Cuando los patos y Pedro Sánchez son la excusa para no afrontar los debates

BarcelonaNunca antes el espacio natural de La Ricarda había generado tanta atención. De hecho, la protección de este ecosistema ha sido hasta ahora más que cuestionable. Así lo denuncian las entidades ecologistas, pero también la Unión Europea, que en febrero ya dio un toque de atención tanto al gobierno español como a la Generalitat porque miraban hacia otro lado. Y todavía no había entrado en ebullición el debate sobre la ampliación del aeropuerto.

El hecho es que cuando finalmente ha llegado el momento, especialmente a partir del preacuerdo verbal subscrito por el gobierno español, la Generalitat y Aena el 2 de agosto, nadie ha querido afrontar el debate de fondo. ¿Es necesario ampliar el aeropuerto de El Prat? ¿Hay que hacer crecer de 50 a 70 los millones de pasajeros anuales? ¿A qué precio? Aena era quien más claro lo tenía -estaba trabajando en el proyecto desde 2019-, pero parece haber aceptado sin mucha oposición -con muchos reproches hacia el Govern, eso sí- que la ministra de Transportes haya congelado la inversión. Al ejecutivo español - la parte del PSOE- solo le ha hecho falta una velada amenaza de los consellers de ERC -insinuaban que podrían participar en la manifestación convocada contra la ampliación- para apartarse. Y en Catalunya, un nuevo choque entre socios.

Las 43 especies de aves, muchas de la familia de los patos, la vegetación y la zona húmeda las ha esgrimido el president, Pere Aragonès, como la línea roja que no se podía atravesar. “La Ricarda no se toca”, exclamaban desde ERC, y también lo hacía la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, a pesar de saber que la ampliación “hacia el este” acordada el 2 de agosto era incompatible con esta afirmación. No ha habido, sin embargo, ningún argumento relacionado, por ejemplo, con las emisiones contaminantes de la aviación. En un artículo en el ARA, el economista y regidor de ERC Miquel Puig da por hecho que las mejoras técnicas del sector no harían crecer la factura ambiental, aunque se incrementaran los vuelos. En el último informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente se destaca el avión como el medio de transporte más contaminante con mucha diferencia respecto al tren y solo equiparable al coche cuando el conductor no lleva a ningún otro pasajero. Puig también lamenta la ausencia de debate sobre el turismo y sobre la necesidad de tener un hub en El Prat, teniendo en cuenta que depende exclusivamente de las aerolíneas.

Pero se trataba de 1.700 millones de euros que el Govern, ERC incluida, no quería dejar escapar por las posibilidades de crecimiento económico que llevaban asociados. El aeropuerto no tiene que ser uno de los temas que los gobiernos catalán y español traten en la mesa de diálogo prevista -todavía sin fecha- para la semana que viene. Aquí el debate de fondo tampoco está muy claro: la autodeterminación y la amnistía para unos y el reencuentro entre catalanes para otros. En este caso, los patos de La Ricarda han sido las dudas sobre la presencia en la mesa de Pedro Sánchez y de los consellers de JxCat.