El verano en el plato

Salteado de moluscos

Los hermanos Colombo, del restaurante Xemei de Barcelona, explican cómo se prepara este plato, que necesita solo tres minutos de cocción

2 min
Saltado de mol·luscos, servido en bote de vidrio

Ingredientes para 4 personas

  • 300 g de mejillones
  • 16 almejas
  • 6 cigalas
  • 12 navajas del Delta de l'Ebre
  • Guindilla, albahaca, tomillo, estragón, salicornia
  • Piel de limón
  • 1 copa de vino blanco (del que más os guste)
  • 4 rebanadas de pan seco
  • 1 diente de ajo
  • Aceite de oliva virgen extra

Elaboración

  1. En una sartén que habréis puesto unos minutos en el fuego para que esté caliente, echad un chorro de aceite de oliva virgen extra. Sofreíd el ajo procurando que no quede muy dorado ni tampoco de color marrón. Tiene que ser un sofrito ligero, suficiente para que el ajo dé gusto al aceite.
  2. A continuación, añadid el vino blanco y las hierbas aromáticas. Removedlo sacudiendo la sartén y tapadlo. Poned los moluscos, previamente lavados.
  3. Cocinadlo durante tres minutos seguidos a fuego muy vivo. Es muy importante que el fuego de los fogones esté a temperatura alta para que los moluscos se abran y se impregnen de los gustos de las hierbas aromáticas y del vino blanco.
  4. Llevadlo a la mesa con la misma sartén con la que habéis hecho el salteado, con la tapa puesta.
  5. Coméoslo con un pan que tenga una buena miga, que podáis mojar en el caldo que habrán soltado los moluscos con las hierbas aromáticas y el aceite.
  6. En la mesa podéis maridar el plato con una copa del mismo vino que habéis usado para cocinar los moluscos para que la sintonía sea completa.
Pippo Rossi y Max Colombo, los hermanos propietarios del restaurante Xemei, de cocina veneciana

Consejo

Este plato tiene una cocción muy rápida, a fuego vivo, porque es un salteado que necesita un golpe de fuego y ya está. De hecho, la sencillez del plato de origen veneciano consiste en este golpe de calor y también en la combinación del vino blanco (seco o afrutado), en la cocción y en el maridaje. Si no, a la hora de comer también se puede optar por un vermut. El gusto de cada uno es el que se tiene que imponer para que el placer sea completo.

stats