El PSC se vuelve a ofrecer para negociar los presupuestos a pesar de la negativa de Aragonès

Romero sitúa el aumento de recursos para las familias vulnerables como una de sus "líneas rojas"

ARA
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La portavoz del PSC al Parlamento , Alícia Romero, este viernes a Seguro de Calafell.

BarcelonaEl president de la Generalitat, Pere Aragonès, sentenciaba este fin de semana que el PSC no es una opción para negociar los presupuestos de 2022 y que solo tenía en cuenta a la CUP como socio para aprobarlos. La posición del president de la Generalitat no ha hecho renunciar de momento a los socialistas a seguir ofreciéndose al Govern. Este lunes la portavoz del PSC, Alícia Romero, le ha pedido que "no ponga vetos ni cordones sanitarios" a su partido y que prevea la posibilidad de negociar las cuentas del año próximo con los socialistas.

En declaraciones a la ACN, Romero incluso ha situado cuáles serían las "líneas rojas" del PSC para empezar a negociar los presupuestos: el aumento de recursos para las familias vulnerables o en riesgo de pobreza infantil, y la apuesta por el conocimiento y la innovación. El PSC hace semanas que pide unos nuevos presupuestos al Govern –había pedido al ejecutivo de Pere Aragonès que elaborara unos para 2021 también– y por eso la portavoz socialista ha reiterado que era "imprescindible" que el ejecutivo pusiera manos a la obra. Romero cree que es "obvio" que el Govern tendrá que explorar ahora el apoyo de la CUP, pero también ve necesario seguir manteniendo la mano tendida si la negociación con los anticapitalistas descarrila.

De momento Aragonès no quiere oír hablar de ningún otro escenario que no sea aprobar los presupuestos con la CUP, porque cree que cualquier otro pacto "no sería coherente" con el acuerdo firmado con Junts y los anticapitalistas. "Queremos sacar adelante los presupuestos con los socios de la investidura: ERC, Junts y CUP", decía este fin de semana en una entrevista a la ACN. El president de la Generalitat insistía en que ahora mismo no se planteaba "ninguna otra posibilidad". "Si queremos unos buenos presupuestos, ellos tienen que estar", aseguraba en referencia a la CUP.

Ahora bien, los anticapitalistas de momento han mostrado muchas reticencias para entrar a negociar las cuentas. Hace pocas semanas la diputada Dolors Sabater lanzaba un aviso desde los micrófonos de Catalunya Ràdio: "Es imposible decir qué apoyo se puede dar sin saber las partidas". La CUP considera que el acuerdo de investidura con ERC se está cumpliendo de manera "lenta" y que hay dos proyectos que complican que la CUP se avenga a negociar unos presupuestos con el actual Govern: la ampliación del aeropuerto de El Prat y la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno.

Precisamente, de cara al mes de septiembre el partido quiere empezar movilizaciones en la calle para oponerse a la ampliación del aeropuerto. Con todo, la CUP no ha situado este proyecto como una línea roja para empezar a negociar las cuentas. Los comuns, en cambio, sí ven muy complicado empezar a hablar de un proyecto de presupuestos –el año pasado aprobaron los de 2020– mientras el Govern tenga en marcha estas dos iniciativas.

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