La Casa Tosquella empieza a revelar sus secretos
El tesoro modernista del Putxet sigue en buen estado y mantiene la decoración
BarcelonaQuien tuvo retuvo. Este miércoles la Casa Tosquella ha abierto las puertas a la prensa por primera vez desde que el Ayuntamiento de Barcelona la comprara en noviembre. Y todo apunta a que con una buena rehabilitación esta joya modernista volverá a brillar con la luminosidad y los colores que le dio el arquitecto Eduard Maria Balcells en 1907, con la profusión de estucados, vitrales, marcos, molduras, elementos de forja, pinturas y pavimentos, a pesar de que en algunos puntos del edificio la decoración se ha oscurecido y ha sufrido daños. En algunas habitaciones todavía hay muebles, objetos y trastos de los antiguos propietarios, pero enseguida los ojos se van a detalles como los sapos y los pescados del techo del porche de entrada, los vitrales que parecen la cola abierta de un pavo real y los animales del papel pintado de una de las habitaciones, una reunión insólita de gatos, perros, vacas y dromedarios.
La Casa Tosquella quedó deshabitada en 2018 y abrirá las puertas al público por primera vez, desde que es de propiedad municipal este domingo dentro de los Espais Ocults del 48H Open House Barcelona, con las plazas agotadas, como también lo están las de los otros edificios que se podrán visitar. Fuentes del festival de arquitectura aseguran que, si se puede garantizar la accesibilidad y la seguridad de los visitantes es “bastante factible” que la Casa Tosquella vuelva a abrir, más tiempo y con más aforo, en la próxima edición del 48H Open House Barcelona, que se celebrará el fin de semana del 22 y 23 de octubre.
La Casa Tosquella es el fruto de una reforma con la que, por encargo de Antoni Tosquella, que había hecho fortuna en América, Balcells transformó una pequeña casa de veraneo del maestro de obras Joan Caballé. También incluye una planta semisoterrada que tiempo atrás había llegado a ser una vivienda independiente que ahora está cerrada y un anexo sin interés arquitectónico donde vivió la hija de Tosquella. Está catalogada como bien cultural de interés nacional (BCIN) a raíz de ser declarada monumento histórico en 1974 y está previsto que el Ayuntamiento de Barcelona haga un casal para gente mayor.
“Eduard Maria Balcells hizo todo un trabajo de embellecimiento para darle prestigio y visibilidad, y también para ponerla al mismo nivel que otros edificios modernistas”, afirma el arquitecto y jefe de programación del 48H Open House Barcelona, Miquel Zuzama. Otro de los detalles sobre los que llama la atención Zuzama es la diferencia que hay entre la fachada y el interior: mientras que la decoración exterior es neoarabizante, Antoni Tosquella quiso que el interior fuera más floral y típicamente modernista. “La casa está en muy buen estado y se ha conservado la decoración; será relativamente fácil recuperarla”, explica Zuzama. Por otro lado, otro elemento, el pavimento de mosaico cerámico, da una pista de cómo estaban organizadas las habitaciones: el dibujo del suelo del salón es más elaborado, porque debía de ser más público, mientras que el de las otras tres habitaciones próximas es más sencillo porque debían de ser más privadas.