Guilty no es un nombre muy habitual para un perro, según reconoce el propio Isaac Padrós. El perro llegó a su casa ya bautizado por la ONCE: el servicio de perros lazarillo identifica cada una de las camadas con las letras del abecedario, por lo que la primera letra del nombre del animal permite reconocer a qué corresponde . "Cuando no va con el arnés porque no está trabajando, es un perro travieso. El nombre le sienta", explica Padrós. Es su primer perro lazarillo y ha supuesto un antes y un después en su día a día.
Ser diputado y ciego: el aterrizaje en la política de Isaac Padrós y Guilty, su perro lazarillo
El parlamentario de Junts es el segundo diputado invidente del Parlament: el primero fue Josep Maria Llop, exalcalde de la Palma de Cervelló por CiU
BarcelonaHoras antes que el presidente del Parlament, Josep Rull, pusiera en marcha el reloj hacia la repetición electoral, el diputado de Junts Isaac Padrós y su perro lazarillo, el Guilty, subían al coche. Dentro había otros representantes de Girona del grupo parlamentario: todos subieron hacia la cámara catalana para asistir al segundo pleno de la legislatura, en el que Rull constató la imposibilidad de proponer ningún candidato a la investidura. Con el Guilty al lado, Padrós siguió la sesión desde su escaño y, después, se desplazó con el resto de parlamentarios hasta la fachada del Parlament para hacer un minuto de silencio en recuerdo de las últimas víctimas de crímenes machistas en Cataluña. El diputado de Junts, que perdió la vista hace diez años en un accidente, ya se ha aprendido el trazado laberíntico de la cámara catalana. "Aun así, cuando hay movimiento se nota. Tras el minuto de silencio, nos tomamos un tiempo con Guilty para que la multitud se dispersara", explica. De momento, el perro lazarillo ya lo sabe llevar en la cafetería y, tras varias visitas para apamar el terreno, cada vez está más cómodo en el entorno parlamentario.
Activista por los derechos de las personas con discapacidad y estudiante de ciencias políticas, Isaac Padrós es el segundo diputado ciego en la historia del Parlament de Catalunya —el primero fue Josep Maria Llop, de CiU, entre 2011 y 2012—. El representante de Junts está haciendo pedagogía entre compañeros y trabajadores para que sepan qué pueden hacer y qué no para ayudarle y, concretamente, para no despistar a Guilty en horario laboral. "Todo el mundo es muy atento, tanto los compañeros como el personal del Parlament", resalta. La cámara catalana está trabajando para adaptar el sistema informático para que Padrós pueda utilizarlo sin obstáculos y, además, gracias a un acuerdo de la mesa ampliada de esta semana, Junts podrá contratar a un asesor extra que le echará una mano.
Un convenio con la ONCE
Hace años que la cámara catalana y la fundación de la ONCE trabajan juntas para hacer más accesible el Palau del Parlament. De entrada, el personal parlamentario recibe formación para saber cómo puede asistirles —sean trabajadores, visitas o diputados— y la ONCE se encarga de editar en braille sus principales publicaciones. Gracias a un convenio entre ambas instituciones, también se han instalado en la cámara unas balizas inteligentes con Bluetooth con las que las personas ciegas pueden interactuar a través del móvil para recibir información de dónde están.
Estas balizas no existían en la época como diputado de Llop, que explica al ARA una anécdota de aquella etapa: un día llegó al Parlamento y no sabía en qué sala se celebraba la comisión de economía, de la que formaba parte. No había ningún ujier que se lo pudiera indicar y la única persona con la que se cruzó fue el entonces diputado de CiU Carles Puigdemont, que se ofreció a acompañarle. "¡Te dejo aquí!", le dijo quien sería más adelante presidente de la Generalitat cuando llegaron a la puerta. Lobo le replicó que no le importaba que le acompañara dentro. "No quiero que algunos piensen que tienes que ir con alguien, tú sales solo", contestó.
Llop, que también fue alcalde de la Palma de Cervelló, pone esta anécdota como ejemplo de cómo tratar a una persona con discapacidad respetando su autonomía. Precisamente fue Puigdemont quien llamó a Isaac Padrós para ficharle para la lista de Junts per Girona el 12-M. "Tiene una sensibilidad especial con la cuestión de la discapacidad. También la tiene Junts y la tenía CiU", afirma Llop (el exconvergente David Bonvehí también fue el primer diputado en silla de ruedas). En el caso de Llop, cuando llegó al Parlament ya se halló unas etiquetas con braille en los puntos de votación y compañeros y ujieres plenamente dispuestos a trabajar para hacerle las cosas más fáciles. La asignatura pendiente, destaca, es hacer accesibles los programas informáticos de todas las administraciones.
Más presencia
Ahora bien, los casos de Padrós y Llop son excepcionales: según alertan las entidades del sector de la discapacidad, este colectivo todavía está infrarepresentado en la política —de acuerdo con los últimos datos, hay más de 670.000 personas con discapacidad en Cataluña, 34.200 de las cuales con discapacidad visual—. Hay algunos casos, como el del exdiputado español Pablo Echenique o el de la exconcejala Rosa Alarcón, que dejó el Ayuntamiento de Barcelona por la enfermedad de Meige, que le provoca una ceguera funcionalpero el delegado de la ONCE en Cataluña, Enric Botí, cree que hay que ir un paso más allá: "¿Cuándo habrá un consejero o un secretario general que tenga una discapacidad visual? —se pregunta—. Los partidos deben fichar talento , con y sin discapacidad", añade. Padrós y Llop están de acuerdo. El exdiputado y exalcalde recalca además que son las personas con discapacidad las que deberían liderar las políticas para este colectivo desde las instituciones, porque son las que mejor conocen su situación.