El falso símbolo españolista de la plaza Artós de Sarrià: victorias de Junts y feudo convergente
Es un lugar emblemático de manifestaciones y actos unionistas, pero la sección censal de la plaza evidencia un predominio soberanista
BarcelonaLa plaza Artós de Sarrià es un símbolo del españolismo por las manifestaciones que salieron desde allí contra el referéndum del 1-O. Este punto de encuentro de unionistas y ultras diversos coincidía con que ya era un lugar en el que se encontraban aficionados radicales del Espanyol. Y ahora, en campaña, ha sido el escenario de un mítin del PP con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y de el acto final de Vox con los máximos representantes del partido. ¿Pero es realmente un feudo españolista o es solo un mito?
Los datos lo desmienten. En estas elecciones del 12-M ha sido Junts quien ha ganado en la sección censal de la plaza con el 27,4% de los votos, mientras que el PP obtuvo el 25,71% de los sufragios: 211 votos a 198. Mientras, Vox está muy lejos de la competición, con solo el 8,96% de apoyo, y es el PSC quien ocupa el tercer puesto con el 20,52%. Y en la sección justo debajo de la plaza Artós hay un empate entre Junts y el PP. Además, estos no son unos hechos aislados. En el barrio de Sarrià ha ganado Junts con el 29% de los votos cuando el PP ha sacado el 23,1%. Un escenario diferente del distrito entero de Sarrià-Sant Gervasi, donde la victoria ha sido del PP por solo 70 votos respecto a Junts.
Pese a las reuniones que han frecuentado Los de Artós e incluso colectivos fascistas, la plaza no tiene nada que ver con eso. Si vamos más atrás en el tiempo, en 2021 también ganó Junts, con el 22,61% de los votos, a distancia de Vox (10,68%) y el PP (9,15%), aunque también tuvo su fuerza el PDECat (7,35%). Y es que la plaza ha sido un feudo tradicionalmente convergente: incluso en 2012 superó el 40% de los votos, como en todo Sarrià. Y en las contiendas clave para el independentismo, se ha decantado más bien por la estelada que por la bandera española: en 2015 Junts pel Sí ganó con el 47,1% de los votos que, sumados con la CUP (5 ,2%), superaban al plebiscito independentista. En cambio, en 2017 se apretaba un poco más el margen, pero también ganó una candidatura independentista: Junts se impuso con el 31,27% de los votos y si se sumaba con ERC (13,85%) y la CUP (3,04%) llegaban al 48,16% de apoyos, sin superar el 50% pero a poca distancia.
Este es un efecto parecido al que ocurrió con Ciudadanos en las elecciones municipales contra la ocupación ilegal en la Bonanova, que fue un emblema por su campaña: se movilizaron mucho en contra de las casas ocupadas de El Kubo y La Ruina, pero no forjaron allí su bastión electoral. Ni siquiera recogieron muchos votos: en concreto, sólo 10, el 1% de la plaza que acudió al colegio electoral.