calor, un sistema de aire acondicionado y calefacción mucho más eficiente y limpio que utilizar combustibles fósiles.

Las bombas de calor funcionan con electricidad y son la mejor opción para reducir las emisiones de los edificios. De hecho, los inmuebles son los causantes de un tercio de las emisiones en la ciudad estadounidense y adoptar esta tecnología es la gran opción. Según informa el The New York Times, los usuarios de la eléctrica Con Edison han encargado más de 30.000 instalaciones de bombas de calor en la ciudad. Y en todo el estado se instalaron casi 23.000 de estos sistemas en 2022, el triple que el año anterior.

El sistema reduce las emisiones en la ciudad, aunque en EE.UU. todavía se produce electricidad con combustibles fósiles. Esto desplaza las emisiones a los sitios de generación eléctrica, pero el país está haciendo también su transición con un crecimiento de las renovables, tanto hidráulica como eólica y fotovoltaica.

Sin embargo, el paso a los sistemas de bomba de calor tiene sus inconvenientes. Uno es la dimensión de los edificios. Es fácil de instalar en casas pequeñas, pisos y apartamentos, pero es más difícil en los grandes edificios de la capital neoyorquina. Además, las bombas de calor funcionan por sistemas de aerotermia o geotermia. En el segundo caso, en Nueva York, son bastante difíciles de instalar, ya que el subsuelo está lleno de tuberías de todo tipo, instalaciones y túneles del metro. La aerotermia desplaza el calor del aire mientras que en el caso de la geotermia se utiliza el subsuelo, con una temperatura mucho más estable.

El otro gran problema es saber si la red eléctrica está preparada. La electrificación en la ciudad se está haciendo paulatinamente y la empresa de energía Con Edison está invirtiendo en la red para prepararla para la nueva demanda, según explicó al The New York Times Jen Hensley, vicepresidenta de la empresa. Por el momento, dice el rotativo neoyorquino, la red está preparada.

Otro problema para este cambio es el precio. Instalar una bomba de calor en un edificio unifamiliar puede costar unos 20.000 dólares. Pero, según explica el diario de Nueva York, existen opciones de financiación. Hasta 2032 existe un crédito fiscal federal de hasta 2.000 dólares por la instalación y el programa Clean Heat del estado de Nueva York ofrece descuentos a través de las empresas eléctricas que pueden comportar un ahorro de entre 8.000 y 12.000 dólares. Además, también existen ayudas para hogares de rentas medias y bajas.

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