Cadaqués llora el cierre del Bar Boia
El 4 de enero fue el último día que tuvieron abierto, y en el emplazamiento de la playa Gran ya no se podrá instalar ningún otro establecimiento
El Bar Boia de Cadaqués, situado en la playa Gran, cerró la puerta para siempre el 4 de enero por la tarde. Trabajadores, vecinos y la familia que ha dirigido la concesión del chiringuito, la familia Vehí, se reunieron para dedicar el último adiós al que ha sido un bar y un centro cultural neurálgico de la población del Alt Empordà. "No hemos tenido tiempo de hacer nada especial, de clausura, porque si abríamos un día más después del 4 de enero, teníamos la amenaza de multa de 28.000 euros diarios por día abierto", afirma Pere Vehí, que confesaba la tristeza que va oír a finales de diciembre, cuando la Generalitat les notificó la obligatoriedad de cerrar.
Según explica Pere Vehí, la carta que recibieron a finales de diciembre les hacía saber que no podían renovar la concesión porque entraba en vigor una normativa de la ley de costas, según la cual en una playa urbana no puede haber dos bares si no están separados por ciento cincuenta metros o más. En el caso del Marítimo y el Bar Boia la distancia es de diecisiete. "Por tanto, el Boia no podrá volver a abrir nunca, ni nosotros ni nadie, en este emplazamiento", afirmaba Pere Vehí.
La familia Vehí abrió el chiringuito en 1946, y actualmente lo dirigía Manel Vehí, hijo de Pere Vehí, que había convertido al Boia en un referente gastronómico, de día, y coctelero, de noche. Los bocadillos, bikinis y cócteles de todos los tipos, como el famoso Sex on the beach, siempre servidos en vasos y recipientes sorprendentes, habían hecho que vecinos y turistas fueran al Boya a comer y beber. Siempre estaban llenas las mesas, que tocaban en el mar, y también en un lateral, en dirección al Marítimo ya la escultura de Salvador Dalí, y en dirección al paseo de Cadaqués. También habían ido personalidades de todo el mundo, como recuerda Pere Vehí, que confesaba que, pese a toda la tristeza, están bien. "Ha coincidido la carta que recibimos de Costas de la Generalitat con la muerte de mi madre, la abuela de Manel; todo se ha juntado, pero hemos recibido tanto calor estos días, de los vecinos, de cocineros, como Mateu Casañas, del Disfrutar, que nos han hecho sentir bien". En la cuenta deInstagram del Bar Boia, la familia Vehí colgará frases que han ido recogiendo durante todos estos años dichas por los clientes.