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Reforma de las pensiones: ¿por qué el gobierno español habla "de éxito" y Airef la cuestiona?

El ejecutivo pasa el primer gran examen y no se ve obligado a aprobar medidas adicionales para ajustar el gasto y los ingresos

La presidenta de Airef, Cristina Herrero, en una imagen reciente.
31/03/2025
4 min
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MadridUna fría y otra caliente. Esa es la conclusión que se extrae del primer gran examen de la reforma de las pensiones que el gobierno español inició en 2020. Este lunes la Autoridad Fiscal (Airef) ha publicado los resultados de la prueba de fuego –el organismo tiene el mandato de evaluar cada tres años las medidas– y, si bien confirma que se cumple con la "regla de gasto" del sistema de las Airef, Cristina Herrero, en rueda de prensa. En cambio, el gobierno español ve en las conclusiones de Airef un aval a todos los cambios aprobados. De hecho, desde el ministerio de la Seguridad Social hablan de "éxito" de la reforma. ¿Por qué opinan tan distinto?

Regla de gasto

Una de las claves de este primer examen radica en la llamada "regla de gasto". Este elemento se introdujo en la reforma después de un acuerdo con Bruselas y determina si existe un equilibrio entre los ingresos y los gastos del sistema de las pensiones a largo plazo. Es decir, si los ingresos serán suficientes para afrontar las prestaciones futuras, sobre todo cuando se empiece a jubilar a la generación más numerosa, la del baby boom.

El Airef ha confirmado que, por ahora, se cumple con la regla. Este compromiso establece que durante el período 2022-2050 (años de mayor tensión en el sistema de las pensiones por la jubilación de la generación del baby boom), el gasto neto medio en pensiones no puede superar el 13,3% del producto interior bruto (PIB, el indicador que mide el tamaño de la economía). Hoy, la proyección de este gasto neto se sitúa en el 13,2% del PIB, una décima por debajo.

Cumplir con la regla supone que el gobierno español no está obligado a realizar ningún cambio hasta, como mínimo, dentro de tres años, cuando se volverá a pasar un nuevo examen. Sin embargo, si no se hubiera cumplido debería aprobar medidas de ajuste automático sobre las pensiones, ya sea por la parte del gasto, los ingresos o ambas cosas. Estas medidas debería aprobarlas el Congreso de los Diputados en el plazo máximo de un año. De no ser así, las cotizaciones de los trabajadores se incrementarían automáticamente para obtener más ingresos. "Miremos el futuro con optimismo", ha afirmado la ministra de la Seguridad Social, Elma Saiz, que ha descartado ningún cambio. Esto significa que, por ejemplo, no se prevé una nueva subida de las cotizaciones sociales ni un recorte de prestaciones.

El informe del Airef constata que el gasto bruto en pensiones durante el período 2022-2050 se sitúa en el 14,6% del PIB (por debajo del 15% que marca la reforma), mientras que las medidas vinculadas a incrementar los ingresos suponen un impacto medio anual de un 1,4% ). De la contraposición de un elemento con otro sale el 13,2% del PIB anterior.

Discrepancia con el cálculo

Hasta aquí todo el mundo coincide. Ahora bien, el primer choque grande llega con cómo se calcula esta regla de gasto. Mientras que el Airef tilda el cálculo de "débil" y "limitado", en particular el del gasto, fuentes del ministerio de la Seguridad Social recuerdan que esta está en la ley: no solo lo aprobó el Congreso de los Diputados, sino que lo avaló Bruselas.

En cuanto al gasto de las pensiones, el Airef debe fijarse en el último Informe de Envejecimiento de la Comisión Europea. En este documento se incluye la evolución del gasto en pensiones en España en función de las tendencias demográficas. A ojos del organismo esta variable es "muy sensible" a los cambios. También critica su encorsetamiento por el hecho de que no se incorporan otros elementos específicos de la economía española, como la evolución del déficit de las administraciones públicas, o debates como el de la equidad intergeneracional. Sin embargo, la enmienda más importante es el hecho de no poder aplicar una metodología propia. Fuentes de la Seguridad Social insisten en el valor del informe de la Comisión.

En cambio, por el lado del cálculo de los ingresos, las mismas fuentes detectan una "prudencia" por parte del Airef. En este caso, el organismo supervisor sí tiene más manga ancha para determinar qué incluye o deja fuera del cálculo. Por ejemplo, la Autoridad Fiscal ha tenido en cuenta el incremento de todas las cotizaciones sociales, sobre todo las de las rentas altas, pero también cuestiones como la subida del salario mínimo interprofesional (constata que ha supuesto un balón de oxígeno en términos de renta y, por tanto, de cotizaciones). En cambio, no ha tenido en cuenta de forma completa las transferencias del Estado a la caja de la Seguridad Social para cubrir los llamados "gastos impropios". Una decisión que fuentes de la Seguridad Social cuestionan: "La ley deja muy claro que las transferencias son ingresos".

¿Qué pasa con la sostenibilidad?

Pero el cubo de agua fría de Airef al gobierno español llega, sobre todo, en cuanto a la sostenibilidad del sistema de las pensiones en general. El organismo advierte que no ha mejorado respecto al último análisis que realizó en el 2023. Para justificarlo, el Airef se fija en el crecimiento del dinero que se gasta para cubrir las prestaciones, sobre todo las jubilaciones. En concreto, apunta que el gasto en pensiones crecerá en 3,4 puntos del PIB hasta 2050 (de un 12,7% del PIB en 2022, a un 16,2% del PIB en 2050), lo que supone un ligero incremento respecto al análisis de hace dos años. También pone en duda que sea equitativo (que las generaciones futuras tengan que pagar una factura demasiado cara para afrontar el gasto).

Uno de los motivos que genera más incertidumbre en el Airef es la evolución demográfica actual en España, marcada por la caída de la natalidad, lo que se contrapone con el crecimiento de las personas jubiladas por el efecto de la generación del baby boom. A ojos del ente, será clave el crecimiento de la economía española, es decir, si el mercado laboral sigue siendo vigoroso, pero también los flujos migratorios. "Ambos supuestos están sujetos a una altísima incertidumbre", apunta el Airef. "No somos autocomplacientes, y es evidente que hay incertidumbres [por el camino], pero estamos esperanzados con la reforma", reiteran desde la Seguridad Social.

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