Ju: "He tenido que tener mucha paciencia para poder recuperar la fertilidad creativa"
Música. Publica el disco 'Venus'
BarcelonaJudit Puigdomènech (Gurb, 1992), más conocida como Ju, ha enderezado su trayectoria musical con un pop de sensibilidad electrónica. Seis años después de Bandera blanca (2018), y tratando de huir de fórmulas más convencionales, abarca influencias que van de Billie Eilish a Maria Arnal para abordar temáticas más profundas. Todo ello queda patente en las canciones del disco Venus (Fanátik, 2024).
La naturaleza más electrónica del disco influirá en la estética musical de los conciertos, ¿verdad?
— Sí. La gira Entre la tierra y el cielo era más en acústica. En cambio, el directo de Venus la hemos planteado con una sonoridad más moderna, más electrónica, más del pop más alternativo, aunque conservando una parte más cálida, más tocada en directo y con batería híbrida, porque estar acompañada de músicos que interpreten en directo me hace sentir más recogida y arraigada.
¿Pero mantendrás los filtros de voz, como en el disco?
— Sí. De hecho, hay muchas voces que están armonizadas en octava baja, y sonarán así. Llevo a un teclista que se dedica a ponerme este tipo de filtros en el momento oportuno, pero, obviamente, también se oye la voz desnuda. Hay un diálogo entre la voz pura y una voz algo más electronificada.
¿Qué es lo que te ha llevado a realizar este cambio?
— Sinceramente, algo muy sencillo: la música que escucho suena un poco más así. Por ejemplo, la de artistas como Billie Eilish y Björk. Me gusta salir de lo que es más convencionalmente correcto, y quería que el mensaje se acompañara de ese tipo de sonido. Trato la vulnerabilidad humana, pero también hay un grito.
Efectivamente, la vulnerabilidad es uno de los ejes de estas canciones, y el entomas con madurez.
— Cuando estoy más realizada, por decirlo de algún modo, es cuando puedo expresar algo que me conmueve. Acabo de cumplir 30 años, ya los 30 años se espera que tengas una vida idílica, con pareja, con perro... Esto está muy bien, pero quizás tanto equilibrio y tanta estabilidad aburren, y necesitas romper con ello. No sé si es que sólo pasa a mi edad, o pasa a todas, o me pasa a mí.
El contraste entre el sentimiento de vulnerabilidad y uno de reafirmación tal vez esté condensado en un verso de la canción Dulce fantasía, cuando dices: "Yo no te prometo ser la chica con la que tú sueñas".
— Yo no te prometo ser la chica con la que tú sueñas porque seguramente tú tienes un ideal en la cabeza, por mucho que yo pueda acercarme quizá por esta apariencia dulce. De hecho, soy una persona algo estereotipada, en el sentido de que respondo un poco al canon de la chica rubia con los ojos azules, dulce, que no genera problemas. Es como decirle: no te aseguro que yo pueda ser esa chica que tú idealizas; por el contrario, tengo mucha movida interna y soy una tía intensa, y me gusta sentir cosas en la vida. Por tanto, no te esperes la tranquilidad y el equilibrio que tú buscas.
Para llegar a las canciones de Venus ¿qué ha tenido que ocurrir?
— Pues mira, por circunstancias de la vida tuve que hacer un paro de todo lo que estaba puesto en marcha, no sólo de la música, sino también de otras vías que había encontrado para ir haciendo. Ha sido un proceso largo en el que he tenido mucha paciencia y mucha calma para poder recuperar la fertilidad creativa. Por eso el disco se llama Venus. Se trataba de buscar una nueva fertilidad después de un período de no productividad.
¿Tienes el propósito de que la música que sea el centro de tu vida o es complicado?
— La música la llevaré siempre dentro. Es decir, tanto si tiene que ser mi centro de la vida como si no, en mi interior la llevo mucho en el centro. Que se dé la oportunidad o no para vivir ya es otra historia, pero desde pequeña muchas de mis vivencias están siempre acompañadas de alguna música.
Este retorno discográfico coincide con un contexto musical favorable a la propuesta que haces.
— Sí que forma parte, lo que ocurre es que quizá no sea exactamente como la música más comercial. En este sentido, con el productor hemos hecho un importante trabajo de ajustarnos a un sonido más moderno, pero buscando una sonoridad más alternativa acorde con las temáticas de las canciones, que son más profundas. Si quisiera hacer algo muy comercial, probablemente se acompañaría de otra forma.
Con el productor, Joan Borràs, se conoce de hace mucho tiempo. Ambos pasó por la Escuela de Música de Vic.
— Nos conocemos desde hace mucho tiempo, porque nuestros padres eran muy amigos. Cogían la caravana y íbamos a acampar juntos. Él era un gran teclista ya mí me gustaba mucho cantar, hacer melodías y crear cosas.
Por cierto, las canciones de Venus nacen de composiciones de piano, ¿verdad?
— Sí, sobre todo de composiciones de piano, pero también probando cosas con Abbleton Live en el ordenador. En el fondo, las canciones tienen un punto de clásica porque estudié en la escuela de música clásica. Existe un color clásico y muy moderno a la vez.
¿Cuál es el mejor recuerdo que tienes relacionado con la música?
— Más que un buen recuerdo es una sensación muy agradable y muy llena, cuando en verano cogíamos el coche con mis padres y nos íbamos de vacaciones. En el trayecto poníamos Albert Pla, que entonces no me gustaba nada. Poníamos La sequía, la canción aquella de "tengo papel de inodoro pegado al culo", y pensaba: pero qué más ordinario y horrible. Entonces yo escuchaba artistas americanas, y me encantaba todo el brillo, la bonicor y esta cosa de popstar. Y escuchaba a Albert Pla y pensaba: ¿pero qué pasa aquí en Cataluña? No entendía nada. Todo cambió cuando entendí el concepto. Más adelante, cuando estudiaba en Barcelona, con los compañeros de piso nos poníamos Albert Pla después de comer. En cualquier caso, el recuerdo que tengo es que eran vacaciones, que había tranquilidad y alegría.
¿Y un recuerdo que te gustaría olvidar, también relacionado con la música? ¿O una mala experiencia?
— No sé si quisiera olvidar ningún recuerdo relacionado con la música.