Del aceite de colza al de aguacates y avellanas: los fraudes en el aceite de oliva

BarcelonaSon casos excepcionales, cuando existen, porque el aceite de oliva extra virgen es uno de los alimentos que más controles analíticos pasa, y está sujeto a legislación europea. Sin embargo, los fraudes son cada vez más sofisticados y algunos casos pueden pasar desapercibidos en los controles, como confirma la científica Alba Tres Oliver, profesora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimentación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona (UB). Justo por eso han desarrollado una herramienta analítica avanzada para poder detectarlo. La noticia es que esta herramienta, validada y comprobada, y creada en el Campus de Torribera de la UB, han acordado compartirla con el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Catalunya. Hasta ahora, unos y otros iban por separado; el próximo año sumarán fuerzas.

Y ahora vamos a palmos. ¿Por qué un elaborador puede querer adulterar un aceite de oliva extravirgen? "Porque no tiene suficiente cantidad, porque quiere vender más, y porque quiere ponerlo en el mercado a precios más bajos que otros elaboradores, que lo venden a precios más altos", dice la científica. Aunque este año, el aceite de oliva extra virgen no ha subido a 10 euros el litro, todavía se considera un producto caro, sobre todo si se compara con el precio que tenía hace años atrás, cuando no traspasaba los cinco euros por litro. Así, "la primera recomendación que hacemos siempre a los consumidores es que desconfíen de un aceite de oliva extra virgen que tiene un precio muy económico, porque no es posible que sea más barato que el precio medio", dice Alba Tres.

El motivo de la adulteración del aceite

Para continuar, ¿con qué ingredientes se puede adulterar? "Con aceites de menor calidad, por ejemplo el de girasol, de avellana e incluso el de aguacate", sigue explicando. Todos son detectables con los métodos de control habituales, pero no lo es tanto con el zumo de la prensada del aguacate, "porque la fruta verde tiene propiedades nutricionales muy similares al aceite de oliva, y de ahí la gran dificultad".

En el imaginario colectivo, detrás de una adulteración de aceite de oliva extra virgen, está el recuerdo del gran fraude del aceite de colza (una planta de color amarillo cuando florece, cuyas semillas se extrae aceite) que provocó más de mil muertes y enfermedades graves para la población. En Andalucía, querer hablar de lo ocurrido es levantar una herida tapada que no ha cicatrizado pese al paso de los años. Los silencios y sobre todo las evasivas son constantes, como el ARA MENGEM comprobó en enero del 2025. La población sorteaba las preguntas, y muchos se remitían al libro del trabajador Juan Moreno Anaya, quien relató la información que sabía en su volumen Sucedió como el cuento. Él mismo fue procesado por el fraude por haber sido gerente de la refinería desde donde habría salido el aceite adulterado. Fue absuelto.

"El fraude del aceite de colza fue un doble fraude, porque, para empezar, se vendía aceite de colza como si fuera aceite de oliva, y, para continuar, ese aceite de colza no era apto para el consumo humano, porque se le había añadido un colorante tóxico, habitual en los usos industriales, y que era letal para las personas. botellas y garrafas que compraban con una etiqueta que decía "aceite de oliva"? Un precio muy bajo comparado con el de otros. concreto. Desde el punto de vista de la criminología, el fraude cumple todos los elementos de un crimen: hay una víctima (el consumidor), un móvil (el beneficio económico), y una oportunidad (que aparece cuando la vigilancia es insuficiente). además, sólo por el hecho de que tengamos la herramienta de control, se desincentiva la tentación de delinquir", afirma Alba Tres.

En otro orden, en aceites de oliva, lo que más se detecta es el engaño de querer vender un aceite de oliva virgen por uno de extra virgen, y de extra virgen, y de extra virgen, y de el almacenamiento que ha tenido, ha perdido calidad". Es más, la científica sostiene que cuando alguien ha querido hacer un engaño con el aceite de oliva "no lo hace para provocar problemas de salud en la población, sino para vender más cantidad y obtener una ganancia económica".

Es decir, habría engaños en etiquetados de categorías del mismo aceite de oliva extra virgen. "Estos pasan más desapercibidos socialmente, y quizás la población resta importancia; los más escandalosos son las adulteraciones con otros ingredientes, pero, aunque los hay, siempre excepcionales", concluye la profesora Alba Tres.