Prueba del Kia Picanto 2025: la verdadera definición de coche práctico
La versión más actualizada del modelo de acceso a la marca coreana destaca por su diseño, tecnología y espacio interior, a pesar de su longitud de tan sólo 3,60 metros

Quiero empezar la prueba del Kia Picanto 2025 dejando clara una cosa: cuando en el título digo que este vehículo es la verdadera definición de coche práctico sé perfectamente que no es así para todos aquellos que tengan hijos y necesiten un vehículo muy espacioso, o incluso todo para aquellos que midan muchos más kilómetros por autopista que por ciudad. En estos casos el segmento estrella actualmente es el de los SUV (en todas sus formas y tamaños), aunque también lo ha sido el de los monovolúmenes o berlinas.
Pero, como no todo el mundo viaja mucho o tiene grandes necesidades de espacio, es una realidad que a mucha gente le resultaría más que suficiente con un coche pequeño como este Kia Picanto. Y es que basta con echar un vistazo al pasado reciente, cuando, en nuestro país, se vendían fantásticamente bien vehículos como los Peugeot 107, Toyota Aygo, Citroën C1, Ford Ka, Opel Agila o Renault Twingo. Actualmente, muchos de estos modelos han desaparecido o son testimoniales, y los que todavía se defienden son Fiat 500, Hyundai i10, Fiat Panda, Toyota Aygo X o Kia Picanto que hoy nos ocupa.
Aunque todos estos coches tengan longitudes claramente por debajo de los cuatro metros, están muy bien aprovechados y, en cuanto a equipamientos, suelen incorporar muchas de las tecnologías que utilizan sus hermanos mayores. Eso sí, su precio también ha subido notablemente en los últimos años.
Kia Picanto 2025: evolución más que revolución
El actual Kia Picanto no es una nueva generación, sino uno restyling de la que había hasta ahora. Pero la marca coreana no se ha limitado a aplicar algunos pequeños cambios estéticos, sino que ha renovado el diseño hasta el punto de que casi podría decirse que estamos delante de un coche completamente nuevo. Esto es muy notable en la parte delantera, que ahora luce el lenguaje de diseño Opposites United que hemos visto en modelos como el Kia EV9 y que destaca por mostrar una parte frontal realmente contundente.
La parrilla Tiger Nose se integra perfectamente con la firma lumínica de las ópticas led, que están dispuestas en formato horizontal en el centro y vertical en los laterales. Todo junto con un parachoques de enfrente renovado que, en el caso del acabado GT-Line de nuestra unidad de pruebas, aporta una marcada sensación de deportividad.
No se puede esperar el mismo nivel de renovación estética en la parte lateral, mucho más continuista pero que estrena diseños de llantas (de 16 pulgadas, en esta versión) y cuatro nuevos colores. Por último, la parte trasera replica el mismo esquema que la delantera y apuesta por unos pilotos conectados entre sí a través de una moldura horizontal y una firma lumínica vertical que aportan una notable sensación de ancho.
Un interior pequeño, pero práctico y tecnológico
El Kia Picanto es el modelo de acceso a la gama de la marca coreana, por lo que es el más sencillo de todos (pero también el más económico). Sin embargo, esto no se traduce en un coche al que se le puedan echar de menos tecnologías de seguridad o conectividad, e incluso se puede decir que ofrece una habitabilidad destacable a pesar de su longitud de tan sólo 3,60 metros y su ancho de 1,59.
El salpicadero es de estilo clásico, con un diseño de la consola central muy vertical y que integra los mandos físicos del climatizador y el sistema de carga inalámbrica para el teléfono. Pero la tecnología está bien presente a través de la pantalla de 4,2 pulgadas que hace de instrumentación digital y del monitor central táctil de 8 pulgadas que integra el navegador, la conectividad con Android Auto y Apple CarPlay, las actualizaciones en remoto y otras funciones de infoentretenimiento.
En cuanto a la ergonomía, a pesar del tamaño contenido del Picanto, la posición de conducción se encuentra fácilmente y los asientos de enfrente resultan bastante cómodos, incluso para conductores altos. Eso sí, en muchos casos, los materiales son plásticos duros, aunque con una buena calidad percibida.
El espacio en las plazas traseras, contrariamente a lo que se podría pensar, es suficiente, y dos adultos pueden viajar sin complicaciones. No sobra espacio para las piernas o para la cabeza, pero tampoco falta y eso es muy destacable en un vehículo así de pequeño. Eso sí, el ocupante que viaje al asiento central (porque sí, este Kia Picanto está homologado para cinco pasajeros) no querrá que el trayecto sea demasiado largo.
Por último, conviene destacar que el maletero ofrece una capacidad de 255 litros, cifra más que suficiente para llevar las bolsas de la compra o incluso para realizar algún viaje. Además, si abatimos los asientos posteriores (en la clásica disposición 60:40 ) obtenemos una capacidad de 1.010 litros.
Sólo dos motores y ambos atmosféricos.
La gama de motores del Kia Picanto 2025 deja bien clara su voluntad de ser un coche sencillo, práctico y lo más económico posible. Precisamente por este motivo aquí no encontramos rastro de electrificación, ni siquiera mecánicas con turbo. Los dos únicos motores disponibles son un 1.0 atmosférico de tres cilindros con 63 CV y otro bloque de 1.2 litros también atmosférico pero con cuatro cilindros y 79 CV.
Lo que sí puede escogerse es un cambio manual automatizado para ambos propulsores, así como un cambio manual de cinco velocidades como el que equipaba nuestra unidad de pruebas. En cualquier caso, los consumos van desde los 5,1 litros de la versión de acceso hasta los 5,6 de la más equipada y potente, cifras no muy destacables y que, por el tamaño y el planteamiento del coche, incluso resultan elevadas. En la práctica, eso sí, es bastante sencillo conseguir consumos inferiores a los seis litros en casi cualquier circunstancia.
Lo que hay que tener bien presente a la hora de plantearse la compra de un Kia Picanto es que sus motores son atmosféricos, por lo que ni son los que menos ruido transmiten al habitáculo ni los que más corren. Pero sin embargo se defienden con solvencia en cualquier terreno. Sea como fuere, la versión de 63 CV sólo es recomendable si tenemos previsto movernos la mayor parte del tiempo por entornos urbanos; la de 79 CV es la más indicada para un uso mixto entre ciudad y carretera/autopista.
Un coche alegre y juguetón
Debo reconocer que me gusta, y mucho, conducir coches como ese Kia Picanto. En primer lugar, porque, al ser coches pequeños, no tienes la sensación de conducir un monstruo como a veces ocurre en los SUV más grandes de la mayoría de los fabricantes, sino más bien un coche del tamaño de los que poblaban nuestras calles hace unos cuántos años. Y, en segundo lugar, porque es un coche que casi todo es manual: cambio de marchas con cinco velocidades, embrague, freno de mano de palanca... pueden parecer detalles insignificantes, pero realmente es la esencia del automóvil tal como lo hemos conocido casi siempre.
Sin embargo, no es que todos estos elementos sean manuales para que Kia sea una marca nostálgica, sino porque equipar en un coche tan pequeño sistemas como el freno de mano eléctrico, un motor híbrido o un cambio automático de doble embrague haría que el precio final se disparara excesivamente. En cualquier caso, el Kia Picanto es un coche muy práctico y juguetón a la hora de moverse por la ciudad, con una buena visibilidad, un asistente de aparcamiento con cámara que todavía nos facilita más las maniobras de estacionamiento, una dirección suave y una suspensión blanda y cómoda ideal para afrontar las sacudidas de las ciudades.
Precisamente por este motivo resulta tan sorprendente que fuera del entorno urbano el Picanto se defienda tan bien, especialmente con el motor de 79 CV. No se pueden esperar aceleraciones fulgurantes (pasa de 0 a 100 km/h en 13,1 segundos, que se convierten en 15,4 en la versión menos potente), pero una vez lanzado mantiene la velocidad de crucero sin sufrir y se muestra realmente apamado y estable. Todo, en parte, gracias a su reducido peso de menos de 1.000 kilos en todas las versiones.
En cuanto a seguridad, a pesar de ser un coche pequeño tiene un buen puñado de asistentes a la conducción: frenado de emergencia en ciudad, detección de ciclistas o peatones, control de frenado en curvas, sistema de alerta y asistente de cambio involuntario de carril, detector de cansancio y sistema de gestión de estabilidad (VSM), entre otros.
Conclusión de la prueba del Kia Picanto 2025
El segmento de los coches pequeños siempre me ha parecido muy interesante, porque ofrece opciones realmente atractivas en cuanto a diseño, equipamiento, seguridad y tecnología sin tener que comprar un coche enorme que no hay ninguna parte y que tiene un precio desmedido.
Este Kia Picanto representa a la perfección lo que digo: tiene un diseño atrevido, un interior tecnológico y bien construido, se mueve con agilidad por cualquier entorno y ofrece un espacio interior destacable a pesar de su longitud de tan sólo 3,60 metros . Eso sí, utilizar motores atmosféricos le penaliza a la hora de ahorrar gasolina, y además su precio ya no es tan económico como hace unos años: la gama arranca en 15.060 euros y nuestra versión se acerca peligrosamente a los 19.000.