Ni un día en casa

El secreto mejor guardado en l'Estartit: un arroz espectacular frente al mar

El restaurante La Galera de Can Pau combina la esencia familiar con una cocina mediterránea, cercana y casera

Montserrat y Sandra en la sala del restaurante La Galera de Can Pau
  • Dirección: paseo Marítimo 29, l'Estartit, Baix Empordà
  • Carta: mediterránea
  • Obligado: arroz de mar y montaña con gambas rojas, chuleta de cerdo, salchichas, sepia y almejas
  • Vino: con buenos vinos catalanes
  • Servicio: eficiente y rápido
  • Local: con terraza frente al mar
  • Precio por persona: 35 euros

Al llegar a La Galera de Can Pau, lo primero que te recibe es la cortesía de Sandra, con su sonrisa, simpatía y naturalidad. Sólo con estos detalles, ya sientes que comerás como en casa. Este restaurante, que ha pasado de generación en generación, trae al ADN el gusto y la tradición del Mediterráneo. La historia comienza en 1968 cuando Mercedes, la abuela de Sandra Cros, abrió un pequeño chiringuito para ofrecer bebidas y helados. "Era lo que buscaban los extranjeros por aquel entonces", recuerda Sandra. Poco después, Mercedes amplió la carta con bocadillos y minipizzas con baguette. En los años 90, los hijos de Mercedes decidieron dar un paso más y transformaron el local en un restaurante sobre el espigón, y rediseñaron su carta.

El 11 de noviembre del 2018, el día del aniversario de Mercedes, la familia le rindió homenaje abriendo lo que hoy conocemos como La Galera de Can Pau, en pleno paseo Marítim de l'Estartit. "En cada generación de la familia ha habido un Pau, por eso el nombre, y Galera, porque así se llamaba el local que había antes aquí", explica Sandra.

A lo largo de los años, La Galera de Can Pau ha sabido mantener esta esencia familiar y acogedora que la hace única. Sandra es la tercera generación a la cabeza: "Es difícil definir mi casa, definir la cocina que hacemos. Os diría que es mediterránea, próxima, casera". Cocinan cómo es ella, con buen trato, detallista, con cariño.

Empezamos con las anchoas que disfrutamos de aperitivo, acompañadas de pan de torta con tomate. También compartimos calamares a la andaluza y una ensalada de verano. Como segundos, degustamos calamares a la plancha con perejil y menta, el carpaccio de gambas del cabo de Creus y un arroz de mar y montaña con gambas rojas, costilla de cerdo, salchichas, sepia y almejas: un auténtico espectáculo. Para cerrar, una tarta de ricota con peras, trufas de chocolate con aceite y sal y un tiramisú. Para la comida hacemos dos vinos, un blanco y un tinto. El primero, el Mensajero Autóctono de la bodega Pujol i Cargol, "tiene una entrada seca como la tramontana, pero un punto floral suave que me encanta", nos dice Sandra. Y el negro, el Camino de la bodega Terra Remota.

Sandra ha vivido siempre en l'Estartit y recuerda que durante sus veranos de infancia, después de las clases de vela, el abuelo la llevaba a comer al restaurante y, si había trabajo, ayudaba lavando vasos y platos. "Para mí era como jugar. Tuve una infancia muy divertida aquí", recuerda con una sonrisa. Su amor por la tierra es profundo. "Sin este mar no podría vivir y sin la tramontana tampoco. A la gente no le gusta ese viento, pero como decimos aquí, una buena tramontana siempre limpia, y aquí siempre nos gusta".

La Galera de Can Pau es más que un restaurante gracias a su alma y legado, porque cada historia, cada gusto, es un testimonio del amor por la tierra y por la familia.

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