"Verificando noticias y hechos. Combatiendo la desinformación. Tu fuente fiable de verificación de hechos en Cataluña". Ésta era la descripción de Verídic, un canal de fact-checking que a través de X y Telegram desmentía o confirmaba noticias. Sin embargo, no era ningún medio de comunicación ni expertos en combatir la desinformación: lo llevaban personas vinculadas a ERC. Aunque no estaban estrictamente vinculados a la B, sí tenían una interlocución habitual con la cúpula de comunicación del partido y cargos del Gobierno. Estos cargos incluso trasladaban propuestas a los autores de Verídic, que sobre todo combatían los discursos antiimigración y defendían la política de seguridad del Govern. A mediados de 2024, éste en teoría canal de verificación desapareció.
ERC cambió de empresa para mantener la B después del caso Maragall
Alargó la estructura hasta las elecciones catalanas del 12 de mayo
BarcelonaUnos meses antes que el ARA destapara el ataque de falsa bandera de ERC contra los hermanos Maragall, en la sede republicana de la calle Calàbria de Barcelona ya se temían los efectos de una posible salida a la luz del escándalo. Los dirigentes de comunicación del partido y del Gobierno, además del gerente, diseñaron una estrategia para desactivar el procedimiento judicial que había iniciado Ernest Maragall –que acabó retirando la demanda– con el objetivo de que nunca trascienda la implicación del partido en el caso de los carteles y que nadie conociera la existencia de una estructura paralela de contracampaña. En una nueva entrega de la investigación periodística, este diario ha podido acreditar que en esa época también se tomó otra decisión relevante en cuanto a la B: no sólo no se cerró, sino que, para evitar que se le pudiera seguir la pista, se cambió la empresa a través de la que se pagaba a las personas implicadas.
El ARA ya explicó que durante el 2022 y el 2023 Relevance fue la empresa que pagó mensualmente los cinco miembros de la B –el nombre con el que ERC bautizó esta estructura– y otros colaboradores esporádicos, entre ellos una de las personas que colgó los carteles contra los Maragall pidiendo que se echara el Alzheimer de Barcelona. Se hacían facturas con conceptos genéricos que se enviaban a Esquerra, pero quien acababa haciendo los pagos era Relevance a través de sus contratos con los republicanos. El ARA tiene constancia de que al menos se pagaron 70.000 euros –de los que 15.000 destinados a pagar a los chicos que colgaron los carteles–, y que el contrato específico para realizar estas tareas ascendía por encima de los 200.000. Pese a las peticiones reiteradas de este diario, Esquerra ha decidido no enseñar el contrato, aunque está obligada a ello por la ley de transparencia catalana y por su propio código de conducta. A través de la Sindicatura de Cuentas, este diario ha pedido al partido toda la relación de contratos de los últimos cinco años, pero declinan entregarlos en base al criterio interpretativo 5/2015 del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno –órgano que depende del gobierno español–, que dice que "los partidos deben publicar sólo los contratos y convenios cuando se suscriban con una administración pública". "No hay contratos con la administración", es la respuesta oficial de ERC.
Como la investigación policial tenía indicios de la relación triangular entre Relevance, ERC y los chicos de los carteles, el partido decidió cambiar de empresa, tal y como ha podido comprobar el ARA: eligió Iniciatives Sports Barcelona Consulting, con sede en un polígono industrial de Igualada. Una vez más, fue el exviceconsejero Sergi Sabrià, que dimitió por el caso de los carteles, el cerebro de la operación. A principios de año, reunió a los militantes de base que formaban la B para explicarles cómo seguirían funcionando a partir de ese momento. El cambio principal fue la empresa, pero también se eliminó la figura del intermediario: las facturas ya no pasarían por un trabajador del partido como hasta entonces, sino que irían directamente a la empresa.
En lugar de cinco se confió sólo en tres de los chicos que formaban la B, entre ellos el militante de Anoia que encargó los carteles. ERC expedientó a este militante una vez el ARA destapó el escándalo del ataque de falsa bandera, pero lo había mantenido en la estructura todo el 2023 con Relevance y después con Iniciatives, pese a saber desde el principio que era responsable de los carteles.
Hasta las elecciones
Al menos entre enero de este año y las elecciones del 12 de mayo, la B siguió funcionando de forma muy similar a como funcionaba antes. Las cuentas falsas en las redes para defender a ERC y al Govern, las críticas a los rivales políticos –especialmente durante la campaña– y también los vídeos que intentaban hacerse virales fueron su principal dedicación. Durante este tiempo varias fuentes consultadas por el ARA aseguran, sin embargo, que el miedo a ser descubiertos les hizo pisar el freno en acciones callejeras que antes habían sido muy habituales.
Los tres chicos cobraron cada mes sin tener que justificar las facturas, amparadas en la estructura creada por Sabrià y que conocían a otros miembros del partido. De hecho, era habitual que se lanzaran propuestas a través de grupos internos de mensajería. Tal y como explicó la semana pasada La mañana de Catalunya Ràdio, la secretaria general republicana, Marta Rovira, era una de las que planteaba acciones para encargar a la B. El mensaje que se hizo público era de finales del pasado mes de enero. Perfiles como, por ejemplo, Humans of Late Convergència se gestionaban desde la B y se utilizaban para hacer mofa de Junts. Como el vídeo que publicaron en redes el día que Albert Batet a punto estuvo de caer en un mitin de la campaña electoral de las últimas catalanas u otro vídeo que contaba los reproches que Carles Puigdemont había hecho a ERC durante un discurso.
Consultada por el ARA, la dirección del partido, que actualmente encabeza la propia Rovira, explica que no tiene conocimiento del nuevo sistema de pagos puesto en marcha por Sabrià con la nueva empresa ni que la B continuara realizando acciones desde enero. También aseguran que la empresa Iniciatives Barcelona Sports Consulting no tiene ningún contrato con el partido, una versión que también da la empresa, que no aclara, sin embargo, por qué pagaba las facturas de estos tres militantes republicanos. Por su parte, Sabrià ha declinado responder a las preguntas del ARA.
La empresa madre
Detrás de la empresa Iniciatives Barcelona Sports Consulting están los propietarios de una empresa mucho mayor, Iniciatives Events y, de hecho, ambas comparten sede social. Ambos socios son Roc Aguilera y Toni Fusté, que también están siendo investigados por la justicia en el marco de la operación Volhov y la financiación de Tsunami Democrático. El ARA intentó que los responsables de la empresa explicaran su relación con la estructura B de ERC, pero se negaron a colaborar con la investigación cuando se les pidió que aclararan las facturas.
Iniciativas Barcelona Sports Consulting SL se autodefine como una empresa dedicada "a la gestión y organización de eventos e infraestructuras deportivas". Desde su creación ha tenido varios contratos menores con la administración pública, sea local o autonómica, y de varios colores políticos. También tuvo contratos en el período del gobierno liderado por Esquerra sin relación aparente con el mundo del deporte.
Por su parte, Events también tiene relación con la Generalitat y otras administraciones públicas, en forma de contratos menores o de adjudicaciones. Esta empresa está en el punto de mira de la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) y en 2022 recibió una sanción de este organismo por maniobrar con otra empresa en el concurso público para organizar las comparecencias del presidente en 2020 (entonces el jefe del ejecutivo era Quim Torra). La ACCO multó a la empresa y también prohibió que fuera contratada por Presidencia durante un año. Esta sanción no es todavía firme porque está recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, que ha aceptado no aplicarla de forma cautelar. Esto ha permitido a Events ser contratada de nuevo por Presidencia, y en 2023 ganó el contrato para organizar, de nuevo, los actos del presidente, que en ese momento era de ERC.