Aragonès reclama a Sánchez desvincular el diálogo del papel de ERC en el Congreso

Insta al presidente español a demostrar su "compromiso" con la negociación y a no ponerse de "perfil" como hizo Rajoy

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Pedro Sánchez y Pere Aragonès entrando en  la Moncloa.

BarcelonaUno de los principales problemas que ha tenido la mesa de diálogo es que ha estado constantemente sometida a las presiones de cada momento político. El gobierno español, por ejemplo, flirteó con la idea de dejar de reunirla si Esquerra no aprobaba los presupuestos generales del Estado. Ahora, ante la nueva fase de parálisis en la que se encuentra la mesa de negociación, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha exigido al presidente español, Pedro Sánchez, que desvincule el diálogo del día a día en Madrid. Es decir, que se pueda reunir al margen de si ERC apuntala o no la gobernabilidad en el Estado. "La negociación para resolver el conflicto político no depende de ir votando a favor cada ley que presente el gobierno del Estado en el Congreso", ha expresado. Las palabras del jefe del Govern no han sido casuales: este jueves los republicanos votarán en contra de la convalidación de la reforma laboral en el Congreso y Aragonès no quiere que esto afecte a las conversaciones sobre el conflicto político.

Pronto se cumplirá un año de las elecciones del 14-F, en las que ERC se presentó haciendo bandera del diálogo, y en todo este tiempo la mesa solo se ha reunido una vez. Lo peor desde la óptica de la Generalitat es que el gobierno español todavía no ha fijado un horizonte para el siguiente encuentro, a pesar de que hace tiempo que se le reclama. La paciencia en la Plaça Sant Jaume empieza a agotarse y los reproches, que hace unas semanas intentaban evitarse, ya afloran sin tapujos. "El gobierno del Estado arrastra los pies ante la necesidad de afrontar un proceso de negociación para resolver el conflicto", ha lamentado el president este jueves en una vista al Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC).

Aragonès exige el compromiso de Sánchez para dar un impulso a la mesa sin mirar la agenda del Congreso. "Tiene que estar comprometido con la negociación y no la tiene que subordinar al hecho de que haya apoyo parlamentario siempre y en todo momento", ha proclamado el president. ¿Y qué incentivos tendría Sánchez para cumplirlo? Por ahora no están claros, entre otras cosas porque ni el presidente catalán ni el resto del independentismo han acordado una plan B para presionar al Estado si se bloquea la estrategia negociadora. Sea como sea, Aragonès considera que, si la Moncloa no impulsa ya la mesa, estará haciendo como Rajoy: "Ponerse de perfil. Y no tendría que hacer lo mismo". También ha pedido a los comuns, molestos por el no de ERC a la reforma laboral, que no subordinen la política catalana a la española.

Reuniones aplazadas

En Catalunya hay instalados dos diálogos en paralelo. El que busca Aragonès con el Estado, que no acaba de funcionar, y el que busca también el president con el resto del independentismo para recoser su unidad. Si el miércoles la CUP suspendió el encuentro que tenía con el president, este jueves Aragonès ha tenido que aplazar los que tenía con ERC y JxCat. En este caso, sin conflicto. El problema es que se ha convocado un pleno en el Parlament sobre el lío con el escaño de Pau Juvillà y la "intensidad" de la agenda parlamentaria hacía incompatible mantener los encuentros en el Palau de la Generalitat. Se reprogramarán para el viernes o el lunes.

A pesar de que la ronda de contactos con los partidos y las entidades independentistas no acaba de arrancar, el president ha insistido en que intentará recuperar la unidad de acción del movimiento. A estas alturas ya nadie niega que esta unidad hace tiempo que se hizo pedazos. "El país ha avanzado cuando el independentismo ha sido fuerte, y el independentismo es fuerte cuando actúa con unidad de acción", ha dicho. Este es, pues, el diagnóstico que hace el president y que ahora tendrá que intentar aterrizar con el resto de actores del independentismo. Para Aragonès, hay al menos un "mínimo común denominador", que es la defensa de la amnistía y la autodeterminación. El objetivo de la ronda de contactos es preparar la conferencia que hará el 14-F –un año después de los comicios–, en la que formulará su propuesta para salir del callejón sin salida. La hará precisamente desde el MNAC, donde hoy ha estado de visita.

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