Mundial Bar: un local centenario de Ciutat Vella que ha sido subastado y rescatado

BarcelonaEs un goteo constante de vecinos que van asomándose. Quieren saber cuándo abrirán. Y la respuesta es que el Mundial Bar reabre el miércoles 10 de septiembre. Desde entonces y hasta el día 14 ofrecerán los platillos y tapas mucho más económicos. Aplicarán un 50% de descuento en las reservas tanto para el almuerzo como para la cena para rememorar cuando los precios estaban en pesetas. El interés suscitado del vecindario de la plaza de Sant Agustí Vell se explica porque éste fue un refugio donde se encontraba gente de todos los colores políticos y sede de una peña de boxeo.

Regentado por la familia Tort hasta que cerró a causa de la pandemia, ha pasado gente tan diversa como ilustre. Como el dirigente del PSUC, Antoni Gutiérrez Díaz, conocido popularmente como Guti, o el secretario general del PCE Santiago Carrillo. Cabe destacar el caso de Gabriel García Márquez. El Nobel de literatura colombiano era habitual del Mundial y en el nuevo bar tiene una placa conmemorativa. Se encuentra junto a la mesa que solía ocupar, junto a la puerta, y pone una frase que el escritor soltó dentro de estas cuatro paredes: "Tuerto, si yo hubiera conocido este bar antes, habría escrito Mil años de Soledad". No es la única placa que hay. Entrando hacia el comedor hay otra donde, el Grupo Confiteria, que son los nuevos propietarios, han querido dedicar a la familia que se deslomó tantos años: "En honor a la familia Tort, para mantener viva el alma del Mundial y el espíritu del Born durante tantos años". juventud, y ahora están contentos de recuperar este espacio del barrio de Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera.

Enric Rebordosa y Lito Baldovinos se han hecho famosos en el sector por rescatar locales históricos, como el Café del Centro o La Fuente del Gato. También tienen otros modernos locales como Paradiso, Bonavista o Monk. Pero ha sido su empeño por recuperar espacios lo que les hizo destinatarios de una llamada. Les avisaban de que el Mundial salía a subasta pública. No se lo pensaron. Y ahora pueden abrir las puertas del local. Han procurado volver a poner las fotos de los boxeadores donde estaban. Las marcas de las paredes se lo han puesto más fácil. Lo que han tenido que hacer de nuevo, han procurado que respetara la estética original. En la carta están los clásicos que la gente comía, como la sepia a la plancha (6,90 euros) o los dados de solomillo en la aleta (11,80 euros). También hay varios platos de caparazón, como los caracoles de mar (7,50); fritos, como la tortilla de camarones (3,60), o guisos, como el suquet del pescador (11,80). De postre, una deliciosa mousse de chocolate con naranja y nata, o un clásico del barrio, las milhojas de crema del Forn Vilamala. En algunos apartados se ve su sello.

De todos los locales que han abierto este es uno de los que más ilusión y nervios les genera, dicen. Tienen la responsabilidad de no fallar a los vecinos, tan escarmentados como están. Durante estos días de obras los que se acercaban les han contado muchas anécdotas. A partir del día 10 el bar vuelve a abrir sus puertas para que puedan empezar a cultivar nuevas vivencias.