Pandemia

Las vacunas de Pfizer y Moderna pueden generar anticuerpos que provocan falsos positivos

Un estudio de ISGlobal alerta de que se pueden sobrestimar el número de infecciones en personas vacunadas

ARA
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La vacuna de Pfizer

BarcelonaLa cifra de casos positivos de covid entre personas vacunadas se podría estar sobrestimando si no se usan las pruebas diagnósticas adecuadas, según un estudio de ISGlobal. El equipo investigador detectó que algunas vacunas de las que se han administrado para hacer frente al coronavirus pueden generar anticuerpos capaces de reconocer un antígeno viral que no está incluido en la vacuna. En un porcentaje considerable de personas inmunizadas con Pfizer y Moderna, que tienen como diana la proteína Spike del SARS-CoV-2, se detecta un incremento de anticuerpos capaces de reconocer un fragmento de otra proteína viral (la proteína N). Este hallazgo inesperado tiene implicaciones para la detección de supuestas infecciones en personas vacunadas y muestra que podría estarse subestimando la efectividad de las vacunas.

Todas las vacunas aprobadas para ser utilizadas en Europa emplean como antígeno la proteína Spike del SARS-CoV2 y, en consecuencia, inducen la producción de anticuerpos dirigidos contra esta proteína. Por eso, para saber si una persona vacunada ha sido infectada, se miden anticuerpos contra otras proteínas virales no incluidas en la vacuna, como por ejemplo la proteína N (nucleocápside). "Con la aparición de nuevas variantes con potencial para evadir la inmunidad, coge especial importancia el hecho de poder medir el número de personas vacunadas que se infectan", explica Carlota Dobaño, primera autora del estudio.

Desde el inicio de la pandemia, Dobaño y su equipo han estado siguiendo de cerca la producción y duración de anticuerpos contra diferentes antígenos virales en dos cohortes de personal sanitario en Catalunya (SeroCov y CoviCatCentral). En este estudio, realizado en colaboración con el Institut Català de la Salut Catalunya Central y recogido por el ACN, describen un hallazgo inesperado: las vacunas en base de ARNm (Pfizer/BioNTech y Moderna) inducen la producción de anticuerpos que no solo reconocen la proteína Spike, sino que también pueden reconocer una región de la proteína N (la región C terminal) del SARS-CoV- 2.

El equipo investigador observó que, después de la vacunación, se daba un aumento significativo de anticuerpos IgG capaces de reconocer el fragmento C terminal de la proteína N en un porcentaje considerable de casos (en el 36% de personas que recibieron la vacuna de Moderna y en el 13% de personas que recibieron la de Pfizer). La vacuna de Moderna también indujo un aumento de anticuerpos capaces de reconocer la proteína N entera, aunque en un porcentaje más bajo de personas. "Este fenómeno no parece que se deba a una reactivación de la inmunidad adquirida previamente por una infección, puesto que se observó tanto en personas con infección previa como en personas que no habían estado infectadas", explica Gemma Moncunill, autora sénior del estudio.

La hipótesis más probable, según las investigadoras, es que la vacunación con Spike puede inducir anticuerpos con reactividad cruzada hacia el fragmento C terminal de la proteína N. Estos resultados son relevantes a nivel de salud pública, puesto que se ha propuesto utilizar la proteína N para detectar infecciones en personas vacunadas. "Esto podría comportar una sobreestimación de fallos vacunales, puesto que un porcentaje considerable de casos se clasificarían equivocadamente como infecciones asintomáticas", explica Dobaño. En consecuencia, se subestimaría la efectividad de la vacuna frente a infecciones. Las autoras concluyen que la proteína N (o, en todo caso, el fragmento C terminal) no es una buena candidata para detectar fallos vacunales, y que lo mejor es usar una combinación de múltiples antígenos virales. Esto permitirá una mejor evaluación de la efectividad de las vacunas.

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