¿Se tienen que subir o bajar los impuestos para hacer frente a la crisis?
La media de la población apuesta por mantenerlos tal como están o aumentarlos ligeramente, según el CIS
BarcelonaPor primera vez en muchos años, Catalunya no será la palabra más repetida en una campaña electoral. Procés y golpistas serán sustituidos por inflación o tipos de interés. Las próximas elecciones municipales y generales –de hecho, el debate ya ha empezado ahora– estarán monopolizadas por la situación económica, que, si bien por la pandemia ya era preocupante, en medio de una guerra en Europa se ha convertido en la principal preocupación. Cuando Pedro Sánchez aterrizó en la Moncloa, el 7,8% de los españoles –según el CIS– veían la situación económica como el primer problema del Estado. Ahora son el 29,1%. En el ruedo político, las soluciones vuelven a ser las de siempre: o de izquierdas o de derechas. "Un presidente que no baja los impuestos con un 10% de inflación no tiene corazón", dice el popular Aberto Núñez Feijóo, mientras Sánchez impulsa un nuevo impuesto a la banca. Los respectivos gurús económicos de los partidos vuelven a repetir los ya tradicionales argumentos. El del PP, el economista Daniel Lacalle, ha afirmado a la televisión que se tiene que reducir la carga impositiva de los ciudadanos para que puedan comprar alimentos, que cada día están más caros. El economista Juan Torres, primero gurú de Podemos y después asesor del PSOE, apuesta desde su bloque por todo lo contrario: crear nuevos impuestos para que el Estado tenga recursos.
La situación actual evoca a 2011, con la crisis económica generando estragos y el proceso independentista en un momento fundacional. Entonces, Mariano Rajoy (PP) llegó a la Moncloa prometiendo bajar todos impuestos. "Bajar impuestos y mantener el gasto social no es posible", decía el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. ¿El resultado? Rajoy bajó 5.000 millones de euros en impuestos, pero después de haberlos subido a 23.000 millones. En este sentido ¿qué quieren los españoles?
Moderación
La última encuesta del CIS sobre política fiscal da una pista, a medio camino entre el PSOE y el PP: la mayoría de los españoles apuestan por quedarse tal como están o, si hace falta, subir un poco los impuestos. En una escala del 0 al 10 (el 0 significa el máximo apoyo a subir impuestos y el 10 a bajarlos), la media se sitúa en un 4,16. De hecho, en los últimos doce años este valor no ha superado nunca el cinco y solo dos veces ha bajado del cuatro. El mínimo, un 3,74. Sí que es cierto, sin embargo, que durante el mandato de Rajoy –saliendo de una intensa crisis económica– la gente era partidaria de mantener una posición ligeramente más conservadora –4,44 de media– y durante el de Sánchez algo más progresista –3,97 de media.
Esta variable también sirve para clasificar a los diferentes tipos de votantes. Ahora mismo, los votantes de Vox son los más conservadores en cuestiones impositivas (5,82), seguidos de los del PP (5,44) y Cs (4,89). En el otro lado, los que son más partidarios de subir impuestos votan a Unidas Podemos (2,67), la CUP (3,17) y el PSOE (3,44). En general, se cumple la dinámica histórica: los votantes de los partidos de izquierdas son partidarios de subirlos y los de derechas de bajarlos. En cuanto a los partidos que gobiernan la Generalitat (y que quizás tendrán que tomar decisiones en este sentido con los próximos presupuestos), los votantes de Junts (3,63) son ligeramente más favorables a subir los impuestos para garantizar los servicios públicos que los de ERC (3,80).
En el ámbito fiscal, los votantes del PP y del PSOE no solo divergen sobre la cantidad de impuestos que se tienen que pagar. También lo hacen, por ejemplo, a la hora de decidir su destino: el 28,2% de los votantes populares marcan la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta; del PSOE, solo un 4,3%. En cambio, el 53% de los socialistas marcan la casilla de las entidades sociales. ¿Los populares? Un 12,6%.
Otras variables
A pesar de que en términos generales predomina la moderación entre los votantes españoles, las percepciones cambian cuando lo hace el redactado de la pregunta. “¿Usted cree que pagamos muchos, regulares o pocos impuestos?” Aquí, solo el 9,6% de los encuestados creen que son pocos, mientras que el 41% consideran que hay muchos. Un 50,1% creen, además, que se benefician "poco" de los impuestos que pagan y solo un 10,4% creen que lo hacen "mucho".