Música

Higo Flawas y Oques Grasses invocan un verano eterno en la Mercè

Ludwig Band y Maria Jaume aportan un toque reivindicativo al escenario Mediterráneamente de Estrella Damm, en la playa del Bogatell

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Pep Velasco durante el concierto de Figa Flawas en la playa del Bogatell.

Barcelona"¿Ha venido todo Dios o qué? Hay peña bañándose en la playa y todo. Mirad, mirad, la peña de allí detrás llega hasta Andorra", bromeaba el cantante de Oques Grasses, Josep Montero, hacia la medianoche de este viernes, señalando una masa de público que se extendía por toda la playa del Bogatell de Barcelona. No le faltaba razón: miles y miles de personas, tantas que incluso hacía medio bazar, se acercaron al escenario Mediterráneamente de Estrella Damm de la Mercè para despedir el verano con eslóganes como "que sea épico", "quiero charlarlo" y "yo me perro sola". Después del despedida de Zoo, Oques Grasses es el único grupo catalán de la década del 2010 que se mantiene en lo alto de la ola, que ha convencido a las generaciones que suben al ritmo de la música urbana sin dejar atrás a los seguidores más acostumbrados a las trompetas deUn día no sé cómo (2012) y You Poni (2016). Y con el concierto del viernes la noche, por ahora el más multitudinario de las fiestas de la Mercè, los osonenses demostraron que no sólo no han perdido un ápice, sino que, de hecho, son más populares que nunca.

Después de aparecer encapuchados, con túnicas negras que daban al escenario un cierto aire apocalíptico, los músicos abrieron el concierto con la canción Mucha tralla, incluida en el disco Fruto del delirio (2024), pero también con temas más antiguos como Elefantes, Llora y río, Petarlo, Sta guay y Culo (con una base rítmica algo más acelerada que en el original). Entre el público, muchos adolescentes lucían esteladas, encendían bengalas y proferían gritos a favor del Barça y de la independencia de Catalunya. En Pasos importantes algunos atrevidos se quitaron la camiseta, mientras Montero jugaba con la letra de la canción ("los pasos importantes se suelen dar en Barcelona"). "Esta es tope buena, es la mía prefe", dijo el cantante antes de arrancar Jubilarme, un tema que definió como "la revolución de la flauta dulce". Cómo está el patio y Gocear (en la que se echó de menos que subieran las Alérgicas al Polen, que colaboran en esta canción) mostraron la cara más insolente de Oques Grasses, con letras socarronas y luces estridentes. También interpretaron baladas electrónicas que entroncan con unas emociones muy depuradas, como La gente que quiero, Suerte de ti y Como el día y la noche, en la que apareció la cantante Julieta.

El público durante el concierto de Oques Grasses en la playa del Bogatell
Juelita durante el concierto de Oques Grasses en la playa del Bogatell.

Sin embargo, los invitados más aplaudidos fueron los dos líderes de Higo Flawas, Pep Velasco y Xavier Cartanyà, que salieron a cantar Toca a modo de preludio del concierto que ofrecieron a continuación, ya pasada la medianoche. Marina sta morena, que ya tiene más de doce millones de reproducciones en Spotify, ha convertido el dúo de Valls en el grupo del momento, por lo que Estrella Damm les confió la franja más noctámbula de los conciertos en el escenario Mediterráneamente. Desde que pusieron en marcha motores con Xuculatina, el dueto encomendó su descaro juguetón a un público ya entonces muy entregado. No faltó el gran fenómeno del verano (que algunos jóvenes coreaban a capella mientras esperaban que empezara el concierto), ni tampoco Musegu, Chalalá y Diabla. Con Secr3t y 4 Kissus llevaron la fiesta a la oscuridad rítmica de los clubs, mientras que La salsa y Aurora evocaban un ambiente alocado, más bien de carpa. "Que no se acabe", cantaban ya hacia el final del concierto, mientras miles de linternas suplicaban que el verano se alargara un poco más.

Críticas contra la Copa América

Horas antes, habían pasado por la playa del Bogatell María Jaime y La Ludwig Band, que aportaron un toque reivindicativo a la velada. La cantante mallorquina inauguró el escenario de Estrella Damm criticando la Copa América, la crisis de la vivienda y la ocupación israelí. "¡Viva Palestina libre!", gritó Maria Jaume a medio concierto. Sin muchos músicos ni grandes coreografías, logró llenar un escenario prácticamente vacío con un pisar firme pero cándido, con un sentido del ritmo que brilló mucho en canciones como Hotel, sol y playa, Balada des Trast, Triste en Miami y Mala vía, todas incluidas en el disco Nostalgia airlines (2024).

"Estamos muy contentos de tocar aquí, en la Copa América. Hemos pensado que todos los asistentes de la Copa América serán computados como asistentes a nuestro concierto", dijo irónicamente el cantante de La Ludwig Band, Quim Carandell. "Ninguno de nosotros pudo terminar una carrera universitaria y estamos muy contentos de estar aquí cantando con vosotros", añadió al cabo de un rato. Después de dar la vuelta por media Cataluña, La Ludwig Band culminó este verano frenético con un concierto especialmente punky, quizás porque Carandell se va quedando progresivamente afónico a medida que avanza la gira, quizás porque salieron dispuestos a reventarlo todo en el concierto más multitudinario que habrán hecho hasta ahora. En cualquier caso, las canciones del disco Gracias por venir (2023), así como temas ya consagrados como 30 monedas, Marta y El hijo del rey, sonaron con la misma espontaneidad de siempre, tal y como si las estuvieran tocando para cuatro gatos en una plaza mayor de pueblo.

Grandes multitudes en la primera noche de conciertos en la playa del Bogatell
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