El retrato de su madre que Joan Miró sacrificó para librarse de la tradición
Los técnicos de la Fundació Joan Miró descubren un retrato oculto bajo el óleo de los años 20 'Pintura'


BarcelonaPor ser artista, Joan Miró se rebeló contra sus padres y pronto se apresuró a combatir la tradición y las convenciones artísticas. Uno de sus lemas más conocidos es el de "asesinar la pintura". Esta afirmación corresponde perfectamente con el descubrimiento que han realizado los equipos de conservación preventiva y colección de la Fundació Joan Miró, liderados por Elisabet Serra, y que se ha hecho pública este jueves. Para hacer el cuadro Pintura (1925-1927), Miró cogió un retrato que otro artista había hecho a su madre, Dolors Ferrà i Oromí, lo puso de lado y pintó encima. Gracias a técnicas no invasivas, entre ellas la radiografía, la fotografía infrarroja y la imagen hiperespectral, los investigadores han podido revelar el retrato subyacente e identificar su modelo. Puede que el gesto de utilizar el retrato de la madre fuera una burla, una venganza para que ella y su padre se hubieran opuesto a su deseo de dedicarse al arte. No fue por falta de material, sino una decisión deliberada.
Además, Pintura se remonta a un momento, el París de los años 20, en el que la creatividad de Miró estaba en plena ebullición, en la que pasó del realismo mágico de La masía a trabajos más atrevidos, dentro de la órbita surrealista, como Pintura. Hasta ahora eran conocidas las pinturas académicas que Miró intervino más adelante: en los años 40 y 50 fueron retratos, y en los 60 y 70, paisajes. En ambos casos, Miró siempre dejó a la vista fragmentos de la pintura para enfatizar la crítica contra el arte ramplón. El caso de Pintura es distinto, porque Miró cubrió completamente el cuadro anterior. Y, curiosamente, no rascó los fragmentos de los pendientes y el broche de la madre que después produjeron resaltos en su cuadro.
Joan Miró regaló Pintura a su amigo Joan Prats, que la conservó hasta su muerte, en 1970. Cinco años después entró en la Fundació Joan Miró como una donación de la familia Prats. En ese momento el cuadro no estaba en buen estado de conservación: en un informe de restauración fechado en 1978, los técnicos detallaron la presencia de pequeñas pérdidas y agrietado en la superficie pictórica. Fue entonces cuando se hizo la primera radiografía en el cuadro: se pudo observar que había un retrato subyacente, pero no se pudo identificar a quien representaba. Ahora los técnicos han podido hacerlo porque encontraron en Son Boter un retrato de la madre, obra del pintor Cristóbal Montserrat Jorba (Vilanova y la Geltrú, 1869 - Barcelona, 1935), que encaja estilística y técnicamente.
Otro aspecto del estudio, en el que han colaborado entidades como el Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC) y la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (UPO), es que ha permitido profundizar en el proceso creativo de Miró. Pintura está compuesta por al menos siete capas: las cinco inferiores están formadas por una capa de preparación a base de blanco de plomo y cuatro capas pictóricas que contienen, principalmente, pigmentos suelo, amarillo cadmio, negro carbón, azul cobalto y blanco de zinc. Encima de ellas, Miró aplicó una preparación de blanco de zinc y barita y la capa más externa de color, a base de azul cobalto con un poco de amarillo cadmio. El aglutinante que Miró usó es el aceite. Asimismo, se ha observado que las pinceladas de las capas preparatorias son verticales, mientras que las de la pintura azul son horizontales.
El documental 'El secreto de Miró'
Para hacer llegar este descubrimiento, la Fundación ha organizado una exposición de pequeño formato, Bajo las capas de Miró. Una investigación científica, que se podrá visitar hasta el día 29 de junio en la sala 14 del recorrido de la colección permanente. Además de Pintura y la imagen subyacente, la muestra incluye Retrato de Dolors Ferrà y Oromí, de Cristòfol Montserrat (1907), y dibujos preparatorios de Pintura y listas originales de Miró de materiales que tenía en su taller, entre ellos los pigmentos que se encontraron en su cuadro. Asimismo, también se podrán ver las imágenes obtenidas con fotografía infrarroja y rayo X, y, en una pantalla, una demostración de cómo funciona una cámara hiperespectral: a medida que se avanza por diferentes longitudes de onda, lo invisible para el ojo humano resulta visible. Además, la Fundación La Caixa ha colaborado en este proyecto con la realización de un documental sobre esta investigación, titulado El secreto de Miró, que puede verse en CaixaForum+ a partir de este jueves.