La presión policial en el aeropuerto desplaza los robos a las carreteras

BarcelonaLa relación entre la policía y los ladrones a menudo acaba convirtiéndose en el juego del gato y la rata: cuando los primeros aumentan la presión en un foco de robos, los segundos se trasladan a nuevos espacios e incluso pueden cambiar de estrategia para seguir delinquiendo. Esto está ocurriendo estos días en el aeropuerto de El Prat, uno de los puntos con más robos del país. Tal y como avanzó este diario, el ritmo incesante de hurtos (se han multiplicado por diez en una década) hizo que los Mossos d'Esquadra pusieran muchos más efectivos en la infraestructura, un refuerzo que está empezando a dar resultados y que ha logrado detener la sangría de robos. En el momento más crítico había un hurto cada hora, y ahora hay cuatro o cinco al día. Han aumentado las patrullas, las detenciones, las identificaciones... Pero algunos habituales en las instalaciones no han desaparecido: han cambiado de escenario.

Según fuentes consultadas por este diario, la presión policial ha hecho que algunos ladrones identifiquen a las víctimas en la infraestructura, pero las acaben robando en la carretera, en las salidas del aeropuerto. Las tácticas son similares a la de los ladrones de las autopistas: detienen el vehículo con alguna excusa, como ha pinchado la rueda, y después distraen al conductor mientras le roban el equipaje. Un robo muy reciente, del pasado 6 de marzo, ejemplifica a la perfección esta nueva táctica. Los Mossos tuvieron constancia de un hurto dentro de un vehículo que estaba detenido en el arcén de una de las carreteras de salida del aeropuerto. De hecho, incluso accedieron a un vídeo grabado por un testigo, al que también ha tenido acceso el ARA, donde se ven a dos personas distrayendo al conductor fuera del vehículo y otras dos cogiendo una mochila de la parte posterior del coche.

Los Mossos consiguieron identificar a los ladrones, y uno de ellos es un viejo conocido de la policía. Es un hombre de 48 años que es considerado el top 1 de hurtadores del aeropuerto. De hecho, los juzgados le impusieron la primera orden de alejamiento de la infraestructura (actualmente hay cincuenta vigentes) por todos los antecedentes que acumulaba en El Prat. Este multirreincidente suma 96 detenciones en Catalunya, y 34 han estado en el aeropuerto. Lo han identificado 500 veces, y 440 han sido en El Prat. También le han denunciado 152 veces por hechos delictivos, y 50 los habría cometido en la infraestructura aeroportuaria.

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La policía catalana ya conoce a los multirreincidentes que suelen acercarse a El Prat para robar, y también a los coches que suelen utilizar, y muchas veces los identifican por las cámaras de seguridad y los echan antes de que actúen. Esa presión es la que ha hecho que ahora se desplacen a la carretera.

Detención dentro del aeropuerto

Los investigadores de los Mossos consiguieron identificar y detener a este hombre y su acompañante este lunes, según ha podido saber el ARA. ¿Dónde estaban? Intentando entrar en el aeropuerto. La policía ya ha dado por solucionado este último robo en los accesos de El Prat, pero fuentes conocedoras alertan de esta nueva táctica de los ladrones y ya han avisado internamente para que también se intensifique la vigilancia en estas carreteras de alrededor. La supervisión de estas zonas depende de otras unidades de los Mossos y no de las que se encarguen del aeropuerto.

El hecho de que la presión policial en un lugar concreto acabe provocando un desplazamiento del delito es una dinámica habitual. Por ejemplo, cuando se realizan muchos operativos seguidos en el barrio del Raval de Barcelona, ​​el tráfico de droga y los narcopises suelen moverse a otros puntos. O un ejemplo de mayor alcance: la presión policial en el estrecho de Gibraltar es lo que ha provocado que las narcollanchas con hachís suban y desembarquen la droga en las costas catalanas.

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