Arte

Francia restituye obras de arte de Klimt y Chagall expoliadas por el régimen nazi a judíos

El Museo de Orsay, el Louvre y el Centro Pompidou tendrán que descolgar las pinturas

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La ministra de Cultura francesa, Roselyne Bachelot, con la pintura 'Rosales bajo los árboles', de Klimt.

ParísNora Stiasny, una judía austríaca sobrina del magnate y coleccionista de arte Viktor Zuckerkandl, fue expoliada por los nazis después del Anschluss, la anexión de Austria a Alemania en 1938. Lo perdió casi todo. Una de las pocas cosas que conservó fue un valioso cuadro que había heredado de su tío, pero se vio obligada a venderlo por cuatro monedas para poder sobrevivir, forzada por un militante nazi con el que había mantenido una relación durante la Primera Guerra Mundial. Después, como miles de judíos, fue deportada a Polonia con su marido, su hijo y su madre. Los cuatro murieron en un campo de concentración en 1942.

Ese cuadro que Stiasny malvendió era una obra del pintor simbolista Gustav Klimt, Rosales bajo los árboles, y es la única obra del artista que forma parte de la colección nacional del estado francés. La pintura se puede admirar en el Museo de Orsay de París desde su inauguración en los 80, pero estará poco tiempo más. Francia considera que la obra es una expoliación del régimen nazi y la devolverá a los herederos de Nora Stiasny. 

La Asamblea Nacional de Francia ha aprobado este martes la ley que permitirá que se restituyan a sus legítimos propietarios Rosales bajo los árboles y 14 obras más expoliadas durante el nazismo, que actualmente se encuentran en Francia y forman parte de colecciones públicas expuestas en grandes museos como el Louvre y el Centro Pompidou. Entre las 15 obras hay también una pintura del parisiense Maurice Utrillo y otra del pintor judío ruso Marc Chagall, instalado en Francia a principios del siglo XX. 

“Sacar este cuadro de las colecciones nacionales es una decisión difícil, pero es un honor en el cumplimiento de nuestra memoria ante la historia, que responde a nuestro compromiso hacia las víctimas de la barbarie nazi”, aseguró la ministra de Cultura de Francia, Roselyne Bachelot, cuando se anunció el año pasado que se impulsaría la ley que se aprueba ahora. Como el estado francés compró las obras de arte legalmente, era necesario hacer un cambio legal que permitiera la restitución. 

La mayoría fueron robadas por la Einsatzstab Reichsleiter Rosenberg (ERR), el organismo nazi encargado de las expoliaciones en los territorios ocupados durante los años de la ocupación nazi de París. Solo la obra de Klimt fue expoliada en Austria y llegó a París después de que el ex amante nazi que se la compró a Nora Stiasny la vendiera a una galería de Zúrich. Francia la compró legalmente en 1980 a la galería suiza. Los trabajos de la investigadora austríaca Ruth Pleyer, que hace dos décadas que se dedica a buscar las obras expoliadas por el régimen nazi, han permitido constatar que la obra de Klimt expuesta en el Museo de Orsay era de la familia Stiasny-Zuckerkandl.

Para la pinacoteca parisiense, conocer la historia de estas obras ha sido un baño de realidad. El museo reconoce ahora la “importancia de la investigación sobre el origen de las obras que se adquieren y la necesidad de precisar su recorrido entre el 1933 y el 1945” para garantizar que no sean obras robadas por los nazis. De hecho, Francia creó en 2019 una comisión encargada de examinar demandas presentadas por víctimas –o por sus descendentes– del expolio nazi y para identificar obras expoliadas y facilitar su restitución. Los museos públicos también se han comprometido a colaborar. 

Francia, que arrastra el trauma del colaboracionismo con el régimen nazi, impulsa desde hace años actos para reparar las heridas del pasado. Devolver cuadros, esculturas u otros objetos de arte a las víctimas de las expoliaciones antisemitas es un gesto político del gobierno francés para hacer las paces con su historia. En los últimos meses también ha impulsado la devolución de obras de arte a países africanos saqueados durante la época colonial.

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