El Instituto de Investigación Biomédica se centrará en los efectos de la edad

Es el primer gran centro de investigación en España y uno de los primeros en Europa con un programa sobre el envejecimiento

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Investigación  en el Parque de búsqueda biomédica

BarcelonaEl Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona ha sido el primer gran centro de investigación en España y uno de los primeros en Europa que ha implementado un programa específico sobre envejecimiento. En un futuro próximo el objetivo es que sea todo el centro el que tome esta dirección. “Muchas enfermedades, especialmente las más graves, se acentúan o se manifiestan durante el envejecimiento”, justifica Francesc Posas, director del IRB. La incidencia más grande de cáncer, el Alzheimer, las cardiopatías o la pérdida de facultades físicas, dice, “está claramente vinculada a la edad”. Muchas de estas patologías son difíciles de encontrar en personas jóvenes, continúa. Las estadísticas refuerzan esta visión.

Las estadísticas también muestran números alarmantes en cuanto al envejecimiento. “Actualmente hay unos 900 millones de personas mayores de 65 años en el mundo”, reflexiona. Si se cumplen las predicciones, en 2050 habrá más de 2.000 millones. “Las cifras nos dicen que habrá más cáncer, más Alzheimer o más patología vinculada al declive muscular”, afirma. Dicho de otro modo, el envejecimiento y las enfermedades asociadas a este fenómeno biológico se incrementarán en un lapso de tiempo relativamente corto. “Hay que ver qué fenómenos son comunes y de qué manera podemos intervenir”, remacha el investigador.

Adoptar esta nueva visión del envejecimiento no supone “en ningún caso” reducir el campo de visión sino justamente lo contrario, “abrir y reforzar” líneas de investigación que hoy están en la frontera del conocimiento. Es lo que pasa con la investigación sobre la capacidad de regeneración o reparación de órganos y tejidos y el papel que juegan las células en estas dinámicas. También, qué pasa en el ámbito celular y molecular en los procesos inflamatorios, qué peso tiene la senescencia celular o la respuesta del sistema inmunitario. “La investigación en estas líneas es relativamente nueva”, argumenta Posas. Todas estas líneas, que vinculan metabolismo y envejecimiento, “amplían el campo de visión de la investigación fronteriza”.

Esta tendencia “pasa en todo el mundo”, añade. De momento se está traduciendo en el establecimiento de modelos animales fiables, predicciones basadas en la bioinformática y el diseño de compuestos que ya están llegando a las fases de estudio clínico. Pasa con los fármacos seniolíticos pero también con la inmunoterapia. Y está empezando a pasar con el estudio de componentes de la sangre y el plasma, en que la catalana Grifols está ensayando diferentes candidatos tanto para combatir enfermedades asociadas al envejecimiento como para generar estrategias para revertir alguno de los fenómenos asociados al proceso biológico.

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