Borràs insta a Aragonès a mantener la cuestión de confianza o replantear la legislatura

BarcelonaO mantener la cuestión de confianza y, por lo tanto, sostener la mayoría independentista a pesar del veto de la CUP a los presupuestos, o "replantearse la legislatura". Esta es, a juicio de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, la decisión que tiene que tomar el president de la Generalitat, Pere Aragonès, en las semanas próximas. Desde el no de los anticapitalistas a las cuentas, la legislatura está en un punto muerto. Tanto Junts como la CUP, como la misma ERC, han expresado que la estrategia seguida hasta ahora e incluso los acuerdos logrados se tienen que revisar, pero el rumbo del independentismo continúa sin tener una dirección clara. Y lo demuestra que una de las fechas clave de la legislatura está en el aire: la cuestión de confianza en 2023 que la CUP pactó con ERC. Los anticapitalistas la mantienen y los republicanos consideran que la actitud de los cupaires en relación con las cuentas cuestiona que este acuerdo siga en pie. Con este callejón sin salida encima de la mesa, todas las miradas apuntan al president. La CUP le insta a decidirse y ahora también Junts le apresura a dictar un veredicto.

Para los juntaires, en palabras de Borràs, decidir si se mantiene la cuestión de confianza corresponde "al president y al partido". "Es una cuestión personal", insiste Borràs en una entrevista a Catalunya Ràdio. La presidenta del Parlament considera que "es un compromiso muy fuerte" y espera que "todo el mundo tenga la misma concepción de lo que quiere decir hacer política": "Cumplir con lo que has acordado". Ahora bien, matiza que la clave de vuelta es decidir si este acuerdo sigue vigente o no. Así, Borràs aboga por "hacerse solidario con lo que has acordado a menos que haya un incumplimiento flagrante". A su juicio, este último escenario "obliga a un replanteamiento de legislatura" que no ha querido concretar. Sea como fuere, la presidenta de la cámara cree que ERC tiene que valorar si ha habido este "incumplimento flagrante" o por lo contrario el pacto sigue en pie.

Ante este escenario, de puertas afuera el Govern mantiene que la CUP es el "socio preferente" de la legislatura, a pesar de que los cuperos ya ponen condicionantes a ello: "fijar el horizonte" para un nuevo referéndum. Los pactos que el ejecutivo logre más allá de los presupuestos -que negocia con los comuns- marcarán quién es realmente su aliado estable. Y, en medio de esta problemática, Junts continúa recriminando a Aragonès que no "se esforzara suficiente" para conseguir el sí de la CUP a los presupuestos. Este miércoles ha insistido en ello Borràs, que ha afirmado que del mismo modo que Aragonès se puso al frente de las negociaciones para incorporar a los comuns, "des de Junts se le pedía que hiciera los mismos esfuerzos para poder sumar a la CUP".

Impuesto a los ultraprocesados

Mientras las fuerzas independentistas debaten cuál es el mejor camino a seguir después del cruce posterior a las cuentas, siguen las negociaciones por los presupuestos entre el ejecutivo y los comuns. Y continúan llegando nuevos acuerdos. Este miércoles, la líder del partido lila, Jéssica Albiach, ha anunciado un acuerdo para crear un impuesto a los alimentos ultraprocedos, que busca un "cambio de hábitos" y prevenir la obesidad infantil. Este es, de hecho, uno de los compromisos que el Govern ya había tomado con los comuns a cambio de la tramitación de las cuentas. En declaraciones a Europa Press, Albiach ha añadido que también anunciarán un acuerdo para inyectar dinero a las listas de espera.

Pero hay un elemento que se resiste, y todo apunta a que los de Albiach no podrán tumbarlo: el proyecto Hard Rock. Si bien la líder de los comuns ha asegurado que en las conversaciones han dejado clara su oposición al proyecto, ha reconocido que en un mes no podrán revertir "les viejas inercias". "Continuaré insistiendo al president Aragonès", ha añadido a Europa Press. Por otro lado, cree que la candidatura a los Juegos Olímpicos de Invierno "acabará cayendo por su propio peso".

Illa ya pide ceses

El cuarto actor de las cuentas que no ha acabado entrando en juego han sido los socialistas, que mientras han mantenido la mano extendida con los presupuestos han defendido a los Mossos d'Esquadra como la bandera de su oposición. Este miércoles, el líder del PSC, Salvador Illa, ha subido el tono y ha pedido el cese del responsable de la decisión de retirar la defensa jurídica a los Mossos en causas contra manifestantes si no se puede acreditar el autor de las lesiones. En declaraciones a la ACN, Illa no cree que el responsable sea el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, y reclama que se revierta la medida porque es "un mensaje letal" para los agentes.