Vacunación covid

La ciencia da la razón a las mujeres: la vacuna del covid sí puede alterar temporalmente la regla

Múltiples estudios demuestran que la vacunación provoca cambios leves en la duración de los ciclos, pero los motivos todavía se investigan

Una chica joven recibiendo una vacuna anticovid, en una imagen de archivo.
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BarcelonaLas sospechas sobre si las vacunas anticovid alteran los ciclos menstruales empezaron el verano pasado, a medida que el acceso a las inyecciones se generalizó entre mujeres en edad de tener la regla. Primero se compartían en petit comité y en las redes sociales, pero poco después empezaron a llegar a las consultes casos de menstruaciones más largas o más cortas de lo habitual, que llegaban inesperadamente o con un sangrado más abundante. Incluso mujeres con menopausia y sin ninguna patología, que toman anticonceptivos para eliminar la ovulación o en terapia hormonal masculinizante aseguraban haber sangrado. Y todas llegaban a una misma conclusión: el único elemento diferencial era que se habían vacunado. Mientras crecían las dudas y los casos, tanto ginecólogos como autoridades sanitarias se limitaban a decir que no se podía establecer una relación causal y que los ciclos menstruales tienen muchas variaciones de manera natural, por ejemplo por el estrés. Además, tampoco se consideraba un posible efecto secundario porque ningún ensayo había tenido en cuenta esta variable, a pesar de que la mitad de los voluntarios y de los potenciales usuarios eran mujeres. Era la palabra de todas estas mujeres, que afirmaban conocer lo suficientemente bien sus cuerpos, contra la de los expertos. Y ahora la ciencia les ha dado la razón: múltiples estudios con miles de participantes han demostrado que la vacunación contra el covid altera los ciclos menstruales; en casi todos los casos, de manera transitoria y reversible.

La evidencia apunta que las vacunas alargan temporalmente la menstruación o dan lugar a periodos más intensos, si bien la duración de esta anomalía no acostumbra a exceder los dos meses. Esta es la conclusión a la que llega la revista Science, que ha hecho una revisión de la investigación hecha hasta ahora en varios países del mundo. El informe, escrito por Victoria Male, del departamento de Metabolismo, Digestión y Reproducción del Imperial College de Londres, asegura que los resultados son "notablement consistentes", sobre todo en cuanto al aumento de la duración del ciclo menstrual y, en menor medida, al sangrado intenso postvacunació. "La gran variabilidad intrapersonal de la regla en mujeres, tanto en cuanto a la durabilidad como a la abundancia de sangrado, dificultó que se estableciera una relación causal de entrada. En las consultas observábamos estos cambios, pero por fin se ha hecho una revisión tan aclaratoria y con un volumen de datos tanto numeroso como fiable", plantea la médica adjunta del servicio de obstetricia y ginecología del Hospital del Mar, Gemma Mancebo, que no ha participado en el estudio. 

El camino para confirmar este nexo no ha sido fácil. Como la mayoría de las vacunas se administran durante la infancia, antes de que las chicas tengan la menstruación por primera vez, esta variable no se incluye sistemáticamente en los ensayos, lo cual crea un problema de desigualdad en la investigación clínica en que las mujeres son las damnificadas. Ninguna de las farmacéuticas implicadas analizó nunca el impacto que podían tener las vacunas anticovid en la regla de las mujeres. "Los cambios en la menstruación ni siquiera aparecen en los cuestionarios de efectos secundarios. A una semana vista, la mujer todavía puede recordar estos cambios, pero más tarde pueden pasar desapercibidos", afirma Mancebo, que añade que entonces se intentaba tranquilizar a las pacientes a partir de la lógica y no de una base científica. "Ahora ya la tenemos", puntualiza. 

La mayoría de los datos que se han usado para analizar esta problemática provienen de Estados Unidos y de Reino Unido, dos países con unos sistemas de reporting de efectos secundarios muy potentes, y a partir de la recopilación de experiencias personales. El norteamericano recibió más de 11.000 informes de cambios menstruales y sangrados vaginales inesperados hasta abril del 2022, y el británico más de 50.000 en el mismo periodo. Ahora bien, en un primer momento la comunidad científica consideraba que estos sistemas no están diseñados para detectar un aumento de acontecimientos no graves y frecuentes como estos. "Los ciclos menstruales varían de manera natural, un reto particular fue determinar hasta qué punto, si los había, los cambios informados se podían atribuir a la vacunación contra el covid-19", afirma Male, autora de la publicación en Science, que añade que la desinformación disuadió a algunas mujeres de vacunarse por miedo a problemas de fertilidad.

Goteo de evidencias

Las causas de esta interacción entre el ciclo menstrual y las vacunas todavía no están del todo definidas, pero Male destaca dos hipótesis. Una de ellas podría ser el impacto de las citocinas que se producen después de la vacunación en la señalización que se produce entre la glándula pituitaria, el hipotálamo y los ovarios. Otra posibilidad, dice, es que las vacunas tengan un impacto todavía desconocido sobre las células inmunitarias que están implicadas en la reparación de los tejidos del revestimiento del útero. En definitiva, sería el resultado de la respuesta inmunitaria ante la vacunación y no tanto por un componente de las vacunas.

A preguntas del ARA, la ginecóloga del Vall d'Hebron Lidia Illán plantea que la causa se podría encontrar más en un aumento de las prostaglandinas en el endometrio, y no a las hormonas, después de la vacunación, que hace que el endometrio se desescame de una manera diferente. Anteriormente, se había informado de cambios menstruales inesperados en las vacunas de la fiebre tifoide, la hepatitis B o la del virus del papiloma humano (VPH). "Pero hasta ahora nunca habíamos vivido una vacunación masiva en edad fértil, de forma que no había mucho para comparar", afirma.

La recopilación de experiencias ha sido un recurso clave a la hora de evidenciar la vinculación entre la vacuna y la alteración menstrual. Un ejemplo es la encuesta de la antropóloga de la Universidad Tulane (Estados Unidos) Katharine Lee, que a partir de 40.000 mujeres y personas de género diverso constató que un 42% de las entrevistadas habían reportado sangrados más abundantes después de la vacunación; o que el 71% de las que tomaban anticonceptivos que eliminaban la ovulación, el 66% de las mujeres postmenopàusiques y el 39% de las personas que reciben terapia hormonal masculinizante habían sufrido hemorragias repentinas e inesperadas. 

Otro de los estudios incluidos en la revisión es el que se ha hecho con 4.000 usuarias de la aplicación de seguimiento menstrual Natural Cycles. En este caso, el 60% de las mujeres estaban vacunadas y después de la primera dosis no notaron ningún efecto relevante. Con la segunda dosis, notificaron que la duración del ciclo aumentaba unos 0,45 días, y si las dos dosis de la vacuna las habían recibido en un mismo ciclo, la regla duraba hasta 2,32 días más. Es decir, la vacuna alargaba los ciclos entre uno y dos días. La buena noticia es que en todos los casos se observó un retorno a la normalidad en un máximo de dos ovulaciones, sin repercusiones. 

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