Salud

Proteínas basura, el posible origen de la ELA hereditaria

Investigadores abren vías que hasta ahora no se habían explorado en busca de tratamientos contra esta enfermedad degenerativa

A.D.S.
2 min
Acumulación de “proteínas basura”: a la izquierda, células normales y, a la derecha, células sometidas a efectos de la proteína tóxica.

BarcelonaEn los pacientes de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), las neuronas motoras se desgastan y mueren hasta que dejan de controlar los movimientos musculares esenciales como el habla, la respiración o la movilidad. La causa de esta enfermedad degenerativa todavía se desconoce, pero científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han dado un paso adelante y han identificado el potencial origen de la ELA hereditaria. La responsabilidad recaería en la acumulación de proteínas basura, unos compuestos que no tienen ningún tipo de función pero que, al agolparse en las neuronas, impiden el correcto funcionamiento de la célula. El estudio con el que se ha llegado a esta explicación se ha publicado este viernes en la revista Molecular Cell.

Los pacientes de ELA hereditaria comparten, en su gran mayoría, mutaciones en un gen concreto, el C9ORF72. A partir de esta alteración, los enfermos producen unas proteínas tóxicas que se enganchan al ADN y el ARN del afectado como si fueran "alquitrán", explican los investigadores. Ahora, los autores han descubierto que la toxina tiene un efecto "particularmente agudo" en la fabricación de nuevos ribosomas, que son las estructuras de las células que se encargan de producir proteínas. Es entonces cuando se produce un exceso de estas proteínas, que se acumulan y colapsan el sistema de limpieza celular, lo que acaba desembocando en la muerte de las neuronas motoras del paciente.

Como el problema es el exceso de estos compuestos basura, los autores han estudiado estrategias para que las células produzcan menos ribosomas: con manipulación genética y farmacológica han apagado dos mecanismos que generan estas estructuras y han comprobado que la toxicidad se reduce porque se producen menos proteínas nocivas. Sin embargo, piden prudencia en la interpretación de estos resultados, ya que de momento estos experimentos "simplemente indican la posible existencia" de vías que no se habían explorado para buscar tratamientos contra la enfermedad.

Envejecimiento

Los autores insisten en que el reto es encontrar formas de reducir la producción de ribosomas para que disminuyan las proteínas nocivas a la vez que se garantiza un número suficiente para el correcto funcionamiento de las células. Además, las conclusiones del estudio abren también una puerta a la investigación del envejecimiento, ya que han descrito un nuevo factor causal de este proceso: el estrés nucleolar. Es un mecanismo molecular que recoge las alteraciones que sufren los encargados de producir ribosomas. Se llaman nucleolos y son una parte del núcleo de la célula. Con este trabajo han observado cómo el estrés nucleolar induce toxicidad a las células animales y aportan evidencias directas de que este tipo de estrés acelera el envejecimiento en mamíferos.

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