Tribunales

Siete años de cárcel para dos mossos que agredieron y detuvieron ilegalmente a un joven en el Raval

La Audiencia de Barcelona concluye que "el uso de la fuerza fue innecesario, excesivo y desproporcionado"

ARA
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Barcelona"El uso de la fuerza fue innecesario, excesivo y desproporcionado". Con esta contundencia, la Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro agentes de orden público de los Mossos d'Esquadra por haber detenido de forma violenta a un joven en el barrio del Raval de Barcelona en noviembre del 2020, en plenas restricciones por la pandemia y cuando ya había pasado la hora del toque de queda. Las penas impuestas, aunque más bajas que las que pedía la Fiscalía y las acusaciones, también son contundentes: siete años de cárcel para dos de los policías por los delitos de lesiones, detención ilegal, delito contra la integridad moral y falsedad documental, puesto que los jueces consideran probado que tras los hechos los agentes falsearon el atestado para explicar una versión totalmente contraria a la realidad. La Audiencia ha condenado a un tercer mozo a un año de cárcel y el cuarto a una multa. Todos tendrán que indemnizar al joven con 14.000 euros cada uno. En paralelo, el departamento de Interior ha suspendido de empleo y sueldo a los cuatro agentes, ya que hasta que la sentencia no sea firme no puede expulsarlos.

Los hechos ocurrieron la noche del 13 de noviembre del 2020 en unas calles del Raval casi desérticas por el toque de queda. El joven y dos amigos caminaban por la calle sobre las 23.30 h cuando una patrulla les avisó de que no podían estar allí a esa hora. Después, el grupo se dirigió hacia la plaza Nou de Dulce, donde había una "aglomeración" de jóvenes. En ese momento, según reconoció la víctima durante la declaración en el juicio, apareció una nueva patrulla, formada por los agentes acusados, que les pidieron "dos veces" que se detuvieran. "Creíamos que se lo decían a los jóvenes que había en la plaza", explicó. "Él [el cabo que protagonizó la detención violenta] venía muy alterado, gritando, y nos asustamos", afirmó. El joven reconoció que reprochó al agente que les detuviera a ellos que no hacían nada y no a los demás jóvenes.

"Un comentario puede ser desafortunado, pero no puede generar la respuesta policial que generó", concluye ahora la sentencia. Para llegar a esta conclusión, ha habido un elemento clave: un vídeo de esa noche que rápidamente se viralizó en las redes sociales. Se ve al grupo de jóvenes contra una persiana mientras los agentes les identifican. De repente, uno de los mossos se encara con el denunciante y le golpea un golpe en la cara. Luego, lo coge, lo echa al suelo de forma violenta y lo reduce. El joven grita "ayuda!" y se intenta resistir a la presión del agente. Finalmente, otros cuatro policías se colocan encima de ellos para reducirlo del todo y detenerlo. "Después me echaron de mala manera dentro del vehículo policial", declaró el joven, que sufrió varias lesiones y un cuadro de estrés postraumático. "Sabía que lo que me estaba haciendo no era humano y, cuando empecé a pedir ayuda, me siguieron torturando. Sentía que me estaba muriendo", afirmó en sede judicial. En ese momento, mientras era inmovilizado en el suelo, los agentes le vejaron diciéndole al oído frases como "eres basura, una mierda". El vídeo lo grabó una vecina que durante el juicio apoyó la versión de la víctima. En cambio, durante el juicio, los mossos defendieron su actuación.

Inicio del juicio contra los cuatro mossos d'esquadra.

El joven fue detenido bajo la acusación (ahora se ha demostrado falsa) de haber pegado una patada al cabo. En el atestado, los agentes dejaron escrito que "había un grupo de tres personas sudamericanas, alterados, agresivos, abucheando a los agentes y desobedeciendo sus indicaciones". Ahora la sentencia de la Audiencia de Barcelona concluye que "los agentes faltaron a la verdad en la narración de los hechos", y añade que no había "ninguna necesidad de realización de estas acciones que atentaron contra la integridad moral" del joven, "que no podía esperar a que la policía, garante del cumplimiento de sus derechos y de su seguridad, actuara de esta manera". Asimismo, considera probado que el chico fue detenido sin haber cometido ningún delito, y "no de forma transitoria y breve, sino desde las 23.30 horas en las que suceden los hechos hasta las 12.30 del día siguiente", aunque los agentes podrían haberle dejado en libertad.

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