Literatura

El rey que la historiografía nacionalista no se ha mirado con buenos ojos

Sidillà publica la exhaustiva biografía sobre Alfonso el Magnánimo de Alan Ryder

3 min
Alfonso el Magnánimo en pleno combate
  • Alan Ryder
  • Ediciones Sidillà
  • 638 páginas / 29,50 euros

A raíz del partido de octavos de final de la Champions entre el Barça masculino y el Nápoles corrió por internet un mem donde el rey Alfonso V de Aragón (1396-1458), dicho el Magnánimo, se mostraba dudoso sobre qué equipo apoyar . El anacrónico cachondeo no podía ser más acertado porque, pese a deber su poder a ser el heredero del Cabo y Casal, fue en el sur de Italia donde sobresalió y pasó la mayor parte de su reinado. Segundo monarca de la casa de los Trastámara, sucedió a su padre Ferran beneficiado por el compromiso de Caspe, gobernó más de cuarenta años y, coincidiendo con la pérdida de peso en Castilla, consolidó la dimensión mediterránea de la Corona y extendió su sombra hasta las costas orientales más lejanas, haciendo realidad el estirabot de Roger de Llúria sobre que ningún pez se atrevería a sacar la cola sin llevar la cuatribarrada.

El rey Alfonso tuvo que lidiar con el cisma papal –y especialmente con Benedicto XIII, el papa Luna–, con el intrincado mundo de los derechos reales de sucesión –vía matrimonio, alianzas y guerras–, con la compleja jerarquía institucional de los distintos reinos de la Corona de Aragón y con unas relaciones internacionales de intereses geoestratégicos cambiantes –con las ciudades estado italianas, los distintos reyes europeos, los dominios pontificios, Granada o los poderes norteafricanos–. Sin embargo, no todo eran guerras y diplomacia, al abrigo de la corte napolitana también descubrimos un monarca más cercano a los ideales del príncipe humanista, con un verdadero interés por la cultura y el intelecto, pero también por los placeres más mundanos (de la cacería en la cama).

Una biografía exigente y llena de giros de guión

Y, sin embargo, la historiografía más nacionalista no ha mirado con muy buenos ojos a este rey, tanto por sus orígenes castellanos –pese a que la familia adoptó el catalán incluso a su correspondencia privada– como por sus desacuerdos constantes con las instituciones del país a raíz de su apuesta por una expansión que supuso su ausencia de Barcelona y cronificó problemas internos. También hubo beneficios, especialmente comerciales, pero en el balance siempre parecen haber pesado más los aspectos negativos. Por eso es importante recuperar la obra del hispanista Alan Ryder (1928-2008).

Profesor en la Universidad de Bristol y especialista en el siglo XV, la editorial Sidillà en catalán y la Institución Alfons el Magnànim en castellano (traducido en 1992 y recuperado en 2008) se han conjurado a recuperar sus obras más destacadas, empezando por esta exhaustiva biografía publicada en inglés en 1990 y que, en su prólogo, el catedrático Flocel Sabaté no duda en calificar de “monumental, completa y equilibrada”. Dos años antes, el sello ampurdanés ya había rescatado El naufragio de Cataluña y la institución valenciana el clásico El Reino de Nápoles en la época de Alfonso el Magnánimo (traducido en 1986 y recuperado en 2008).

A pesar de ser una exhaustiva biografía, las más de 600 páginas y la maravillosa documentación preservada permiten una reconstrucción prácticamente día a día, su lectura es tan exigente como interesante. Por una parte, nos permite entender la absurdidad de interpretar la historia como una continuidad teleológica; y, por otra, nos ofrece un relato histórico que, por la sucesión de intrigas y giros de guión, no desmerece las mejores ficciones de época.

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