Nuevos abonos gratuitos: "Aunque no haga los 16 viajes me sale a cuenta"
Cercanías y el transporte metropolitano estrenan sin colas ni dificultades los billetes bonificados
“Señora, venga conmigo, que la ayudo”. La frase se ha repetido esta mañana en las estaciones de Cercanías, en el primer día de los abonos gratuitos, a medida que iban llegando los usuarios del servicio con el móvil cargado con el código QR de la promoción que querían transformar en el billete de cartón. De hecho, es una operación muy sencilla en las máquinas expendedoras y solo hay que introducir la clave que se obtuvo en el momento del registro, pero la novedad ha hecho que –gente mayor y también milenials nativos digitales– optaran por buscar ayuda. Los viajeros más previsores –que sí, hay– ya habían hecho los pasos días antes para que el estreno no los enganchara en las colas interminables que preveían los pronosticadores de mal tiempo.
Alguna cola se ha visto a primera hora, pero ningún drama para unos usuarios acostumbrados a los retrasos y otros obstáculos diarios. Así que la gratuidad del billete se ha recibido con alegría entre los que son viajeros diarios y los que, como Adela Mas, solo cogen el tren “muy de vez en cuando”. Explica que ha hecho números y se ha decidido a sacarse lo que Renfe denomina el abono recurrente porque es una oferta beneficiosa. “La ida y vuelta a Barcelona desde Martorell ya son 7,80 euros y un Bonotren, más de 20 –explica–. Así que aunque no haga los 16 trayectos me sale a cuenta”. En caso de que el 31 de diciembre –cuando acaba el periodo de gracia fijado por el gobierno español para combatir la inflación causada por la guerra en Ucrania– no se haya validado este mínimo de 16 viajes, no se devolverán los 10 euros –20 en caso de la media distancia– que se han dejado de fianza.
En una situación parecida está Belén Martínez, que llega a la estación con sus tres hijos para ir a pasar el día al Parque de la Ciutadella de Barcelona aprovechando los últimos días de vacaciones y la gratuidad del billete. “Si no fuera gratis habríamos cogido el coche o nos habríamos quedado por Martorell”, admite, y avanza que con esta oferta “seguramente” la familia hará más viajes hacia la capital y fácilmente “los 10 euros estarán amortizados”.
Junto a las máquinas expendedoras, el personal de asistencia de la compañía ferroviaria se afana para expedir los billetes e intentar responder las dudas que todavía hay a cerca de estos cuatro meses de viajar gratuitamente. “¿Si pierdo el billete que tengo que hacer?”, pregunta un chico joven, usuario diario para ir a estudiar los días laborables y los festivos, para el ocio. “Tendrás que venir a la máquina otra vez y sacar otro”, le responde el personal. Tampoco ha quedado claro si los billetes bonificados sirven para poder moverse libremente por toda la red de Cercanías o por las estaciones que se soliciten previamente. “A mí me han dicho que puedo ir tanto al Masnou como a Vilafranca”, dice Ricardo Benito, en la estación de Plaça Catalunya antes de subir a un tren hacia la localidad del Maresme, que valora que la gratuidad supondrá un “buen ahorro” para la economía familiar que calcula que en este trimestre puede llegar a los 300 euros entre todos los miembros. “Por fin tenemos una buena noticia, con tanta negrura”, acierta.
No solo Cercanías ha estrenado el nuevo sistema gratuito. También los regionales se acogen a la oferta y los trenes de media distancia Avant, que circulan por la vía del alta velocidad, en este caso pasan a costar la mitad. Dado el llamamiento de Renfe, que había reclamado avanzar la llegada a las estaciones, Elisabet Rivas se ha levantado una hora antes de su horario habitual para poder coger el tren que dos veces por semana la lleva de Lleida a Barcelona, puesto que la noche antes la aplicación de la compañía no le dejó hacer el registro. Allí, sin embargo, se ha encontrado un día "normal" y hoy por su abono 10-45 (10 viajes en 45 días) ha pagado 120,40 en lugar de los 204,80, así que en los cuatro meses calcula que se ahorrará “más de 500 euros”, una cifra que compensará el incremento de “más de 40 euros semanales” del precio del cesto de la compra.
Colas en el metro de Catalunya
En la estación de Plaça Catalunya, la tranquilidad de Cercanías se rompe a las puertas del metro, donde en las máquinas automáticas expendedoras se reúnen decenas de viajeros para conseguir uno de los abonos bonificados, en este caso entre el 20% y el 50% de descuento. Hay quien no se había enterado de la entrada en vigor de la oferta y creía que se limitaba solo a los trenes de Renfe y también los que han esperado a hoy para sacarse una T-Casual y beneficiarse de la oferta. "Nos habían dicho que era barato el transporte, pero no tanto como hemos visto", celebraban dos turistas acabados de aterrizar de Alemania que esperaban tanda para obtener un billete con el que recorrer la ciudad.