Los astros empiezan a alinearse a favor de Feijóo

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El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a su llegada a la reunión de los grupos parlamentarios del partido

BarcelonaEn política resistir a menudo es vencer, y más que una jugada maestra lo que te lleva al triunfo es saber esperar tu oportunidad. Y Alberto Núñez Feijóo, que hace unos meses parecía un muerto viviente, empieza a poner mejor cara. Los astros se van alineando a su favor.

Mariano Rajoy necesitó una crisis económica mundial para llegar a la Moncloa, y lo hizo con una extensa mayoría absoluta. El PP vio sendas oportunidades con la pandemia y con la guerra de Ucrania, pero no lo consiguió. La economía española resiste mejor de lo esperado. Pero ahora confía en una doble pinza: la de la justicia en el ámbito de los tribunales y la de Junts en el ámbito político.

Es probable que el caso Begoña quede en nada, pero el desgaste está siendo ya notable en las filas del PSOE y hasta ahora ha demostrado que es lo único que puede alterar el temperamento de Pedro Sánchez. La idea es mantener la presión hasta que Sánchez explote o cometa un error.

Por otra parte, el laberinto catalán, y en concreto Junts, amenaza con bloquear la acción del gobierno español. Un hipotético acuerdo ERC-PSC para investir a Salvador Illa alejará aún más a los junteros de la mayoría gubernamental. Y sin presupuestos la imagen del ejecutivo quedará seriamente tocada. Es verdad que Sánchez es un resistente, pero ¿cuánto podrá soportar al frente de un gobierno sitiado por la justicia y sin capacidad para aprobar nada en el Congreso?

En el ámbito interno Feijóo está ahora en su mejor momento desde que llegó a Génova. Consiguió imponerse al sector duro del partido en la batalla por la renovación del CGPJ y ahora podría presentarse a unas elecciones sin la losa de los pactos con Vox en las comunidades autónomas. Como le ocurrió a Juanma Moreno Bonilla en Andalucía, ahora mismo Feijóo parece el único dirigente que podría ser capaz de obtener un apoyo suficiente para poder gobernar en solitario, y esto, tras el desaguisado del gobierno progresista, podría atraer a un elector moderado que hasta ahora recelaba de la extrema derecha.

El factor Sánchez

Como siempre, lo único que Feijóo no puede controlar es el factor Sánchez. Si hay alguien capaz de navegar en aguas turbulentas es el presidente español, que siempre puede sacarse un nuevo conejo del sombrero (¿el concierto para Catalunya?), que pueda cambiar el tablero de juego. Ahora bien, pase lo que pase, en los próximos seis meses son cruciales para Feijóo. Es cuando su presa va a estar más débil. Si Sánchez llega vivo al 2025 (con presupuestos o con una agenda legislativa lo suficientemente robusta), entonces quizá Isabel Díaz-Ayuso empieza a gruñir. Y Vox también puede empezar a hacerle daño.

Pero al menos Feijóo se irá de vacaciones con su liderazgo consolidado (lo que no era tan obvio hace unos meses) y con una estrategia clara. Lo único que debe hacer es no equivocarse, lo que hace a menudo (para desesperación de los suyos).

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