Cine

¿Hay niños que viven más felices sin adultos?

La primera ficción de Mika Gustafson recoge la encantadora energía en bruto de tres hermanas que conviven sin padres

1 min
Fotograma de 'Paradise is burning'
  • Dirección: Mika Gustafson. Guión: Mika Gustafson y Alexander Öhrstrand
  • 108 minutos
  • Suecia, Italia, Dinamarca y Finlandia (2023)
  • Con Bianca Delbravo, Dilvin Asaad y Safira Mossberg

La infancia sin padres como posible paraíso autogestionado y frágil es un imaginario que cuenta con pocos pero conocidos referentes cinematográficos, desdeA las nueve todas las noches (1967) de Joseph Losey en Nobody knows (2004) de Hirokazu Koreeda, uno de los modelos evidentes para esta incursión en la cuestión de parte de la sueca Mika Gustafson. Aquí son tres hermanas entre los 6 y los 16 años, Steffi (Safira Mossberg), Mira (Dilvin Asaad) y Laura (Bianca Delbravo), con la madre ausente, que sacan adelante solas un verano en el que esta libertad parece jugar a su favor.

Gustafson adopta el estilo naturalista y vibrante propio del cine de los Dardenne con un plus de encanto juvenil para transmitir la sororidad entre las tres niñas y al mismo tiempo perfilar la individualidad de cada una con sus propios rasgos generacionales. Hay una energía en bruto y una poética únicas en este grupo de menores saliendo adelante solas en la vida, sin las constricciones del mundo adulto. Una llamada de los servicios sociales obliga a Laura a emprender la búsqueda de una madre vicaria para driblar el control institucional. Cree encontrar la figura en una vecina con la que no tarda en establecer una relación particular. En estos filmes se vive siempre una misma tensión a la vez estética y dramática: hasta qué punto se aguantará la posibilidad de un universo infantil sin implicación adulta y cómo la resolución de todo ello puede contradecir el planteamiento inicial. Gustafson sale bien de este dilema final.

Trailer de 'Paradise is burning'
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