Votar el 14-F, el 30-M o cuando diga el TSJC: el Govern trabaja con los tres escenarios

El ejecutivo entrega las alegaciones al TSJC para defender su competencia

Quim Bertomeu / Núria Orriols
2 min
El vicepresident, Pere Aragonès, ahir des del faristol del Parlament.

BarcelonaEl Govern ha presentado este jueves a las nueve de la mañana -el plazo era hasta las diez- las alegaciones ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) para defender la suspensión de las elecciones del 14 de febrero y trasladarlas al 30 de mayo. Según explican fuentes gubernamentales, se trata de un documento de unas 50 páginas y se adjuntan los tres informes de Salud, de los Servicios Jurídicos y de Procesos Electorales que han servido para tomar la decisión de posponer los comicios.

Entre bambalinas, la incertidumbre en el ejecutivo es absoluta, a pesar de que confían en que finalmente el tribunal avalará posponer los comicios a raíz de las previsiones de la pandemia -según los expertos de Salud, el pico de ingresados en la UCI se prevé pocos días antes de la votación-. “Cuando entras en un tribunal no sabes nunca cómo acabará”, admitió ayer el vicepresidente, Pere Aragonès, en una entrevista a RAC1, mientras que otros no se atrevían a hacer pronósticos.

Los escenarios están abiertos y el Govern prevé como mínimo tres: que las elecciones sean el 14 de febrero como estaba previsto -desde el martes se retomaron todos los plazos y los gastos para hacer el proceso-; que el TSJC acepte la convocatoria del 30 de mayo, o incluso que el tribunal avale el aplazamiento de las elecciones pero obligue al ejecutivo a replantearse la fecha. Puestos a prever escenarios, las fuentes afirman que el tribunal también podría obligar a la Generalitat a convocar elecciones 54 días después de haber recibido la respuesta de los magistrados a las impugnaciones. Aún así, es poco probable que acabe siendo el tribunal quien fije la fecha.

De hecho, el propio vicepresidente Aragonès admitió a RAC1 que los comicios podían acabar siendo entre febrero y mayo. En todo caso, después en el Parlament se comprometió ante los grupos a “batallar hasta el final para defender el 30-M”. “Preocupación, perplejidad e indignación” por la decisión de mantener el 14-F, lamentó. Según Aragonès, no se pueden celebrar por el efecto que pueden tener en la pandemia -cree que es poco recomendable citar a más de cinco millones de personas a las urnas en plena tercera oleada- y por el “riesgo de un aumento muy grande de la abstención” con los contagios descontrolados.

Fuentes gubernamentales explican que las alegaciones de la Generalitat van en la línea de defender su competencia para aplazar los comicios -como en el País Vasco y Galicia- y exponer tanto los informes de Salud como de procesos electorales que avalan la decisión de posponer el 14-F una vez constatada la insuficiencia de las medidas tomadas para garantizar el derecho a voto en una situación epidemiológica como la actual.

La Fiscalía, cautelares

Quien ya se posicionó ayer a favor de la suspensión cautelar del decreto del Govern fue la Fiscalía. En un escrito al TSJC alegó que, si no se hace así, cuando el tribunal resuelva ya habrá pasado el 14-F, lo cual haría imposible hacer cumplir la sentencia si fuera contraria a la Generalitat. Sería, a su parecer, “consolidar irremediablemente la eventual infracción del ordenamiento jurídico y la vulneración de los derechos invocados por los recurrentes”.

Lo que sí aseguran fuentes gubernamentales es que lo que diga el tribunal en las cautelares ya puede acabar decantando cuándo serán las elecciones en Catalunya.

stats