El hijo de Helios Gómez hace una generosa donación al MNAC
Son 6 pinturas, 27 dibujos y un libro de su colección personal


BarcelonaEl artista Helios Gómez se definía a sí mismo como sevillano, catalán y, sobre todo, gitano. Pese a toda la represión que sufrió, siempre se mantuvo fiel a sus ideas. Gómez estuvo siempre junto al pueblo, y ahora su colección personal se ha convertido en pública, gracias a la donación que su hijo Gabriel ha realizado en el Museu Nacional d'Art de Catalunya. La donación incluye seis pinturas, veintisiete dibujos y un libro ilustrado. Asimismo, el museo ha comprado las tres pinturas que Gabriel Gómez había depositado en el museo y que pueden verse en las salas de arte moderno: Evacuación, Agrio andaluz y Dolor aerotransportado (paracaídas con el ojo). "Esta donación cambia la colección, y el museo pasa a ser el centro de referencia de Helios Gómez, un artista absolutamente clave en el relato de la vanguardia en Catalunya y España", afirma el director del museo, Pepe Serra. "No sé si hay otro artista tan relevante en esa condición de vanguardista, de revolucionario, de la idea del arte y el conflicto", subraya. "Mi padre mostraba al pueblo con sus penurias, la gente torturada, asesinada... Una parte que normalmente queda oculta en el arte", dice Gabriel Gómez, que promueve la obra de su padre desde hace tres décadas.
Las seis pinturas de la donación pertenecen a la época tardía del artista, entre mediados de los 40 y mediados de los 50, poco antes de su muerte. Entre éstas destacan Transfixión, en el que domina un lenguaje surrealista, y Desesperación, una composición onírica que puede interpretarse en clave personal, porque el protagonista es gitano. Entre los guaches llaman la atención tres trabajos de los años 20, "a contrapelo", como dice el museo, de la parte más popular de su obra.
La crónica de la Guerra Civil
Una de las vertientes más importantes de la trayectoria de Helios Gómez es cómo denunció los estragos de la Guerra Civil. Entre los dibujos incluidos en la donación hay cuatro de la serie Horrores de la guerra, considerados "obras mayores de la crónica de guerra más estricta". Uno de estos dibujos es especialmente relevante porque es la versión en tinta de la pintura Evacuación.
"La obra de Helios Gómez estaba algo perdida", lamenta Gabriel Gómez. Entre las vicisitudes que sufrió, su hijo recuerda que fue detenido antes de la inauguración de su exposición en la barcelonesa sala Arnaiz en 1948 y que le expoliaron las obras. En paralelo a la donación, el departamento de Cultura está restaurando la Capilla Gitana que Helios Gómez pintó en la Modelo durante una de sus estancias en prisión, una iniciativa por la que Gabriel Gómez da "gracias infinitas".