Se termina la segunda legislatura con menos leyes aprobadas de la historia

BarcelonaLa legislatura pone el punto final este martes con la disolución del Parlament una vez publicada en el Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña (DOGC) la convocatoria de elecciones. Han sido tres años convulsos, con alianzas cambiantes y marcados por el estropicio entre ERC y Junts. El Gobierno en solitario de los republicanos desde mediados de 2022 ha optado por la geometría variable con una alianza con el PSC y los comunes que ha terminado fallando con los presupuestos por la oposición de los de Jéssica Albiach. Precisamente, el hecho de que sólo contara con 33 diputados ha dificultado la aprobación de leyes en el segundo tramo de la legislatura, si bien en general en los últimos tres años han comportado un balance negativo en lo que se refiere a la producción legislativa. Según los datos recogidos en el Parlament, sería la segunda legislatura con menos leyes desde la recuperación del autogobierno, con sólo 26. ¿Qué se ha aprobado y qué ha quedado en el tintero?

En concreto, de las 26 leyes que han salido adelante en esta legislatura, 10 han sido impulsadas por el Govern, que también ha validado 39 decretos ley. Éste es un registro similar al de la legislatura de 2015-2017, de sólo dos años de duración y en el que se celebró el referéndum de independencia del 1-O. Ahora bien, para la actividad legislativa más escasa debemos remontarnos hasta el 2010-2012, también con sólo dos años y con unas elecciones anticipadas, en las que sólo prosperaron 21. Por el contrario, las legislaturas con más leyes aprobadas fueron la última de Jordi Pujol en la presidencia de la Generalitat (1999-2003), en la que 107 leyes vieron la luz, seguida por la del tripartito presidido por José Montilla (2007-2010) con 97 leyes, cuando se empezaba a desarrollar el nuevo Estatut.

La debilidad parlamentaria del Gobierno hace tiempo que provocó que el ejecutivo prefiera legislar por decreto –hay que validar después en el Parlament– que utilizar los proyectos de ley, aunque teóricamente la vía del decreto ley está regulada para casos excepcionales. El politólogo Pau Torres, investigador de la UPF y autor del blog de política Pasos perdidos, explica que "con una fragmentación muy grande, un gobierno en minoría sin un pacto estable debe estar en contacto constante con las fuerzas para llegar a acuerdos y es complicado por su diversidad y polarización, con las líneas rojas entre partidos" . Avisa que un Parlamento fragmentado "puede funcionar bien si existe una cultura política que entienda acuerdos entre diferentes" como con el PSC, pero que en Catalunya ha habido "un cóctel de polarización y de una cultura política ciudadana que tal vez no entiende bien el parlamentarismo". Asimismo, sostiene que "es una mala noticia que aumenten los decretos ley" –una tendencia generalizada si bien debería ser para cuestiones de urgencia legalmente– porque "no permiten enmiendas ni facilitan un debate social" y suelen "mezclar temas" .

¿Qué se ha aprobado esta legislatura?

Los dos presupuestos de 2022 y 2023 son las leyes más destacadas de la legislatura y de lo que más ha presumido el Gobierno. Por otra parte, se han renovado órganos estatutarios como la Sindicatura de Greuges, la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales y se ha llegado a un amplio pacto para blindar la vehicularidad del catalán en la escuela. También se ha aprobado una ley de medidas de la sequía, otra para hacer frente a la "emergencia" en vivienda o la ley de la ciencia y la de universidades. Además, fue la legislatura en la que nació la comarca del Lluçanès, no sin polémica entre los municipios, y la que aprobó una proposición de ley contra las ocupaciones ilegales de viviendas. Otra de las iniciativas de eco ha sido la ley de mejora de barrios y la reforma de la ley de violencia machista para proteger más a las víctimas y su entorno.

¿Qué ha quedado en suspenso?

Con el fin de la legislatura han decaído 49 proposiciones de ley, que han presentado los partidos de la oposición, y cinco propuestas para llevar proposiciones de ley al Congreso, pero también 17 proyectos de ley, a cargo del Govern. Las que no decaen son las iniciativas legislativas populares, que seguirán su trámite en la próxima legislatura. Es el caso de la planteada por Solidaritat que reclama que Cataluña declare la independencia. Además, el Gobierno podrá seguir aprobando decretos ley pese a la disolución del Parlamento, si bien ahora tendrá que validarles la diputación permanente, que reúne a los grupos parlamentarios con una representación reducida con sólo 25 electos, que representan proporcionalmente a sus partidos. Por otra parte, uno de los grandes acuerdos de país que no se ha producido en estos tres años es el Pacto Nacional por la Lengua, que había logrado la complicidad de PSC, ERC, Junts y los comunes, además de la CUP.