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La calificación BBB- del Barça: un "milagro" gracias a los derechos de televisión

Fitch da un voto de confianza al club, que podrá endeudarse a buen precio con los ingresos audiovisuales como garantía

Joan Laporta conversa con Rafa Yuste en el transcurso de la asamblea de compromisarios  del Barça.
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Barcelona"No estamos contentos, ¡estamos eufóricos!" Este es el sentimiento que, a falta de grandes fichajes, títulos importantes o renovaciones tan esperadas como la de Leo Messi, hay en la junta directiva del Barça después de que Fitch haya bendecido la operación de refinanciación que la entidad necesita para asegurar la viabilidad del proyecto. La conocida agencia de calificación norteamericana concede una BBB-, la nota mínima que, según los expertos financieros, exigen los bancos de inversión antes de aportar capital con buenas condiciones a una empresa que quiere liquidez. El juicio de Fitch supone una luz verde al crédito de 525 millones de euros que Joan Laporta y sus directivos aprobaron en la asamblea de finales de junio, pero sobre todo permitirá que los intereses del acuerdo con Goldman Sachs, que ya ha avanzado 80 millones para hacer frente a algunos pagos, no se disparen por encima del 3%. El vicepresidente económico, Eduard Romeu, es quien está liderando las negociaciones con el intermediario estadounidense, que también financia la empresa en la que trabaja, Audax Renovables.

"Sin ruido, con cuidado y paciencia. La credibilidad de un proyecto sólido y trabajado. Nada se improvisa", tuiteó la vicepresidenta institucional del Barça, Elena Fort, cuando se anunció la BBB- a través de un comunicado. Consultadas por el ARA, otras fuentes de la junta compran este mensaje de orgullo y alivio y añaden: "Es mérito de los nuevos ejecutivos del club, Ferran [Reverter] y Maribel [Meléndez], que han defendido muy bien el proyecto y han conseguido que la agencia de calificación esté más receptiva". Efectivamente, Fitch, que para evaluar el riesgo de impago de las empresas cobra entre 200.000 y 300.000 euros, ha situado un Barça al límite positivo entre los bonos de calidad y los bonos basura. "La verdad es que es un milagro. Una triple B negativa te coloca en disposición de financiarte con inversores de prestigio y en buenas condiciones. De hecho, la nota es tan positiva que incluso permitiría ampliar el crédito aprobado en la asamblea hasta los 700 o 800 millones", analiza Marc Ciria, socio barcelonista y experto financiero.

¿Pero cómo ha conseguido el Barça una calificación equivalente a las de Telefónica o General Motors con la grada del Camp Nou cerrada y la masa salarial del primer equipo todavía por reestructurar? Muy sencillo: ofreciendo los derechos de televisión como garantía a los inversores. Así lo aseguran al ARA fuentes financieras conocedoras de las conversaciones tanto con la agencia de rating como con Goldman Sachs. "A la práctica, lo que se anunció ayer no es una calificación del proyecto del Barça como tal, sino la evaluación de una emisión de deuda con los ingresos audiovisuales como fianza", especifican. La explicación rae en la pura lógica contable, puesto que los derechos de televisión son, hoy por hoy y tal como sucede en la mayoría de clubes deportivos, la vía de ingreso más fiable que tiene la entidad culé a corto plazo. En el ejercicio 19/20, este apartado supuso unos 250 millones de euros, una cifra que se mantendrá estable. No pasa lo mismo con los ingresos de taquilla, que dependen de los aforos en tiempos de pandemia, o los patrocinios, que están sujetos a negociaciones en curso. La junta de Laporta también tiene el as en la manga del Barça Corporate, un conjunto de activos que, de momento, continuarán bajo la tutela de la entidad.

Aviso para navegantes

Sea como fuere, la BBB- supone un punto de partida esperanzador entre los gestores azulgranas. "Todo está por hacer, pero esta calificación y las operaciones de financiación nos permitirán empezar a poner en práctica nuestro plan de negocio realista", apuntan desde el Camp Nou. Este discurso de prudencia es el que, según el punto de vista de Ciria, tendría que mantener el Barça durante los próximos años si no quiere perder esta capacidad de endeudamiento: "Que haya una señal negativa junto a las tres B no deja de ser un aviso para navegantes. Significa que estás a punto de empezar a no ser fiable". De hecho, antes de la pandemia, el Barça se escudaba en una calificación de BBB+ para emitir una serie de deudas que, con el covid, la bajada de ingresos y el gasto descontrolado, la nueva junta ha tenido que refinanciar. Por lo tanto, con el apartado crediticio encarrilado, en los despachos tendrán que redoblar los esfuerzos para cumplir con el otro gran caballo de batalla de estos primeros meses de mandato: el recorte salarial en el primer equipo.

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