El PSC exprime la marca Illa para afianzar las opciones de victoria

Sánchez se vuelca en la campaña más favorable para los socialistas de la última década

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El 4 diciembre del 2017, poco antes de que arrancara la campaña del 21-D, Miquel Iceta lanzaba una pregunta retórica: “¿Qué mejor presidente hay que yo mismo?” El PSC confió a la figura de su primer secretario su pugna con Cs, con una estrategia presidencialista que fracasó estrepitosamente. La polarización posterior a la DUI y el 155 dejó a los socialistas en tierra de nadie, y la propuesta conciliadora de Iceta quedó en cuarto lugar y solo consiguió rascar un diputado más (17). Tres años después, el partido repetirá el mismo estilo de campaña, pero esta vez el candidato, Salvador Illa, y el contexto de pandemia dan a la campaña unas aspiraciones mucho más realistas. El golpe de efecto de situar al hasta ahora ministro de Sanidad al frente de la lista ha sacudido el panorama electoral y ha dejado al resto de partidos con el pie cambiado. Una a ventaja -clara, según las encuestas- que el PSC, de la mano del PSOE, tiene intención de exprimir hasta el final. "Quiero invitar a toda la sociedad catalana a un viaje muy diferente al que nos han llevado los independentistas a lo largo de este años", ha proclamado el candidato en el primer mitin oficial de cara a las urnas.

La buscada expectativa generada con el lema "Vuelve Illa, vuelve Catalunya", sumada a las banderas del "cambio" y la "reconstrucción" después del "desastre" de una década de Procés serán los puntales de una campaña donde, consciente de que será el centro de los ataques, Illa intentará no entrar al barro y, especialmente en la cuestión nacional, erigirse como el garante del diálogo y la concordia. "Dialogar siempre, de todo y con todos", ha dicho, en un discurso en el que ha alternado el catalán y el castellano. La campaña socialista está pensada para realzar su talante calmado a la vez que contundente, pero sobre todo buscará reivindicar su capacidad de gestión y hacer atractivo a ojos de los votantes un programa de gobierno que se irá desgranando en el camino hacia las urnas y que busca "pasar página" -ha dicho Illa- del "lío" que han provocado JxCat y ERC. "Nos han traído a la cola de los rankings de excelencia y buena gestión", ha lamentado el candidato. Su primera propuesta estrella ya ha llegado este mediodía, cuando ha anunciado que si llega a la presidencia su vicepresidente económico será el exdiputado del PSC y ahora presidente de Aena, Maurici Lucena. El primero de los varios nombres que previsiblemente se anunciarán a lo largo de la campaña del que será su ejecutivo si consigue llegar a la Generalitat.

Para intentar conseguirlo, contará con el apoyo de Sánchez y los ministros del PSOE, que se volcarán en los actos de campaña e incluso tendrán una caravana propia. El presidente español estará hasta cinco veces en Catalunya en los próximos quince días, empezando por este mismo jueves en el acto de inicio de campaña, desde donde ha insistido en la necesidad de pasar "pagina, de cambiar". "¡Hasta aquí hemos llegado!", ha dicho, criticando los recortes en Salud, el "maltrato" de la Educación y el "desmantelamiento" de los servicios sociales, pero también la "polarización" que, según ha afirmado, ha provocado que más de 5.000 empresas "hayan tenido que abandonar" Catalunya. Se ha sumado la vicepresidenta española Carmen Calvo, que ha llamado devolver el "peso" estratégico a una Catalunya ahora "empobrecida" por el Procés y ha situado la propuesta socialista entre la "quimera" del independentismo y la negación "continua de Catalunya" por parte de la triple derecha. "Somos un partido que entiende la orden constitucional y la diversidad territorial de España", ha resumido en conexión telemática desde Tarragona.

El voto útil por el "cambio"

El objetivo principal es recoger el máximo de votos que a las ultimas elecciones catalanas (21-D) dieron la victoria a Cs, principalmente en el área metropolitana, y capitalizar el esperado batacazo de los naranjas a las urnas, pero también hacer agujero por el flanco izquierda de los comunes. Desde la sala de máquinas socialista, sin embargo, confían que los hasta 35 diputados que los daba la última encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO) -en línea con las encuestas internas- venga de un electorado todavía más transversal, que vote la marca Salvador Illa y no tanto al PSC. "Personas que quizás nunca nos han votado pero que piensan que ya va siendo hora de un cambio de prioridades", ha afirmado Illa, después de que la cabeza de lista por Lleida, Òscar Ordeig, pidiera agrupar alrededor del PSC el "voto útil por el cambio". "Y si no somos nosotros, ¿quién mandará y dirigirá este país? Y si no es ahora, ¿cuándo?", ha añadido la número dos por Barcelona, Eva Granados. "Apelamos a una gran mayoría de catalanes, con independencia de lo que piensen y lo que voten", ha remachado Sánchez.

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