Obituario

Muere a los 78 años la cantante británica Marianne Faithfull

La artista londinense se dio a conocer con sólo 18 años con la interpretación de la célebre 'As tears go by'

MARIANNE FAITHFULL
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La cantante británica Marianne Faithfull, recordada durante mucho tiempo por el hit As tears go by, ha muerto este jueves a los 78 años. El artista contaba con una larga carrera musical, y según los medios de comunicación británicos ha fallecido "tranquila" acompañada de su familia en Londres, su ciudad natal.

Figura imprescindible de la modernidad londinense de los años sesenta, de las luces del llamado Swinging London pero también de las sombras de las madrugadas tóxicas, Marianne Faithfull fue una intérprete inimitable, una crooner inesperada que décadas más tarde del primer brillo se convirtió en referentes para muchos artistas, de PJ Harvey en Nick Cave y Rufus Wainwright. Si Mina, la cantante italiana, cantaba como si viviera dentro de la canción, con una intensidad inalcanzable para la mayoría, Marianne Faithfull cantaba como una superviviente que inexplicablemente podía seguir cantando.

As tears go by, la canción de Mick Jagger y Keith Richards con la que se dio a conocer en 1964, fue apenas una primera cata de una sensibilidad interpretativa con monumentos como Sister Morphine. Una sensibilidad también zarandeada por las adicciones a las drogas, de las que pudo salir. La retahíla de joyas que esparció sobre todo a partir del disco Broken English (1979) es impresionante. Canciones como The ballad of Lucy Jordan mantienen el magnetismo y la capacidad de conmover, y pocas cantantes han aportado tantos matices a composiciones de otros como lo hizo ella tomando versiones de canciones de John Lennon (Working class hero), Carol King (Something good), Sarah Vaughan (Black coffee), Randy Newman (In Germany before the war) y Tom Waits (Strange Weather), entre otros.

Marianne Faithfull nació el 29 de diciembre de 1946 en el barrio de Hampsted. Era hija de una familia de clase alta ilustrada, con ancestros a la nobleza austrohúngara incluida. A los 18 años ya era una habitual de las noches del Londres más pop, y frecuentaba el entorno de músicos como Mick Jagger y Keith Richards. De hecho, fue el mánager de los Rolling Stones quien la convenció de grabar As tears go by. Ella volcó misterio y seducción, en la interpretación. Con Jagger mantuvo una relación hasta finales de los sesenta, una década en la que Faithfull publicó álbumes con cierta regularidad, como Go away from my world (1965), que incluía una versión de Yesterday, de los Beatles. También fue la década de las primeras incursiones en el cine, como la película The girl on a motorcycle (Jack Cardiff, 1968), coprotagonizada por Alain Delon, y Hamlet (Tony Richardson), en la que hacía de Ofelia y compartía reparto con Anthony Hopkins y Nicol Williamson.

La primera mitad de los años 70 representaron una pesada travesía narcótica. De repente, Marianne Faithfull desapareció, hasta que en 1979 regresó al arte con Broken English. El disco no la reubica entre las estrellas del pop comercial, pero sí la recuperó para la causa de las grandes intérpretes de la historia. El misterio y el encanto de la primera juventud eran entonces un pozo de vidas y cartas desgarradas que ella cantaba con la elegancia de quien sabe esquivar las balas del dramatismo gratuito. La repercusión entre la crítica hizo que Broken English se convirtiera en un disco de culto revisado por las generaciones posteriores.

Espoleada por Broken English, y mientras seguía varios tratamientos de desintoxicación, Marianne Faithfull fue consolidando una encomiable discografía, entre el pop, la canción de cámara y el jazz. Hizo álbumes como Strange weather (1987), con Bill Frisell como guitarrista y Hal Willner como productor y un repertorio con versiones de Tom Waits y Bob Dylan, entre otros, además de una impresionante interpretación de Boulevard of broken dreams, el estándar de Al Dubin y Harry Warren. En 1998 se enfrentó a The seven deadly senos, de Kurt Weill y Bertolt Brecht, en formato orquestal, y antes había colaborado con Angelo Badalamenti en A secreto life (1995), un trabajo en el que Faithfull realizó algunas de sus mejores interpretaciones.

El siglo XXI lo empezó plenamente consolidada con discos como Kissin time (2002) y Before the veneno (2005), que compartió con músicos como Beck, Dave Stewart, Billy Corgan, Damon Albarn, Nick Cave y PJ Harvey. Era una forma de dejar constancia de la amplitud y la calidad del legado de Marianne Faithfull. También fueron años de grandes papeles en el cine, como el de la emperatriz Maria Teresa en la María Antonieta (2006) de Sofía Coppola y sobre todo el de protagonista en Irina Palm (2008), de Sam Garbarski.

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